La primera ministra de Escocia habla del segundo referéndum

Nicola Sturgeon clausuró el congreso del Scottish National Party el pasado 8 de octubre. En su discurso de cierre afirmó la voluntad de su gobierno de convocar un nuevo referéndum, pero no dijo cuándo se produciría.

Foto: SNP

Y mientras en el estado español el gobierno central podría suspender -de iure- la autonomía de Catalunya, el pasado domingo día 8 de octubre, en Escocia, la primera ministra de la nación, Nicola Sturgeon, cerraba el congreso de otoño del Scottish National Party (SNP) afirmando que en el futuro habría un nuevo referéndum.

Había una gran expectación para saber qué diría Sturgeon sobre la independencia de Escocia enfrente de los y las militantes de su formación. Más cuando la situación actual en el Reino Unido tiene tanta relación con el Brexit.

La mandataria realizó un discurso de casi una hora en el que reservó para el final sus declaraciones acerca de la independencia escocesa. La primera ministra fue algo ambigua con respecto al hecho de si el segundo referéndum escoces depende o no de la concreción de las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. Pese a que dejó claro que el SNP está a la espera de que se aclaren los términos de desconexión entre Londres y Bruselas, también remarcó que Escocia seguirá con su proyecto de autodeterminación pase lo que pase.

Esa ambigüedad se aprecia claramente en el mensaje de la líder independentista a los miembros de su partido y que fue recibido con tibios aplausos: “La gente, antes de nada, quiere claridad sobre el Brexit, y nosotros lo respetamos. Pero a todos vosotros que estáis aquí y a lo largo del país impacientes de cambio, déjadme deciros algo: Quizás no sabemos aun cuándo ejerceremos nuestro derecho a decidir. Pero podemos, debemos, y siembre defenderemos la opción independentista”.

Mucho más contundente fue el vicepresidente del SNP, Angus Roberston, en su interlocución que se produjo antes de la de Sturgeon. “Nos quedan 1.000 días hasta las próximas elecciones al Parlamento de Escocia, en los que habrá un referéndum”, afirmó Roberston.

Estas dos velocidades son el nuevo signo de un SNP que vive momento de confusión. Desde que la formación nacionalista y socialdemócrata perdiera 21 escaños en el Parlamento de Westminister en las elecciones celebradas el pasado junio, las voces de descontento han aumentado entre sus filas. Se trata de un debate de “tempos”: mientras algunas personas del SNP apuestan por acelerar el segundo referéndum pues consideran que el partido independentista sigue teniendo el mandato popular, para otras hay que esperar a que se celebren las elecciones de 2021 en Escocia para que pueda convocarse la consulta de nuevo.

Quedan claros dos hechos sin apenas relación entre sí. El primero: Sturgeon tendrá que decantarse por una de las dos opciones y para ello deberá decidir si puede esperar a que se concrete el Brexit. El segundo: El Reino Unido no es el Reino Español.

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