El Plan General de la próxima temporada cinegética 2015-2016, prepara en su elaboración novedades que pretenden camuflar las constantes tropelías que se comenten en el mal llamado control genético.
Porque si bien es reconocible y digno de mencionar que se suprima los descastes, es decir, la matanza de hembras con crías de ciervo, se camuflan una serie de medidas que dejan mucho de desear a la hora de proteger y conservar algunas especies que están en claro peligro, como por el ejemplo, el zorro.
En este Plan General, la caza del zorro elimina el número de días semanales en los que se puede practicar su caza en las modalidades de esperas, es decir el cazador apostado en un sitio utilizando un reclamo para poder cazar al animal y con perros, en donde una jauría de perros persiguen el rastro del animal hasta dar con él.
Como se puede apreciar ambas prácticas de caza y todas en general, claman contra la naturaleza misma y hacen gala de una crueldad sólo propia del que se divierte matando.
Así mismo también se da paso a que en un amplio elenco de pueblos, a los que se suma Bardallur en la comarca de Valdejalón, la caza del conejo se amplía en plazo, debido a su proliferación. O localidades como Lécera, donde se solicita y autoriza la caza con hurón, que supone una de las prácticas más crueles de la modalidad, además de condenar a los hurones a una vida infernal a manos de sus propietarios.
Es decir, que este Plan General esconde tras sus intenciones bienintencionadas de cara a la galería, el suprimir la caza de hembras de ciervo con crías; ¿Qué alabanza tiene la crueldad de cazar a un animal que tiene una o varias crías a cargo, las cuales al morir su madre quedan indefensas y a la merced de depredadores que precisamente no son los propios?, esconde una serie de medidas de crueldad incomprensible en un país moderno.
Dichas medidas de permitir cazar a un animal en peligro, como es el zorro, de una manera cruel como las esperas y la caza con perros, no convierte a este país, precisamente, en un ejemplo de conservación natural.
Hay que recordar que la mayoría de los depredadores naturales, en este país, están en grave peligro: el zorro, lobo, águila, lince, etc.,.. Son algunos de los ejemplos tan bochornosos, en España, debido a una incomprensible sed de dominar y matar a especies, que lo único que hacen es sobrevivir en un hábitat en el cual llevan viviendo varios siglos.
Resulta chocante también, que en este Plan General, a la caza del conejo se le conceda una amplitud en el tiempo debido a su proliferación, mientras que a un depredador natural de su especie como es el zorro, se permita su caza.
Por lo tanto, este Plan General resulta, a todas luces incompleto, injusto e inadecuado a la vez que cae en terribles contradicciones al desajustar de forma intencionada la cadena natural y así tener un pretexto para seguir matando.
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[Olga García Sanz, Coordinadora del Partido Animalista PACMA en Zaragoza]
