El diputado electo de Junts per Catalunya, Jordi Sánchez, ha pedido, en una entrevista concedida al diario La Vanguardia, un gesto de distensión al Estado español que facilite el regreso del presidente Carles Puigdemont.
Para el que fuera presidente de la ANC debatir sobre un candidato alternativo es “perder el tiempo” porque Puigdemont, según afirma, es el presidente ilegítimamente destituido y además el líder independentista más votado el 21-D.
Sánchez ha pedido también un referéndum acordado y reconoce que la declaración de independencia del 27 de octubre no tenía efectos jurídicos: “todo estudiante de primero de Derecho sabe que la publicación en el diario oficial -que no se hizo- es condición necesaria para que la declaración, resolución o ley tenga efectos”, lo que no evitó la oleada represiva por parte el Estado español, que le ha llevado a estar en prisión.
Sobre el plan de gobierno del independentismo, explicó que hay que gobernar para reforzar y consolidar los valores y las estructuras “de esto que hemos identificado como república”, rehacer la destrucción del 155 y evidenciar la ineficacia del Estado español.
Según Sánchez, las fuerzas independentistas deben aspirar a superar el 50% de los votos en unas elecciones. Consultado por las opciones que se barajaban tanto en ERC como en PdeCAT en torno a DUI o elecciones, ha asegurado que fueron momentos complejos y que tanto en uno como en otro partido había partidarios de ambas salidas.
En cuanto la nueva legislatura que afrontará como diputado ha asegurado que será respetuoso con la Constitución y advirtiendo que “la legislatura es de cuatro años y haríamos bien de no acortarla”. “Un error del independentismo ha sido prefijar plazos antes de conocer bien las condiciones y oportunidades. También sabemos rectificar. Para sumar más del 50% del electorado hacen falta políticas y tiempo. Cuatro años pasan rápido”, ha asegurado Sánchez.
Respecto de su situación, dijo que tiene una esperanza mínima de ser liberado el 11 de enero –día en el que está citado a una vista con el juez del Supremo Pablo Llarena– y que está dispuesto a renunciar a su acta de diputado si así lo requiere la situación. También lamentó el castigo que recibió por haber participado en un acto electoral de Junts por Catalunya.
