La extrema derecha gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales austriacas

Si Hofer gana la segunda vuelta, podría empujar a unas elecciones anticipadas donde aprovechar la popularidad actual del partido FPO, al que las encuestas colocan como el primero en intención de voto, con un 30% del sufragio

Norbert Hofer.

El candidato de extrema derecha Norbert Hofer, del  Partido de la Libertad (FPO), ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Austria este domingo, dando un golpe histórico al bipartidismo.

Hofer consiguió el 36% de los votos y se enfrentará al representante de Los Verdes, Alexander Van der Bellen, en segunda vuelta, tras conseguir esta última formación el 20% de los votos. Una carrera hacia la presidencia del país alpino que se decidirá el próximo 22 de mayo.

Ninguno de los candidatos de los partidos de la coalición de gobierno, formada por el partido  el derechista Partido Popular (OVP) y los socialdemócratas (SPO) del canciller Werner Faymann, participaran en esta segunda vuelta, tras conseguir un escueto 22% de votos entre ambos, lo que supone un rotundo varapalo para el bipartidismo.

Es la primera vez en la historia de Austria, tras la Segunda Guerra Mundial, que el presidente no pertenecerá a ninguno de estos partidos.

El cargo de presidente austriaco, es en gran parte ceremonial, pero su titular tiene la facultad de disolver el gabinete, es quien toma juramento al canciller y también comandante en jefe de las fuerzas armadas.

Si Hofer gana la segunda vuelta, sería sin duda un impulso para el FPO, y podría empujar a unas elecciones anticipadas donde aprovechar la popularidad actual del partido, al que las encuestas colocan como el primero en intención de voto, con un 30% del sufragio.

Hofer, de 45 años, ha sacado provecho del malestar de muchos austriacos con el funcionamiento del Gobierno de Werner Faymann y sus medidas antes la crisis de los refugiados, que considera un parche ante la alternativa de cerrar las fronteras. "Necesitamos controlar nuestras fronteras. Austria no es la seguridad social de medio planeta", declaraba en uno de sus últimos mítines.

El resultado de estas elecciones saca a la luz la deriva xenófoba y ultranacionalista austriaca. La campaña del FPO se ha centrado en el problema migratorio. Austria ha recibido en el último año más de 80.000 solicitudes de asilo, lo que ha removido el mensaje islamófobo entre la población. Una situación que ha aprovechado Hofer para volcar su discurso contra el gobierno y la supuesta laxitud de sus políticas en torno a la crisis de los refugiados.

Por su parte Van der Bellen ha esgrimido durante la campaña que las políticas migratorias austriacas han sido demasiado duras con los solicitantes de asilo. No obstante Austria vivió a la sombra del mensaje de Merkell con respecto a los cientos de miles de personas refugiadas, durante los primeros meses de 2015, para posteriormente liderar el bloqueo de fronteras en la ruta de los Balcanes, desatando la crisis humanitaria en Grecia y provocando la firma del polémico acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía. Un cambio de política que no le ha servido para remontar en las urnas al VPO.

Enfrentamientos en el paso de Brenner por la política migratoria austriaca

La jornada electoral también estuvo marcada por la protesta en Brenner en la que decenas de manifestantes protestaban ante el inminente aumento de controles en el paso fronterizo entre Italia y Austria.

La Policía austriaca detenía a una persona y cargaba, con porras y gas pimienta, contra los manifestantes, la mayoría de nacionalidad italiana, que protestaban este domingo contra los planes para introducir controles anti-inmigración más estrictos.

En la manifestación participaron integrantes de algunas de las organizaciones políticas de izquierda italiana, que criticaban con dureza la actuación policial. Nicola Fratoianni, coordinador nacional de Izquierda Italiana declaraba que se trataba de “un asunto grave, del que Austria tendrá que responder en los foros apropiados”. El detenido Gianmarco De Pieri, era liberado pocas horas después.

Austria informó este mes de abril de que podría introducir controles más estrictos en el paso alpino que comenzarían a partir del 1 de junio, a más tardar. Italia señalaba que el plan incumple el reglamento de la UE sobre la libertad de movimiento de las personas. Por su parte, la Unión explicó la semana pasada que estaba valorando la denuncia.

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