La sección estatal de CGT en las BRIF exige a Tragsa mejoras en sus condiciones laborales

La mayor parte de sus demandas se encuentran dentro del ámbito de la seguridad y la salud. Aunque también, el aspecto económico juega un papel fundamental en las reclamaciones que desde el sindicato solicitan a la empresa pública dependiente del Ministerio español de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA)

Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Desde la sección estatal de CGT en las BRIF, sindicato más representativo en número de afiliados y afiliadas dentro de las brigadas, desean aclarar ciertos puntos de la negociación que están llevando a cabo con la empresa pública Tragsa, la cual, a juicio del sindicato, “ha estado ignorando nuestras peticiones dentro de la negociación, algunas dentro del ámbito de seguridad y salud y otras de índole económica”.

Al parecer, dentro de dicha negociación se está llegando a un acuerdo respecto al reconocimiento de la categoría de bombero forestal, categoría que va a ligada a una determinada formación.

Sin embargo, y al mismo tiempo, desde CGT reclaman justicia para las personas que trabajan en dicho colectivo. Un hecho que conllevaría la inclusión de cuatro unidades de competencia en lugar de las dos unidades que únicamente existen a día de hoy, ya que según explican, éstas resultan vitales como labores de apoyo en contingencias del medio natural y rural, y para asistir como primer interviniente.

“Queremos recordar que nuestro trabajo no es únicamente apagar incendios. Nos encontramos con situaciones diversas a la par que adversas, como pueden ser ayudar a desalojar casas, tratar con personas afectadas por los incendios, ser los primeros en llegar a los accidentes -aquí entran desde caídas de helicópteros a atrapamientos por fuego-, gestionar el estrés y las emociones dentro de los incendios, etcétera”, señalan.

Para ello, el Ministerio español de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) a través de su encomienda para el dispositivo BRIF, y que se consiguió que ésta fuera publica a través de denuncias realizadas por el sindicato CGT, dice textualmente en la pagina 24 de la misma, lo siguiente: “Aparte de la formación e instrucción especifica recogida en los distintos apartados de la presente encomienda, es necesario mantener y mejorar las capacidades y cualidades del personal con otro tipo de formación continua”.

Y prosigue: “El manejo del fuego, las actuaciones en interfaz rural/urbano forestal, aspectos de seguridad en las operaciones, análisis y planificación, sistema de mando de incidentes, primeros auxilios, gestión del estrés, emocional y de equipos son materias en las que se ha identificado que el personal del dispositivo de extinción y prevención requiere un refuerzo adicional. Para ello se habilita la partida presupuestaria estimada a justificar que permita su ejecución”.

“Hasta el propio Ministerio especifica qué quiere para las BRIF dentro de la materia formativa, siendo muy similar a lo que CGT pide para el colectivo, además de ser equiparable a las competencias profesionales que se requieren para una total formación como bombero forestal”, subrayan. “Nos parece lamentable que no se nos dé una formación completa ya acorde a los acontecimientos” que se pueden desarrollar durante la realización de su labor, “habiendo tiempo y vías para ello, más si cabe cuando la encomienda lo solicita”.

Otra de las peticiones que desde el sindicato formulan a la empresa pública es conocer la procedencia del dinero que el MAPAMA invierte en las BRIF. “Hemos llevado toda la negociación en desigualdad de condiciones desde que Tragsa se negó a darnos esta información”, reconocen en CGT. “Llevar a cabo una negociación sin conocer los detalles técnicos y económicos del encargo nos parece un error que hemos intentado solucionar pidiendo los datos económicos de la misma, siendo siempre el mismo resultado, la total negativa de la empresa para facilitárnosla”, destacan.

Lo que al mismo tiempo les hace preguntarse: “¿Por qué Tragsa, siendo una empresa que utiliza dinero público, no facilita a los representantes de los trabajadores dicha información?”. De hecho, para CGT esta negación de la información resulta una “ilegalidad debido al carácter de sigilo de los representantes de los trabajadores y también a los derechos de información que están recogidos en la legislación laboral”.

Por ello, y en su opinión, “parece que les da igual o ya empieza a parecer que ocultan algo, ya que incluso en el Congreso se hicieron preguntas de esta índole para esclarecer algo que empieza a ser oscuro, ya que si no tienes nada que ocultar, ¿por qué lo niegan?”, se cuestionan.

El reconocimiento del “tóxico, penoso y peligroso” es una demanda que también desde el principio de las negociaciones han defendido desde CGT “a capa y espada”. “En nuestro trabajo hay algo de lo cual tarde o temprano se respira, y eso es humo. Debido a la índole de nuestro trabajo respiramos la combustión de los materiales vegetales, con la consecuente desgaste de nuestra salud”, explican.

A este respecto, desde el sindicato han presentado diversos estudios en los cuales indican que el trabajo que desempeñan resulta tóxico. Uno de ellos, realizado en Madrid, analiza más de 70 gases producidos por la combustión vegetal, siendo tres de ellos tóxicos y en el límite de exposición a corto plazo que recomienda el Instituto Estatal de Seguridad e Higiene en el trabajo. La acroleína, el formaldehído y el CO2 son dichos gases, “siendo los tres bastante peligrosos, pero además el formaldehído es sospechoso de originar cáncer”. Por ello, desde CGT aseguran que este aspecto debe de ser reconocido en su trabajo, ya que perjudica directamente a su salud.

“El MAPAMA ha dicho que ha realizado un importante esfuerzo para con las BRIF, la unidad de élite contra incendios forestales del Ministerio de Medio Ambiente. Cierto es que ahora trabajamos todo el año, pero, ¿la biodiversidad del Estado español no se ha visto beneficiada con ello?”, se preguntan. “Llevamos peleando tanto contra incendios forestales como por nuestras condiciones laborales durante años. Mientras, algún compañero ya no está con nosotros, y otros lamentablemente han tenido que cambiar de trabajo debido a lesiones o porque la edad no les permitía seguir en este duro trabajo”, confiesan.

En su opinión, “cierto es que ahora parece que hay avances con la segunda actividad que valdrá para que unos pocos compañeros tengan un futuro dentro del dispositivo, pero siendo la unidad del Ministerio por excelencia contra incendios forestales, parece que poco le han importado las negociaciones del mismo, estando ausente durante toda ella y pareciendo que no le importa las condiciones de sus bomberos forestales de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF)”.

Por otro lado, donde también existen divergencias con la empresa pública Tragsa es en el sueldo, ya que las expectativas económicas creadas por trabajar en una unidad de élite y la realidad, distan mucho de ser cercanas. “Siendo nuestro carácter de actuación estatal y cuando nos tratan como unidad de alto nivel de actuación contra incendios forestales, nos preguntamos si una unidad de élite no debería de tener unas condiciones de élite”, recalcan. “Una vez más –a este respecto- nuestras peticiones fueron ignoradas por la empresa y el resto de la parte social, diciendo que esto será a largo plazo”.

Por último, desde CGT aseguran haber “transmitido y defendido” lo que las personas afiliadas, trabajadores y trabajadoras han comunicado “dentro de las asambleas”. Por eso, “a día de hoy, CGT no se suma a las huelgas convocadas por el resto de sindicatos”. “Marcamos un camino diferente, ya que esta serie de peticiones en las convocatorias –del resto de sindicatos- ellos no las veían necesarias que saliesen, y por eso dijimos de hacer un día de huelga, ese día de huelga es el 9 de octubre”, concluyen.

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