Paloma Lafuente: “El feminismo es recuperar la voz ante toda una historia de silencio obligado”

Esta zaragozana se reconoce como feminista por encima de sus posibilidades. Educadora y trabajadora social, militante de IU Aragón y activista del movimiento feminista de Zaragoza, todo a partes iguales. Defiende que en su cuerpo y en su hambre, manda ella.

Paloma Lafuente. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Qué significa para ti el concepto ‘feminismos’ y qué implicaría su aplicación a todos los ámbitos de la sociedad?

Hay muchas referentes feministas en mi vida que han planteado respuestas sencillas, inteligentes y muy pedagógicas a este respecto. Una con la que me quedo y que me parece muy pedagógica es la de la feminista egipcia Nawal AlSaadwi, que dice: "el feminismo es liberar la mente del sistema patriarcal, de la religión y del capitalismo, que son las principales amenazas para la mujer”.

Y, ¿cómo se hace eso?, pues aquí recurro a la gran Simone de Beauvoir: el feminismo es “vivir individualmente y luchar colectivamente”.

Es recuperar la voz ante toda una historia de silencio obligado. Es un camino de muchos siglos hacia la libertad individual y la transformación social.

Debe servir para todas las mujeres. Por eso, en la medida de lo posible, hablo de feminismos en plural.

Si tuviera que decir una frase única para responder estas dos preguntas diría que el feminismo ha hecho posible que yo pueda estar respondiendo esta entrevista.

Eso no se me olvida ningún día de mi vida. Muchas feministas han trabajado duro, y sufrido más, para que yo hoy pueda expresarme en libertad. Pero aún nos queda mucho camino por recorrer, y en ello estamos.

Sabemos que existen muchas propuestas concretas para alcanzar una igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Esa igualdad no llega, ¿cuáles crees que son los motivos y cuáles las soluciones más inmediatas?

En primer lugar que quien ostenta los privilegios y la hegemonía quiera dejar de tenerlos y ejercerla. Básicamente, porque los ejerce a costa de una parte oprimida.

Digamos que el mensaje es: “no puedes mantener tus privilegios y espacios de poder a costa de oprimirme, invisibilizarme y no considerarme sujeto de pleno derecho.”. La parte privilegiada debe asumir que lo es y trabajar por dejar de serlo. Este abordaje es difícil y costoso, pero es prioritario.

Unido a esto hay otro inconveniente importante. Se nos ha transmitido el mensaje ficticio de que ya existe igualdad real entre hombres y mujeres, y eso no es cierto. Tenemos que seguir haciendo mucho trabajo pedagógico, que pensábamos superado, para hacer ver que no existe tal igualdad.

Creo que desmontar y visibilizar esta igualdad ficticia es otro de los objetivos para seguir avanzando. En ningún lugar del mundo el tratamiento de las mujeres se ha equiparado realmente al de los hombres.

Además de esto, y por no hacer enumeración de medidas concretas, sí que aterrizaré en tres bloques de medidas obligatorias y urgentes para empezar a hablar de que existe un interés real en caminar hacia la igualdad.

Por un lado, la educación. En valores, igualitaria, en todo el recorrido formativo y post-formativo de la vida de una persona.

Libre de estereotipos, de adjudicación de roles, de juicios por la orientación o por las decisiones propias en lo afectivo y en lo sexual. Sin una religión que adoctrine desde las escuelas públicas, etc.

Por otro lado, la legislación y las políticas públicas. Medidas que garanticen la igualdad económica, política, participación social y de toma de decisiones. Todo esto ya lo sabemos. Pero hay que practicarlo. En serio.

En algún sitio leí una vez (no recuerdo donde, lo siento) que no solo necesitamos mujeres expertas en políticas de igualdad, también precisamos que esas mujeres especializadas en igualdad tengan una concepción distinta de hacer política.

En definitiva, no deben ocupar cargos en organismos de igualdad quienes no tienen formación y cualificación profesional en esas políticas ni tampoco quienes carecen de convicciones feministas. Las políticas de igualdad requieren de especialidad técnica, pero también de voluntad política.

Y por último, recursos económicos. Para todo lo anterior y para mucho más. Recursos económicos adecuados a las necesidades. Que son muchas y en muchos ámbitos. Y, por el contrario, lo que se hace año tras año es reducir las partidas presupuestarias. En concreto, en estos últimos PGE, han eliminado toda la cantidad presupuestaria destinada (que ya era ridícula) a políticas de igualdad. No sólo eso, han eliminado hasta el concepto.

Pese al aumento en los PGE de las partidas destinadas contra la violencia machista, un 10%, todavía estamos a niveles del año 2010, un 11% menos que dicho año. ¿Crees que convertir la lucha contra la violencia machista en una cuestión de Estado contribuiría en su erradicación?

Contribuir sí. Erradicarla, no. Hace falta todo lo que hemos hablado anteriormente y tiempo para que si se hiciera todo lo que hay que hacer viera sus frutos.

Dicho esto creo que el abordaje de la violencia machista como Cuestión de Estado es un deber y una obligación de las instituciones y de la sociedad en general.

Y, claro, mal empezamos si habiendo estimado, al menos, que son necesarios 120 millones de euros para abordar de una manera seria las violencias machistas vemos que sólo se ha consignado 1/5 parte de esa cantidad.

Se sigue sin invertir ni un euro a la prevención en los ámbitos educativo, sanitario y de medios de comunicación, en cubrir la prevención y atención a la violencia sexual que exige el Convenio de Estambul vigente desde 2014, en mejorar la respuesta judicial y se sigue sin cubrir el coste de los servicios jurídicos, psicológicos y sociales en las Entidades Locales establecidos en el artículo 19 de la Ley O 1/2004.

Y, además, está la exigencia de hacer política para mujeres con las mujeres. Debemos estar presentes en todos los espacios en los que se trabajen y aborden medidas para la lucha contra las violencias machistas.

Todo esto y una batería de puntos/exigencias que se han publicado y difundido están contempladas dentro de un verdadero planteamiento de la violencia machista como cuestión de estado. Recomiendo acudir a la página web de la Plataforma 7N y leer con atención todas las exigencias que se recogen en esa propuesta de Cuestión de Estado. En estas exigencias, también se recoge una batería de medidas para la protección de los hijos e hijas de víctimas de violencia machista y para prevenir los asesinatos de estos como manera de ejercer violencia machista hacia la madre (en 2017, 9 menores han sido asesinados/as por sus padres o la pareja de la madre al objeto de “castigar” a la mujer).

¿Crees, según tu experiencia, que la clase política se encuentra realmente concienciada de lo que implica realmente el problema de la violencia machista? ¿Y la sociedad en general?

La clase política forma parte de la sociedad. No es un ente ajeno o extraño. Está formada por parte de la ciudadanía. Y en tanto en cuanto la sociedad no está concienciada de lo que verdaderamente significa la violencia machista, te respondo a las dos preguntas a la vez: No. Rotundamente.

Cuando se tiene noticia de un asesinato machista, sí parece que haya algo más de “respuesta inmediata”. Pero eso no es prácticamente nada para la verdadera conciencia que hay que tener.

Hasta que no se asuma e interiorice la raíz de las violencias machistas no podremos poner herramientas. Hace falta de una vez consenso en asumir que el sistema patriarcal en su alianza con el capital, condiciona que en esta sociedad las mujeres sean víctimas de violencia todos los días. Debemos tener claro el origen.

Y en ese consenso y en ese convencimiento estamos muy muy lejos. Como sociedad y como instituciones que la representan.

Mira, hace unos días, una diputada de las Cortes de Aragón me interpeló diciéndome que no estaba para nada de acuerdo con que el feminismo sea la herramienta para combatir el machismo. Y terminó así su frase (textual): “ni machismo ni feminismo, igualdad”. Ahora está muy de moda responder con esta ignorancia ofensiva y barata.

También te digo que hay muchas mujeres en las instituciones que tienen las ideas muy claras y que son grandes activistas feministas. Menos mal, sería todo mucho peor si cabe. Por lo general, la clase política como reflejo de la sociedad en la que vivimos, está muy lejos y con pocas ganas de deconstruir su discurso patriarcal.

Dejando a un lado el máximo exponente que son los asesinatos me parece oportuno aportar en esta pregunta un dato: según la Macroencuesta 2015 del propio Gobierno, sufren violencia de pareja (2,5 millones de mujeres) o sexual fuera de la pareja (1,5 millones).

¿Qué porcentaje de la ciudadanía, y de las personas que participan en la institución, crees que conoce estos datos? Eso sí, todo el mundo opina. Es desesperante.

¿Tratamos los medios de comunicación los asesinatos de violencia machista de manera correcta? Y si no es así, ¿cuál sería el modo adecuado de hacerlo?

La mayoría, no. Hay algunos medios que se esfuerzan mucho en aprender y en hacerlo mejor, y lo van consiguiendo.

Otros, -los mass media podríamos decir-, sólo corrigen titulares y contenidos insultantes en sus noticias cuando la presión de las feministas, y de los movimientos feministas, les cuestionan y hacen crítica pública. Y aun así.

En un titular no se puede decir: “murió a manos de su marido”. Primero porque no murió, la asesinaron; segundo, porque nadie muere a manos de nadie, las asesinan las manos de alguien.

Hay feministas más expertas que yo en estos temas que ya han aportado propuestas al respecto:

1. Nuevo pacto con los Medios de comunicación y publicidad de cara a los mensajes que transmiten. Que los Medios de comunicación y publicidad, en su forma de dar la noticia, asuman una posición beligerante contra la violencia machista y la enfoquen como un problema de desigualdad entre hombres y mujeres, incompatible con una sociedad democrática.

2. Del mismo modo, eliminen absolutamente el lenguaje tendencioso, paternalista, cosificador y estereotipador hacia las mujeres en las noticias en general. No sólo las que tienen que ver con episodios violentos.

3. Que la noticia se focalice hacia el maltratador, el acosador, el violador o el asesino. Que sea él el señalado, el repudiado. Que a las mujeres se las trate como supervivientes, mujeres que viven y sobreviven para defender su libertad (y, en ocasiones, también las de sus hijos e hijas). Mensajes en positivo.

4. No caer en el sensacionalismo, enfocarlo como un problema de todas y todos, no como hechos aislados.

5. Formación y sobre todo SENSIBILIZACIÓN por parte de los profesionales de los medios.

Pero, además, se trata de hacer periodismo diario que tenga en cuenta claves como: tener un código ético en publicidad, anuncios no sexistas, cuidado con el lenguaje, el uso del reportaje como herramienta periodística para abordar de manera continua la violencia machista, que las noticias deben tener perspectiva internacionalista y desde el prisma de los derechos humanos, etc.

Eres la representante de una de las organizaciones que forman parte de la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza ¿En qué momento nace la Coordinadora, cuál es su misión y sus reivindicaciones en este momento en el que hablamos?

La Coordinadora cumple este año 35 años de existencia. Desde 1982, con momentos de más o menos presencia o de más o menos actividad, ahí ha estado. Y aquí seguimos. Las organizaciones que la forman tienen su ámbito de intervención en diferentes espacios: barrios, sindicatos, instituciones, asociaciones de mujeres, partidos políticos…, de tal manera que abarcamos una buen parte del espectro  social de la ciudad. El denominador común es que todas las organizaciones se denominan feministas y tienen entre sus objetivos la lucha feminista.

Trabajamos juntas en Zaragoza para reivindicar fechas significativas como: el 8 de marzo, el 28 de septiembre, el 25 de noviembre, el 24 de mayo. En los últimos años hemos incorporado a nuestra agenda activista la campaña navideña “Yo, Regalo Igualdad” y, en ocasiones, nos coordinamos y apoyamos a la Comisión de Mujer de la FABZ en sus concentraciones mensuales contra la Violencia Machista.

Creo que la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza se está convirtiendo en uno de los referentes importantes en esta ciudad en cuanto a asuntos relacionados con la reivindicación y la lucha feminista.

Cada vez estamos siendo más consultadas por algunos medios de comunicación ante noticias o realidades y somos capaces de rebelarnos ante más situaciones de desigualdad.

Somos capaces de reaccionar y convocar a la sociedad, no sólo ante asesinatos machistas de nuestra ciudad, sino que también hemos alcanzado la posibilidad de reaccionar ante agresiones sexistas o casos de violaciones (p.ej. en las fiestas del Pilar). Sentimos como hay una parte de la sociedad que está esperando la convocatoria de respuesta de la coordinadora, ante situaciones de estas, y se ponen de contacto con nosotras cuando saben de una agresión o una vulneración de derechos para preguntarnos qué respuesta vamos a dar.

Yo creo que eso significa que somos un referente, que nos conocen, que nos re-conocen, que esperan nuestra respuesta para sumarse a la indignación y la protesta,…etc. También nos llegan numerosos casos individuales de mujeres que acuden a nosotras porque están sufriendo una situación de maltrato. Como esto, últimamente, es muy habitual, hemos elaborado un listado de recursos que hay en la ciudad para dar respuesta a su caso.

Hace poco, hemos sido invitadas como expertas a intervenir en la Comisión especial de Estudio sobre las políticas y recursos necesarios para acabar con las violencias machista, que creó el Parlamento aragonés en esta legislatura. Que tengamos esa representatividad o esa consideración de interlocutoras como parte de la sociedad civil organizada, es motivo de orgullo.

Ahora mismo, digamos que coincidiendo con el fin del curso escolar, hemos acabado ese calendario de acciones fijas que tenemos a lo largo del año y que antes te he mencionado. Pero siempre hay cuestiones que debatir, nuevas propuestas que abordar y nuevas realidades a las que responder.

Formamos parte de la Plataforma Estatal 7N, y ahora mismo estamos inmersas en toda la campaña a nivel nacional con la petición de que las violencias machistas sean Cuestión de Estado. Tejemos redes con nuestras compañeras de los espacios feministas del Alto y Bajo Aragón y siempre surge alguna colaboración conjunta.

Hemos apoyado y participado en acciones que han llevado a cabo otras plataformas y colectivos feministas de Zaragoza, porque entendemos la sororidad y el apoyo mutuo como nuestras herramientas más valiosas.

El año pasado montamos el primer Encuentro Feminista en Aragón. Este año el trabajo has sido desbordante y no hemos podido darle continuidad, pero es posible que haya en un futuro (esperemos no muy lejano) un segundo encuentro feminista.

En definitiva, nuestro trabajo militante, activista y organizado no para nunca. Las compañeras que participamos en la Coordinadora estamos permanentemente en alerta y diariamente coordinadas para cualquier reacción de cualquier tipo que haya que hacer como colectivo. Venga de donde venga y sea del tipo que sea.

Como dice mi querida Carme G. de la Cueva: El feminismo es un trabajo que empieza muy pronto y que dura toda la vida”.

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