Las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) llegaban en la mañana de este martes a Madrid, finalizando así, la denominada Marcha Negra, que les llevaba hasta el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (Magrama), después de andar 164 kilómetros, en siete etapas.
En esta reunión, la ministra Isabel García Tejerina ha reconocido a los bomberos forestales que "no puede hacer nada en cuestiones laborales", pero ha indicado que "hará un esfuerzo, en cuanto a la categoría profesional y a la segunda actividad, para que queden recogidas ciertas cosas". Ambas, reivindicaciones que se consideran irrenunciables por parte de las BRIF, además de medidas “indispensables”, para poner fin a la huelga.
Los trabajadores de las BRIF exigen cambiar de categoría laboral para pasar de peones de montes a bomberos forestales, puesto que, aunque esta categoría ya está reconocida en el catálogo profesional, la empresa estatal Tragsa se resiste a cambiarla pesar de que "no supondría subida salarial".
En este sentido, el representante de las BRIF, Santiago Terol, afirmaba que lo que piden es "una acreditación para seguir trabajando en incendios forestales cuando la Ley de Protección Civil lo exija", que es "dentro de unos años", según ha indicado.
Estas mismas condiciones laborales han propiciado que otro de los puntos que reivindican sea la posibilidad de pasar a una "segunda actividad fuera de los fuegos" cuando las condiciones físicas que deben acreditar anualmente les impidan trabajar en el monte.
Terol señalaba a la salida de la reunión que el encuentro finalizaba "sin un compromiso firme y claro" por parte del Magrama, pero con la satisfacción, por parte del colectivo en huelga, de que "la ministra haya conocido la versión de los trabajadores por primera vez en 86 días de huelga".