José María González ‘Kichi’: “Los grandes cambios tienen que venir, obligatoriamente, acompañados de una movilización social en la calle”

Partidario acérrimo de la autocrítica a la hora de gobernar, 'Kichi' nos confiesa que, a pesar de haber conseguido cambios significativos en la ciudad de Cádiz, todavía queda mucho camino por recorrer. Reconoce también que cuando finalice el ciclo de ocho años con el que se comprometió cuando se presentó a las municipales de 2015, volverá a su instituto, a sus clases. “Seguiré militando porque he militado toda mi vida y no la conozco de otra manera, pero lo haré desde otro plano, desde segunda, tercera o cuarta fila”, afirma.

Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

La jornada ‘Municipalismo 2019: otra manera de ser y estar en política’ celebrada en la capital aragonesa el pasado 20 de enero, nos ofreció la oportunidad de entrevistar a José María González, más conocido como ‘Kichi’. Una gran ocasión para hablar con el alcalde de Cádiz de política municipalista, de empleo, de los movimiento sociales y del futuro, entre otros asuntos.

La remunicipalización de los servicios públicos, ¿es cuestión de voluntad política?

Por supuesto que es cuestión de voluntad política. Nosotros cuando estábamos elaborando el programa de por Cádiz Sí se puede para presentarnos a las municipales, teníamos contemplado en el mismo la remunicipalización de servicios como una de las prioridades por dos motivos fundamentales. Primero, porque los queríamos blindar frente al interés privado, y para nosotros eso era muy importante, ya que éramos conscientes, somos conscientes, que una vez que explota la burbuja inmobiliaria hacia donde se giran los grupos inversores es precisamente hacia este nicho de mercado de los servicios públicos. Lo vemos con la sanidad, lo vemos con la educación y evidentemente, los servicios públicos en general, no solamente estos que pueden ser los más significativos, están en peligro de convertirse en intereses que coticen en bolsa.

Lo segundo, mejorar las condiciones de estos trabajadores porque al estar externalizados estos servicios, la mayoría de ellos, dentro de la ciudad y dentro de los municipios, las condiciones laborales de estos trabajadores que son públicos también están bastante precarizadas porque están a merced de los intereses de las empresas. Pero es que además hay un tercer elemento, y es la calidad de estos servicios. Cuando se externalizan, no solamente se precarizan las condiciones de los trabajadores sino que también lo hace la calidad de esos servicios. Servicios que, presuntamente, deben de ser de calidad porque muchos de ellos juegan un papel protagonista en la calidad de vida de la gente. Estamos hablando de la recogida de basuras, de la limpieza de las instalaciones municipales, de la gestión del agua, en el caso de una ciudad costera como Cádiz estamos hablando de la calidad de las playas y el servicio que se da, no solamente para los vecinos sino también para los turistas… Es una cuestión política, evidentemente, aunque hay otros elementos y otros factores de carácter técnico que también hay que tener muy en cuenta.

¿En que situación se encuentra este proceso de remunicipalización en Cádiz?

Nosotros hemos conseguido, al final, culminar un expediente que posiblemente sea el mejor expediente de remunicipalización de toda España por la cantidad de problemas que hemos tenido (risas). Porque ha habido muchísimas pegas, muchísimos peros que han tenido que venir acompañados de un informe aclaratorio o explicativo, incluso en caso de contrainformes de informes previos. Con lo cual, el volumen del expediente de remunicipalización de los servicios de playa, en este caso de Cádiz, en concreto de la limpieza de arenas, del mantenimiento de los módulos de playa, y del servicio de salvamento y socorrismo, que son los tres servicios que hemos remunicipalizado, tiene un expediente que yo diría que se puede enseñar en las facultades.

En cuanto a los apoyos, evidentemente los partidos conservadores, tipo PP y Ciudadanos que tienen presencia en el arco plenario del Ayuntamiento de Cádiz, se manifestaron absolutamente en contra y sabemos por qué. Evidentemente juega en contra de sus intereses. Ya estamos viendo con las declaraciones de Francisco Correa el porqué. Digamos que es un papel muy íntimo entre las empresas y la financiación de estos partidos.

En el caso del Partido Socialista fue diferente, porque si bien al principio decían que no íbamos a poder remunicipalizarlos en la vida, que no lo íbamos a poder hacer hasta el año 2033, llegó a decir algún portavoz en un Pleno, después han sido colaboradores en el proceso. Un colaborador muy fiscalizador, poniendo muchos problemas y muchas pegas, disfrazando también de preocupación, de rigor… pero en el fondo lo que había era un interés de: lo que está planteando esta gente nosotros no lo hemos planteado nunca en la vida. En definitiva, creo que se han visto obligados a sumarse a la ‘marea’ remunicipalizadora porque no se podían quedar fuera, en el caso de Cádiz. En el caso de Zaragoza, el hecho de que el Partido Socialista no ayude y no colabore en la remunicipalización de lo que plantea el equipo de Santisteve es un error de bulto, creo.

La política local, la participación, la transparencia y la cercanía institucional son algunas de las bases sobre las que se asienta el municipalismo. ¿Crees que esta manera de hacer política está calando en la ciudadanía hasta tal punto de volver a repetir el éxito de las pasadas elecciones municipales?

Es algo que está por ver. A mi no me gusta jugar a futurólogo. Es algo que se demostrará cuando llegue el momento. Creo que no lo estamos haciendo mal. Creo que hemos demostrado, no solamente que no somos malos, sino que somos capaces de gobernar mejor que ellos y que gestionamos mejor el dinero público y las cosas que son de todos. Además de eso, creo que ningún grupo municipal, ningún ‘ayuntamiento del cambio’, ha cometido ningún error imperdonable, como sí han cometido otros ayuntamientos de otras corporaciones en el pasado. El resultado de esa ecuación puede ser que se vuelva a confirmar, o que se refuerce o se revalide, el éxito electoral en los próximos comicios municipales. No te lo podría confirmar. Ojalá que sea que sí.

¿No tienes la sensación que desde la llegada al poder de los llamados ‘gobiernos del cambio’ se ha perdido parte de la movilización y de la presión social que en años anteriores sí había en la calle?

Sí, actualmente asistimos a un reflujo del pico de los movimientos sociales, algo que también por otra parte es absolutamente normal, porque los picos de movilizaciones coinciden con momentos muy especiales. En concreto, el surgimiento de Podemos está íntimamente ligado con el 15M y los momentos más dramáticos de la crisis inmobiliaria, de la crisis económica… Pero bueno, creo que aunque ese pulso de la movilización social esté, como digo, en un momento de reflujo y se hayan depositado en una expectativa electoral al frente de las instituciones, también creo que no está del todo dormido. Creo que hay algunos campos, como por ejemplo el feminismo, en el que la movilización social, el activismo, es el más vivo de hace décadas.

Yo tengo grandes expectativas depositadas en el movimiento feminista, en el movimiento animalista, en el movimiento ecologista, que por lo menos en el sur están bastante activos y bastante movilizados. Lo que ocurre es que también es tarea nuestra volver a sacar a la gente a la calle, porque uno de los límites de las instituciones es precisamente ese, delimitar el ‘afuera’, que decía esta mañana Iago, el jefe de Gabinete del Ayuntamiento de A Coruña, el qué parte le toca a la ciudadanía hacer, esa ciudadanía de la que hablábamos, organizada, vigilante… que nos obligue permanentemente a atender a los problemas de nuestros vecinos y a no olvidar dónde están nuestras prioridades. Esa presión es necesaria porque desde las instituciones no podemos arreglarlo todo, hay límites en las instituciones. Además, los grandes cambios tienen que venir, obligatoriamente, acompañados de una movilización social en la calle. Ese hecho es indivisible. Quien piense que desde las instituciones agitando una varita mágica vamos a conseguir transformar los problemas de la gente, está en un error. Necesitamos a los movimientos sociales, por supuesto.

Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)
Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Desde que llegasteis al Gobierno, ¿qué cambios destacables se han dado en Cádiz?

Muchos, no todos los necesarios porque todavía no hemos conseguido todo lo que nos habíamos propuesto pero creo que vamos en una dirección más que aceptable. Destacaría como uno de los cambios más significativos el poner los problemas de la gente de Cádiz en el centro de nuestras actuaciones políticas. La política municipal del Ayuntamiento de Cádiz, ahora, atiende a los problemas de la gente. El bono social del agua y el bono social eléctrico son dos propuestas que responden a un problema fundamental, y es que en Cádiz había gente a la que se le cortaba la luz y el agua porque no podían pagarla. Es decir, pasar de un sistema de la Delegación de Asuntos Sociales, digamos más asistencialista o más caritativo, hemos pasado a una Delegación de Asuntos Sociales que responde a un paradigma del asunto social como derecho social, y eso creo que es importante.

Además de eso creo que la propia gestión de lo público, la propia gestión de la institución, también ha mejorado significativamente. La reducción de la deuda en más de 40 millones de euros y la reducción del promedio medio de pago a proveedores en más de la mitad son dos muestras bastante significativas. La creación de un proyecto, de un plan de ciudad, de futuro basado en la transición energética, en la movilidad, en la peatonalización, creo que eran asuntos pendientes de la política gaditana y que ahora están en el centro. En muchas ocasiones hemos tenido que empezar de cero porque no había plan de movilidad, porque no había plan de sostenibilidad, porque no había medidas de eficiencia y ahorro energético que para nosotros son cuestiones prioritarias y que no se habían trabajado nunca o se habían trabajado de forma cosmética en el Ayuntamiento. Creo que son cambios significativos, aunque como te digo, queda mucho camino por andar.

¿Es necesaria la autocrítica a la hora de gobernar?

Es imprescindible. Yo soy una persona muy exigente. Nunca estoy contento con nada, siempre estoy enfadado y preocupado, con mis compañeros y conmigo mismo. Precisamente por lo que te acabo de decir, creo que queda mucho trabajo por hacer, mucho camino por andar y muy poco tiempo. Los tiempos de la gente son muy rápidos, la gente tiene problemas y necesitan que se les sean solucionados y sin embargo los tiempos de la administración son muy lentos, la burocracia es muy lenta… y eso me genera mucha ansiedad porque intento equilibrar al máximo posible esa diferencia entre el tiempo de la gente y el tiempo de la administración.

Por lo tanto la autocrítica no es que sea importante, es imprescindible porque si no caemos en otro defecto que es horrible, que es la autocomplacencia. Yo siempre digo a mis compañeros y compañeras que no estamos de camping, no hemos venido al ayuntamiento a vivir una experiencia, estamos trabajando, tenemos una misión que cumplir, además con un margen de error cero, y como este desafío no llegue acompañado de la autocrítica constante al final cometes el riego de quedarte por el camino y no conseguir nada de lo que habías venido a cumplir.

En el año 2016, el desempleo juvenil en Cádiz se situaba en el 46,3%, una de las cifras más altas en el Estado español. ¿Qué políticas habéis aplicado desde vuestra formación para revertir esta situación? 

Teniendo en cuenta cuáles son las limitaciones de lo municipal en la política de empleo y que es necesaria, obligatoria, la colaboración y la solidaridad entre las administraciones, en este caso con la Junta de Andalucía y con el propio Gobierno de España, desde el Ayuntamiento de Cádiz hemos alumbrado desde políticas de formación encaminadas a formar a nuestra juventud en la demanda presente y futura del mercado laboral de la Bahía. De hecho hemos conseguido una Escuela Taller después de ocho años sin haber Escuela Taller en Andalucía, por el tema de la formación en la Administración andaluza y el problema que tuvieron con… ya sabes (risas). Este año se vuelven a editar los cursos de formación y hemos conseguido una Escuela Taller de Aeronáutica, que es un sector pujante, un sector tractor en la economía de la Bahía de Cádiz y nosotros hemos conseguido la mejor nota de la provincia. Es decir, tener claras cuáles son las prioridades, tener claro hacia dónde va a caminar el mercado laboral futuro, cuál es la industria que viene y preparar a nuestra gente para que sea lo más ‘empleable’ posible con una formación de calidad, no solamente para la gente joven sino también para la gente mayor que de alguna manera se va quedando desahuciada del mercado laboral.

Además de eso, fomentar el emprendimiento, el autoempleo… entendemos que también ahí hay un área de trabajo importante. Los microcréditos reembolsables son una manera de llevarlo a cabo. Hemos establecido una partida económica con una serie de microcréditos que se conceden a las personas que lo soliciten y que tengan unas buenas ideas y un comité que las selecciona y los adjudica, y cuando tengan la empresa funcionando lo devuelven a interés cero, evidentemente, al Ayuntamiento y ese dinero que se recupera se vuelve a invertir en otro microcrédito para otra buena idea. Es una forma de favorecer el emprendimiento pero no como decía el Partido Popular: “Háganse todos emprendedores”. No. Favoreciendo las buenas ideas pero que al mismo tiempo se tenga un compromiso social importante y de reversión a la comunidad.

Más cosas, el tema de las cláusulas sociales. Los ayuntamientos, las administraciones municipales somos máquinas de contratar: servicios, obras… si además, de contratar esa obra o ese servicio lo podemos poner al servicio de la generación de empleo, entonces estamos cuadrando el círculo. Creo que es importante también la introducción, el trabajo, el desarrollo de las cláusulas sociales y la reserva del mercado en la contratación pública municipal, que como sabes hay directivas europeas que obligan al Gobierno de España a caminar por la senda de las cláusulas sociales pero que de alguna manera esa transposición estaba guardada en un cajón de no sé qué Ministerio. Ahí también estamos trabajando duro porque en un futuro próximo todos los pliegos del Ayuntamiento de Cádiz contemplen cláusulas sociales, ambientales, de género…

(Interrumpo) Sin ir más lejos, la semana pasada -16 de enero- el consejero de Servicios Públicos y Personal del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, comunicaba que la Asociación Española de Empresas de Parques y Jardines (ASEJA) había presentado un recurso ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (TACPA), en el que denunciaba la inclusión de este tipo de cláusulas sociales en los pliegos de condiciones del contrato para la limpieza y el mantenimiento de las zonas verdes en Zaragoza que el Gobierno municipal había introducido recientemente.

Evidentemente, porque cuanto más metamos nosotros la mano menos la pueden meter ellos, y si ellos no la pueden meter lo que hacen es precarizar las condiciones, no respetar los derechos laborales y sindicales de los trabajadores de los servicios… y eso va en detrimento de la calidad de los trabajos, no de los salarios únicamente. Por eso creo que es un vector a tener muy en cuenta en lo municipal. Hablaba antes de los límites de las administraciones y no se trata de cometer ilegalidades, sino de extenderte hasta el último paso, hasta el último milímetro de la legalidad y llegar hasta ahí.

La última pregunta. ¿Tienes ya pensado si te vas a postular como candidato en las próximas elecciones municipales?

Mi compromiso es de ocho años. Cuando accedí a ser candidato a las municipales en el 2015, sabía que iba a tener que renovar ese compromiso para el 2019. Nuestro compromiso es de ocho años y ahí estaremos. Yo soy un soldado (risas) y esa es la tarea que se me ha encomendado. Después de eso volveré a mi instituto, a mis clases… seguiré militando porque he militado toda mi vida y no la conozco de otra manera, pero lo haré desde otro plano, desde segunda, tercera o cuarta fila. Lo que sí tenemos que ir haciendo desde ya es ir pensando en los relevos.

Creo que hay dos tareas que se nos están quedando en el tintero, la primera es la formación de cuadro, porque a veces lo urgente te hace perder la visión de lo importante, y la formación de cuadro en una organización política es fundamental. Y en segundo lugar la formación de relevo. Relevo para las personas que ahora lideramos los procesos, las listas o los equipos, porque una cosa es que nosotros caduquemos, que pasemos a segunda línea, y otra cosa es que los proyectos políticos no lo hagan. Los liderazgos transversales y corales de los que hablamos tienen que trabajarse pensando en los relevos de esta primera generación de alcaldes del cambio. Es una tarea importante para acometer y no perderla de vista.

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