La visita del rey de Marruecos al Sáhara Occcidental aumenta la represión

Desde el Sáhara se tiene la sensación de que lejos de la imagen propagandística enviada por el monarca y el gobierno de Rabat, la realidad en los territorios ocupados sigue golpeando el activismo con represión

Mohammed VI visitaba El Aaiun el pasado 7 de Noviembre, cuarenta años después de la Marcha Verde, y fue recibido por calles desiertas, comercios cerrados, y la sensación popular de que la visita era una auténtica provocación.

El monarca aseguró que su visita se debía a la llegada de un nuevo periodo político para los territorios anexionados en 1975, y que Marruecos se halla en plena construcción de una nueva etapa en el "proceso de integridad territorial y la integración de nuestras provincias del sur".

Desde Rabat se trató de vender la visita con un halo aperturista, prometiendo servicios sociales, médicos y educativos, e incluso tuvo unas palabras de solidaridad con aquellas personas que continúan viviendo en campamentos de refugiados, sobre los que advirtió que "continúan sufriendo los dolores de la pobreza, la desolación y la privación y la violación sistemática de sus derechos fundamentales".

En el aniversario de la Marcha Verde, también hubo un indulto masivo a presos, en los que se incluyó a presos saharauis. Sin embargo, ninguno de los activistas encarcelados hace cinco años, tras los sucesos provocados por la policía marroquí en el campamento de Gdiem Izik, ha sido indultado. Se trata del mismo caso por el que el Estado español ha tratado de expulsar a Hassanna Aalia.

Desde el Sáhara se tiene la sensación de que lejos de la imagen propagandística enviada por el monarca y el gobierno de Rabat, la realidad en los territorios ocupados sigue golpeando el activismo con represión. Una represión que se vio aumentada con la efeméride.

Durante la semana de visita real las autoridades de ocupación marroquíes rodearon la casa del activista de derechos humanos y ex preso político del grupo Gdiem Izik, Taki Elmachdoufi.

Las autoridades marroquíes consideraban que las actividades Taki y su coraje por portar la bandera del Sáhara Occcidental, en varias manifestaciones en la ciudad de El Aaiun, eran motivo suficiente para arrestarlo hasta finalizar la visita de rey de Marruecos a los territorios ocupados.

Fuentes de Equipe Media aseguran que los agentes de seguridad, vestidos de civil, en coches de policía, continuaron vigilando los movimientos de la familia de Elmachdoufi y a aquellos quienes les visitaban, durante días.

En el mismo marco de represión contra activistas, las fuerzas de ocupación insultaron a la activista mediática Salha Boutengiza frente a la casa de su familia. Boutengiza fue amenazada por miembros de la policía marroquí.

Varios jóvenes fueron detenidos en el barrio de Raha, por hacer graffittis en contra de la visita del rey marroquí. Para ello, las fuerzas de ocupación no dudaron en usar la violencia y allanaron varias viviendas, hasta que detuvieron a tres jóvenes, sin que coincidan sus identidades con las primeras viviendas allanadas.

El jueves por la mañana, la policía marroquí detenía también a dos hijos del preso político saharaui Mbarek Daoudi, durante diez horas en una celda de aislamiento, después de esposarlos y maltratarlos.

En una conversación telefónica, Hassan Daoudi relató que uno de los guardias asaltó a su madre sometiéndola a una inspección humillante. Por ese motivo los dos hijos iniciaron una protesta por la que un grupo de guardias los agredió y detuvo en confinamiento solitario durante diez horas.

Mbarek Daoudi anunciaba este lunes el inicio de una huelga de hambre en protesta contra el acoso que sufre él y los miembros de la familia.

Por otro lado, el tribunal de la apelación marroquí condenó a 12 años de cárcel a fotógrafo de Equipo Mediático Mohamed Bambari de 46 años, acusado por homicidio en los incidentes de otoño de 2011.

Bambari permaneció en prisión después de la primera condena emitida por el Tribunal de Primera Instancia en Dajla acusado de participar en manifestaciones en la ciudad este verano. La noticia conmocionó a sus familiares y gente afín a la causa saharaui.

Esta condena muestra las intenciones de las autoridades marroquíes de poner en la diana a los periodistas y activistas que muestran la realidad de la ocupación, a pesar de las amenazas y el acoso que pueden sufrir por ello.

Equipe Media ha condenado estos hechos, considerándolos una venganza que empuja a los activistas inocentes y pacíficos a las cárceles, así como al despido de sus trabajos. “Aunque el ocupante goce de impunidad para este tipo de acciones, no podrá parar la fuerza de la militancia y activismo saharaui”.

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