Pedir disculpas no es suficiente

"No podemos permitir que una temeridad de este calibre, que esa forma de conducir con desprecio hacia la vida de los demás, se zanje con una petición de disculpas, como si fuera un despiste, como si fuera una locura adolescente"

Acabamos de conocer la decisión judicial que ha condenado a Juan Carlos Gracia Suso a 1800 € de multa y a 16 meses sin carné de conducir.

Juan Carlos Gracia Suso, Alcalde de Alcañiz y Diputado Provincial de Teruel, ha asumido su culpa y ha pedido disculpas "a todas las personas que se han sentido molestas" por su comportamiento.

Recordemos los hechos, el Alcalde de Alcañiz fue detenido porque un radar móvil detectó que circulaba a 211 km/h por una vía que tiene un límite de 100.

Bien, él va a cumplir con lo que le ha impuesto el juez pero, aunque asume los hechos (algo difícil de evitar si se le ha pillado in fraganti), es evidente que lo que no asume es su responsabilidad como representante público. Pide disculpas "a todas las personas que se han sentido molestas", como si eso pudiera molestar a una personas sí y a otras no, en lugar de ser un delito en sí mismo.

El PP, partido al que pertenece Gracia Suso, también limita el hecho al ámbito personal del afectado. Esto es absolutamente inexplicable e intolerable. Se trata de un delito, se cometa donde se cometa. No puede haber más tolerancia con los delitos que se refieren a la conducción que con otros. Ir a más de 200 km/h es un despropósito, sea donde sea, mucho más en una vía que no permite la circulación a más de 100 km/h. Ese exceso de velocidad no responde a un despiste, responde a una falta de respeto hacia la vida de los demás. Como se ha dicho desde Stop Accidentes en Aragón, "el alcalde de Alcañiz tiene que asumir la responsabilidad de sus actos, porque ha puesto en peligro la vida de otras personas".

No podemos permitir que una temeridad de este calibre, que esa forma de conducir con desprecio hacia la vida de los demás, se zanje con una petición de disculpas, como si fuera un despiste, como si fuera una locura adolescente. No es ninguna tontería. Si ese día el alcalde de Alcañiz se hubiera encontrado con otro vehículo (coche, moto, tractor, bicicleta) el impacto habría sido terrible, y hoy estaríamos lamentándonos por algo que no tendría remedio.

En estas fechas veraniegas, en las que se incrementan los desplazamientos y, por tanto, los accidentes, la DGT ha lanzado una campaña dirigiéndose a los actos que se hacen casi sin pensar y provocan despistes. Es decir, mientras por una parte el Gobierno de España, del PP, pretende combatir los despistes que pueden llevar a accidentes con consecuencias desastrosas, el mismo PP considera que un cargo público que, con absoluto desprecio a la vida de los demás, conduce a 211 km/h es un hecho que se limita al “ámbito personal”.

Resulta chocante que el mismo Partido Popular de Aragón forzase a dimitir a un diputado del Congreso, también por la provincia de Teruel, por haberse aprovechado de su condición de diputado para hacer viajes particulares. Este hecho no era un delito aunque sí era inmoral, porque se usaban fondos públicos para gastos particulares. Aquí en cambio sí estamos hablando de un delito. Quizá el PP piensa que la sociedad es más tolerante con los delitos de tráfico.

Los cargos públicos tenemos la obligación de mostrar ejemplaridad. Errar es humano, es evidente, pero en este caso, no estamos ante un despiste, es algo mucho más grave. Un cargo público no puede dar la imagen de que si se hace algo como lo que el alcalde de Alcañiz ha hecho, se paga y se puede seguir representando a los ciudadanos y ciudadanas. No es suficiente con pedir disculpas.

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Anabel Gimeno [portavoz del grupo municipal de Ganar Teruel y diputada provincial]

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