La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza y la empresa Iberebro, sociedad patrimonial de la familia Solans e impulsora del proyecto Torre Village, han llegado al acuerdo para abonar 2,7 millones de euros al consistorio por el aprovechamiento urbanístico de los suelos, avanzando en el convenio que el consistorio tiene que suscribir para levantar este complejo comercial y de ocio.
El consejero municipal de Urbanismo, Pablo Muñoz, ha asegurado que al Ayuntamiento no le interesaba una parcela del centro comercial, del que le corresponde un 10% de los suelos, por lo que se ha llegado al acuerdo con Iberebro de que ese beneficio se aporte en dinero, concretamente en 2,7 millones de euros, un pago que habrá de esperar al periodo de exposición pública para verse materializado.
Por el momento, Gerencia de Urbanismo ya ha aprobado el convenio de gestión del nuevo macrocentro comercial, que permite la urbanización y edificación de Torre Village.
El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobaba en octubre de 2016, con los votos a favor del PP, PSOE y Ciudadanos (C's) y la oposición de Zaragoza en Común (ZeC) y CHA, el plan especial del sector H-61-5, para la construcción del centro comercial.
En aquel momento, Pablo Muñoz, criticó que PP, PSOE y C’s recogieran en una enmienda que fuera rechazado el 10% de la cesión de aprovechamiento urbanístico, y haciendo una permuta por unos terrenos colindantes. Lo que fue calificado por ZeC de “gravísimo perjuicio económico al Ayuntamiento”.
Finalmente un informe jurídico solicitado por Pablo Muñoz, hizo recular a PP, PSOE y Cs que anunciaron entonces que asumían el resultado del informe, lo que ha posibilitado el acuerdo económico al que se ha llegado en Gerencia de Urbanismo con Iberebro.
Un macro centro comercial con muchas voces en contra
La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), organizaciones de comerciantes, sindicales, ecologistas y políticas presentaron, el 22 de diciembre de 2016, ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) un recurso contencioso-administrativo contra la aprobación definitiva por parte del Ayuntamiento de Zaragoza del Plan Especial del Área de Intervención H-61-5, donde pretende ser construido Torre Village.
Las entidades demandantes mostraban su oposición por razones de orden urbanístico. “A la reconversión de una zona industrial de la ciudad en una gran superficie comercial, al entender que no cabe autorizar dichos usos en esa ubicación conforme a las normas y contenido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)”, advertían. El recurso fue admitido a trámite por la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA.
Sin embargo, las razones urbanísticas no son las únicas por las que el proyecto ha sido cuestionado. Movilidad, medioambiente son otras de las razones, pero sobre todo, las quejas de un pequeño comercio que se siente acorralado por la masividad de centros comerciales, en una ciudad que se ha convertido en la que más metros de gran superficie comercial tiene por habitante en todo el Estado español.
