La Terapia Ocupacional ante la Huelga feminista del 8 de marzo

Los trabajos menos valorados social y económicamente son realizados por mujeres y éstas cobran menos que los hombres, incluso en los mismos puestos (diferencia salarial de género o brecha salarial)

Para el próximo 8 de marzo se ha convocado una huelga mundial feminista, en la que las mujeres seremos las protagonistas y mostraremos al mundo que si nosotras paramos el mundo se para. Se trata de una huelga laboral, de cuidados, de consumo y estudiantil.

Pero ¿tiene algo que ver esta Huelga con la Terapia Ocupacional?

Como disciplina socio-sanitaria sabemos que la salud está influida sobre todo por factores ajenos a lo biológico. Hay evidencia de que los determinantes sociales influyen y condicionan la salud de las personas y comunidades. Hace ya tiempo que los y las salubristas advierten que para determinar la salud “el código postal es más importante que el código genético” y últimamente se están desarrollando interesantes estudios desde la epigenética que se ocupan de cómo las condiciones socio-económicas adversas y el estrés que las acompaña se engarzan a nuestra biología.

Uno de los determinantes sociales de la salud es el rol de género, ser mujer provoca desigualdades en salud que son, por definición, injustas y potencialmente evitables. Ser mujer provoca una vulnerabilidad, debida a diferencias sociales asociadas al rol de género que determina diferentes valores, actitudes y conductas, así como desigualdades en el poder y en el acceso a los recursos y una profunda división sexual del trabajo. Los trabajos menos valorados social y económicamente son realizados por mujeres y éstas cobran menos que los hombres, incluso en los mismos puestos (diferencia salarial de género o brecha salarial).

Desde la perspectiva de la interseccionalidad, podemos ver que los ejes de desigualdad en salud no actúan de manera aislada, sino que las causas y dimensiones de la opresión de las mujeres operan de forma múltiple y simultánea. El rol de género no se estudia como una categoría aislada, sino en conjunto con otras categorías como clase social, etnia, territorio y edad. En línea con estos planteamientos, el Feminismo de la diversidad funcional ha desarrollado las teorías de la “Discriminación Múltiple”.

Las y los terapeutas ocupacionales desarrollamos una parte de nuestra labor acompañando procesos de personas con diversidad funcional. Entre las mujeres hay mayor prevalencia de discapacidad y las mujeres con diversidad funcional están más expuestas a sufrir abusos y violaciones de los derechos humanos, como ejemplo, y sin salir del estado español, podemos nombrar la esterilización forzosa (sin su consentimiento) de personas con diversidad funcional, en su mayoría mujeres, que alcanza alrededor de las 100 al año registradas. En torno a la sexualidad de las personas con diversidad funcional existen muchos mitos y falsas creencias, en el caso de las mujeres se agrava la opresión ante la expresión de su sexualidad y ante orientaciones e identidades sexuales diversas.

Desde Terapia Ocupacional se trabaja cada día más con “los cuidadores”, pero tenemos la asignatura pendiente de incorporar la perspectiva de género en los estudios e intervenciones en este ámbito. En todo el mundo son en su mayoría mujeres las que sostienen el cuidado y el mantenimiento de la vida, son mujeres las que desempeñan esas ocupaciones, invisibles e infravaloradas, sin las cuales sería inviable participar en las otras ocupaciones a las que se les da socialmente más valor.

Con respecto a las violencias machistas, también estamos comenzando a aportar nuestro saber y bagaje profesional en intervenciones de apoyo a las mujeres que sufren la parte más visible y brutal de la violencia estructural contra las mujeres. Sin embargo, debemos ir más allá, como profesionales socio-sanitarias debemos ser conscientes también de las violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas, que vivimos las mujeres sea cual sea nuestra edad y condición y que afectan de manera más profunda a mujeres en situación de vulnerabilidad como mujeres migradas y trabajadoras domésticas.

En nuestra disciplina trabajamos una mayoría abrumadora de mujeres (90%). Sin embargo, son los terapeutas ocupacionales hombres los que tienen más posibilidades de ocupar puestos de supervisión y de responsabilidad y promocionar en la empresa. También participan como ponentes, docentes, en publicaciones y en puestos influyentes de la Terapia Ocupacional en una proporción mucho mayor al 10% que representan en nuestra profesión. Es una muestra del “techo de cristal”: esa frontera invisible, compleja y multifactorial que hace a las mujeres mucho más duro el camino para ocupar puestos de reconocimiento, responsabilidad y dirección.

Así pues, contestando a la pregunta que me hacía al inicio, esta huelga sí tiene que ver con la Terapia Ocupacional.

El 8M, mi yo terapeuta ocupacional va a la huelga

• Por sororidad con las demás mujeres, con mis compañeras terapeutas ocupacionales y con las mujeres en especiales condiciones de vulnerabilidad con las que a menudo nos encontramos en nuestra labor profesional.
• Porque las y los terapeutas ocupacionales desarrollamos nuestra labor al lado de la gente, apoyándola en su vida cotidiana, y sabemos lo cruciales que son esas ocupaciones que se dan en el ámbito privado, invisibilizadas y denostadas socialmente.
• Porque conocemos bien la importancia de entornos y contextos en la salud de las personas y debemos implicarnos y posicionarnos para conseguir unas condiciones sociales y políticas que no dejen fuera a la mitad de la población ni impongan roles de género rígidos y dicotómicos que provocan la alienación ocupacional tanto de mujeres como de hombres.

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