¿Las promesas del PSOE y CHA se las lleva el viento?

Comunicado de la sección de Enseñanza de CGT Aragón

El hartazgo ante la interminable política de recortes sociales del PP, el apoyo de investidura de Podemos e IU, el acuerdo de gobierno alcanzado con CHA y las promesas electorales han llevado al PSOE tras las elecciones del 24 de mayo al gobierno de Aragón. Esas promesas deben ser evaluadas, de lo contrario, se las llevará el viento.

El programa del PSOE apuntaba, y citamos textualmente, que su "prioridad con la escuela pública es manifiesta", prioridad detallada en varios puntos:

1."Recuperar, restablecer e impulsar un modelo educativo público, integrador, democrático y participativo". Esta promesa nos lleva a pensar, y sobre todo a esperar, que cuando se abra el proceso de escolarización la Consejería de Educación no dudará en potenciar los centros públicos, y decimos públicos porque así aparece en su programa. Lo contrario significaría que el PSOE identifica público con privado concertado sostenido con fondos públicos.

2. “Proponemos y defendemos un modelo público y laico”, “en el que no cabe la integración, ni en el currículo ni en el horario escolar, de enseñanzas confesionales”. Esta promesa, si bien no puede obviar normas superiores que mantienen la religión dentro del horario lectivo, y las mantienen porque aquella nunca fue eliminada ni cuando gobernaba en el Estado el PSOE, sí nos puede hacer esperar que no se van a impulsar conciertos con centros educativos religiosos, y que se reducirá al mínimo legal el tiempo lectivo de las asignatura de las diferentes religiones.

3. “Equilibrio en la asignación de plazas de alumnos con necesidades específicas de apoyo entre centros públicos y privados concertados”. Para alcanzar este objetivo señalan que se promoverán “medidas para evitar un elevado número de alumnos con necesidades de apoyo educativo en algunos centros”. Esta promesa, común a muchas de las formaciones políticas que concurrían a las elecciones autonómicas, nos lleva a esperar que el PSOE trabajará para erradicar la concentración del alumnado con necesidades de apoyo educativo en determinados centros. Por tanto, esperamos que no se vuelvan a repetir situaciones dantescas entre centros de un mismo entorno en los que el alumnado con una mayor problemática social, económica y educativa se concentra en centros públicos frente a su llamativa ausencia en centros privados concertados.

Si estas tres promesas no se llevan a cabo, podremos concluir que el PSOE miente, que no apoya a la escuela pública, que beneficia a la escuela privada concertada, que sus promesas electorales se las lleva el viento.

Como en las elecciones de mayo los socialistas no alcanzaron una mayoría suficiente, acabaron sellando un acuerdo de gobierno con CHA. Observemos su programa electoral en materia educativa para deducir hacia dónde inclinará la balanza.

CHA citaba entre sus objetivos la “apuesta decidida por la escuela pública”; garantizaba además que “los recursos públicos destinados a educación no financien modelos educativos excluyentes” y hablaba de “eliminar progresivamente los conciertos con centros privados existentes en la enseñanza, buscando alternativas públicas, y, por tanto, no concertar unidades en centros privados si existen espacios en centros públicos del entorno”.

De estas promesas podemos concluir que CHA nos garantiza que el futuro proceso de escolarización no beneficiará ni potenciará la educación privada concertada en Aragón. De lo contrario, podremos decir que CHA miente, que no apoya a la escuela pública, que beneficia a la escuela privada concertada, que sus promesas se las lleva el viento.

Cuando hace unos meses una enmienda de Podemos e IU a los presupuestos, que buscaba el pago del verano del profesorado interino, era rechazada por PSOE y CHA, se manifestó el incumplimiento del acuerdo de gobierno alcanzado entre ambas formaciones el 1 de julio de 2015, puesto que en su punto 2º ambas se comprometían a que los presupuestos para 2016 incrementasen los fondos destinados a recuperar “el empleo público destruido, así como sus condiciones laborales”.

Fue en ese momento en el que CGT inició una campaña de movilización que nos llevó a impulsar caceroladas en la sede del PSOE junto a STEA y a no firmar el Decreto de Interinos por lo que fuimos expulsados de las mesas de negociación a pesar de ser el 2º sindicato en representación. Poco después, el gobierno autonómico abría la posibilidad del cobro del verano.

Esperamos que en el proceso de escolarización no se incumplan las promesas electorales, a saber, que la enseñanza privada concertada en Aragón deje de tener un trato preferente, adoptando definitivamente el papel de subsidiaria que siempre debió tener; el cierre definitivo de todas las aulas vacías que todavía mantiene; así como que oferte todas las unidades que los colegios públicos sean capaces de albergar por espacio físico, solo concertando aquellas unidades estrictamente necesarias por la incapacidad de los centros públicos para atender a todo el alumnado de la zona.

De lo contrario, podremos decir que las promesas del PSOE-CHA se las lleva el viento.

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