La Nuit Debout, de París al resto del país

Ciudades como Lyon, Estrasburgo, Tolosa (Toulouse), Caen o Marsella se concentraron este fin de semana en contra de una reforma laboral injusta, pero también reclamando un cambio político real

El movimiento surgido el pasado jueves en Francia, tras la huelga general contra la aplicación de reformas laborales, continúa su aumento exponencial. En la parisina Plaza de la República, más de 20.000 personas se daban cita durante la noche del domingo al lunes. Los toldos, el material de acampada y las pancartas comienzan a invadirlo todo en la plaza, tal y como ocurriera en Madrid, y en otras muchas plazas a lo largo del Estado español, hace cinco años.

El paquete de reformas laborales impulsado por la ministra de Trabajo gala, Myriam El Khomri, que ya ha sido bautizado como “Ley El Khomri”, ha generado una oposición frontal de todos los sindicatos, los partidos de izquierda y una amplia mayoría de la población.

La reforma del gobierno francés facilita el despido y rebaja sustancialmente las indemnizaciones por despido. En líneas generales la ley El Khomri permite el despido tanto si la cifra de negocios empeora, como si la empresa se enfrenta a procesos de reorganización. Además, las indemnizaciones por despido se rebajan de cuatro a tres meses de salario cuando la antigüedad es inferior a dos años y de 27 y 24 meses a 15 cuando se superan los 20 años trabajados. No solo eso, sino que también establece un tope en las indemnizaciones por despido improcedente, que corresponde establecer a un tribunal de trabajo. Por último, el paquete de reformas resta muchísimo poder al convenio colectivo, pudiendo prevalecer sobre el mismo las decisiones internas de las empresas.

El comunicado inicial de Nuit Debout, movimiento al que ya se compara con el 15M, advertía que esta  reforma laboral era la gota que había colmado el vaso de la indignación. “Tras la movilización en línea detrás del lema ‘Valemos más que esto’ y la efervescencia creativa provocada por la película ‘Gracias Jefe’, un colectivo de ciudadanos abiertos, decididos, alegres y pragmáticos se ha formado. Buscamos una convergencia de las luchas sociales y ambientales y la movilización de los estudiantes”.

“Nuestra movilización tiene como primer objetivo el recoger y liberar la voz de los ciudadanos que es inaudible en el estrecho marco de la representación política tradicional.

Decidimos pasar de la red a las calles y hemos ocupado pacíficamente lugares públicos. El #NuitDebout nació de una apuesta loca a que el número de apoyo popular ha dado la razón. Bebemos de las experiencia de los indignados españoles, del movimiento Occupy norteamericano y de la Primavera Árabe, y estamos construyendo un movimiento horizontal, no violento y creativo”, continuaba ese comunicado.

Probablemente la salvaje y liberal reforma laboral planteada por El Khomri no haya sido más que el último empujón hacia la movilización de una población cansada de que sus votos no sirvan para mucho. La crisis de 2008, que se alarga indefinidamente, y una economía globalizada han relegado a la política a un segundo plano, en el que sus acciones están supeditadas a intereses económicos mientras se impulsan leyes más represivas.

Por el momento el movimiento se afianza, como fuera haciendo poco a poco en Madrid, aunque todavía sin salir del marco de París. También tardó unos días en extenderse por el resto del Estado español en 2011. Tanto en París, como en Madrid, las concentraciones se han organizado pocos meses antes de unas elecciones a nivel estatal, quizá impulsadas por ese grito ensordecedor: “no nos representan”.

Sin embargo, la realidad política francesa muestra un panorama que esta movilización no podrá cambiar. El desclasado Partido Socialista (PS) francés, no saldrá bien parado de una protesta que se alargue en el tiempo, pues sectores críticos dentro del mismo, pueden simpatizar con Nuit Deboit y la posible respuesta organizativa que puedan conformar los indignados franceses. Un mayor debilitamiento del PS abocaría a una agónica segunda vuelta en las presidenciales francesas entre Marine Le Pen y Nicolas Sarkozy.

Aún así, desde Nuit Deboit se muestra optimistas. “Se cumplen todas las condiciones para una verdadera renovación democrática diseñada colectivamente por todos los ciudadanos que no se resignan y se están levantando en todo el país”, advierten bien, pues sin duda el éxito de esta protesta reside en como actúe el resto de Francia, lejos de la concentración en la metrópoli de París y cuanto tiempo pueda mantenerse activa la Nuit Debout. Por el momento, plazas clave como Lyon o Marsella ya se concentran en las plazas.

Autor/Autora

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies