IU votará en contra de la modificación de la ley de horarios comerciales y apertura en festivos

Izquierda Unida denuncia el perjuicio de este proyecto de ley para el pequeño comercio y lamenta la falta de participación en su trámite

Patricia Luquin durante una intervención en las Cortes de Aragón.

Izquierda Unida Aragón muestra su rechazo al proyecto de ley del Gobierno de Aragón por el que se modifica la Ley 7/2005, de 4 de octubre, de horarios comerciales y apertura en festivos. Su portavoz parlamentaria, Patricia Luquin, votará este jueves en contra de este proyecto en el Pleno de las Cortes aragonesas, “porque daña el tejido del pequeño comercio de la Comunidad y porque se trae a las Cortes sin buscar el consenso con los pequeños establecimientos ni con los sindicatos”. Además, el Gobierno presenta esta modificación por el procedimiento de lectura única, “sin dar la posibilidad de enmendar el texto y sin abrir la puerta a la participación”, lamenta la diputada de IU.

Para Luquin, este proyecto de ley “es un paso más a favor de las grandes superficies comerciales y en contra del pequeño comercio y de proximidad y con él, el Ejecutivo aragonés intenta ‘colar de rondón’ dar libertad total a las franquicias de las grandes marcas, situadas en locales de menos de 300 metros cuadrados, para abrir todos los días del año, con el perjuicio que esto supone para la conciliación”.

A su entender, “el Gobierno del señor Lambán desprotege con este proyecto la tradición comercial ya que el pequeño comercio, vertebrador de territorio y generador de empleo en el sector del comercio, no puede competir con las grandes cadenas”.

El modelo por el que apuesta IU es el del comercio de proximidad para el que "son necesarias medidas que lo defiendan por su trascendencia social, económica y laboral en Aragón". Así, IU votará este jueves en contra de esta modificación “porque conlleva que  trabajadoras y trabajadores de este sector  tengan cada vez más complicado ejercer sus derechos en materia de conciliación de la vida familiar y laboral, cuando el único objetivo de las grandes marcas es aumentar sus beneficios teniendo esto, además, un efecto de arrastre sobre las condiciones laborales en el pequeño comercio”.

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