Leonardo Boff: “Los Juegos Olímpicos son una vergüenza para Brasil”

Vive en la ciudad que por estos días es sinónimo de juegos olímpicos, la primera sede de America del sur de la tradicional competencia deportiva. Sin embargo, en plena euforia olímpica, Leonardo Boff (“Premio Nobel Alternativo” 2001) dejó Río para participar de una serie de conferencias en Argentina donde criticó el actual rumbo de Brasil y reivindicó a los grandes ausentes en la ceremonia de apertura.

Leonardo Boff. Foto: Right Livelihood Award

Leonardo Boff es doctor en teología, profesor, conferencista y escritor. Es autor de decenas de libros y se cuenta entre los fundadores de la Teología de la Liberación, a la que desde hace décadas le incorpora una profunda mirada ecológica. Ha asesorado a movimientos populares, y colaborado con el Papa Francisco en  la encíclica Laudato Si. "Por sus ideas y trabajo para advertir los vínculos entre la espiritualidad humana, la justicia social y el cuidado del ambiente", en 2001 fue galardonado en Suecia con el Right Livelihood Award, conocido también como “Premio Nobel Alternativo”. Tiene 78 años y viaja por el mundo invitado a participar de distintas actividades donde el ambiente, la educación y la justicia social son ejes convocantes.

Desde este lunes está en Argentina participando de una serie de actividades en distintas ciudades del país. Tras su primera presentación, Leonardo Boff afirmó para la Fundación Right Livelihood Award: “Los juegos olímpicos están creando una gran vergüenza para el gobierno de Brasil porque los dos que han propiciado que vinieran los juegos, que fueron Lula da Silva [ex presidente] y Dilma [Rousseff, cuyo mandato se encuentra suspendido mientras transcurre el proceso de ‘impeachment’] ni siquiera han podido participar”.

Después de destacar a los últimos mandatarios elegidos en las urnas, el teólogo siguió: “Y el actual presidente [Michel Temer], que es el vicepresidente que usurpó la presidencia, estaba ahí presente en la inauguración, pero ignoto. Pidió que ni siquiera citaran su nombre porque preveía el rechazo total de la población, cosa que de hecho ocurrió. Entonces es complicado hacer juegos que significan fraternidad, cooperación, humanidad, dentro de una situación de gran conflictividad como la brasilera”.

Leonardo Boff también se mostró decepcionado por la negativa del Comité Olímpico Internacional (COI) a realizar un minuto de silencio durante la apertura de los juegos, en conmemoración de las víctimas de Hiroshima. Cuando las Olimpíadas estaban comenzando en Brasil a las 20.00 horas del día 5 de agosto, en Japón eran las 8.00 del día 6, momento en el que, 71 años atrás, Estados Unidos lanzaba la bomba atómica Little Boy sobre la ciudad de Hiroshima. Desde Brasil, Boff había sido uno de los impulsores del “grito silencioso contra las guerras”, junto a Chico Whitaker, cofundador del Foro Social Mundial (FSM) galardonado con el Right Livelihood Award en 2006; y Takashi Morita, presidente de la Asociación Hibakusha Brasil por la Paz.

“Estamos en un vuelo ciego, no sabemos hacia dónde vamos”, siguió Boff. “Lo que sí sabemos es que es una rearticulación de los grupos más conservadores y excluyentes de la sociedad. Son los grandes plutócratas, los ricos de la nación, que están en sintonía con la tendencia mundial que va hacia gobiernos más autoritarios, con ajustes económicos muy duros que sacrifican al pueblo y que significan una dictadura del capital. Ésta crea víctimas por todas partes y destruye los lazos de fraternidad mínima que estaban construyendo las bases con las políticas sociales, con la integración en la educación y la salud. Todo eso está siendo desmontado y contra eso hay que resistir, criticar, no aceptar. Son otros tiempos y hay que aprender las lecciones de la historia”, concluyó.

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