Hamburgo: estado de excepción

Seis autobuses cargados de agentes de policía se desplegaron ayer al mediodía por las calles de los céntricos barrios de Hamburgo de Altona, St. Pauli y Sternschanze, declarados de forma indefinida por las autoridades de la ciudad como "zona de peligro" (#Gefahrengebiet). Este estado de excepción permite a los policías registrar y detener a cualquier persona de forma indiscriminada. Los agentes efectuaron numerosos controles callejeros, pidiendo la documentación aleatoriamente a los ciudadanos que encontraban en su camino con el objetivo de "controlar a grupos de personas relevantes", según el portavoz de la policía alemana. En concreto, tan solo durante el …

[caption id="attachment_51377" align="alignright" width="300"]"Zona de peligro: Policía fuera de control", "Exigimos cascos azules (ONU)", fachada de una vivienda en Hamburgo  (@15MBcn_int) "Zona de peligro: Policía fuera de control", "Exigimos cascos azules (ONU)", fachada de una vivienda en Hamburgo (@15MBcn_int). [Galería de fotos]. Todos estos hechos están teniendo un gran eco a través de las redes sociales, principalmente Twitter, a través de los hastags #Gefahrengebiet y #Hamburgo.[/caption]Seis autobuses cargados de agentes de policía se desplegaron ayer al mediodía por las calles de los céntricos barrios de Hamburgo de Altona, St. Pauli y Sternschanze, declarados de forma indefinida por las autoridades de la ciudad como "zona de peligro" (#Gefahrengebiet). Este estado de excepción permite a los policías registrar y detener a cualquier persona de forma indiscriminada. Los agentes efectuaron numerosos controles callejeros, pidiendo la documentación aleatoriamente a los ciudadanos que encontraban en su camino con el objetivo de "controlar a grupos de personas relevantes", según el portavoz de la policía alemana. En concreto, tan solo durante el fin de semana, la policía ha dicho haber llevado a cabo 263 controles y haber expulsado a 62 personas de los citados distritos.

KAOSENLARED | Declaración de estado de excepción en Hamburgo (Alemania). La ciudad en toque de queda, en el país que se supone como modelo perfecto, porque sus habitantes no se someten a la dictadura represiva del capital y sus acólitos políticos. Tras el desalojo violento del Centro Social Rote Flora en diciembre, la pasada noche la policía irrumpió en los barrios del centro en una escalada represiva sin precedentes.

Partidos de la oposición de Hamburgo analizarán este lunes la presentación de una demanda contra la instalación de la llamada “zona de peligro” (#Gefahrengebiet) en el centro de la ciudad alemana con el objetivo de reprimir la protesta social. Las autoridades declararon la mencionada zona en los barrios de Altona, St. Pauli y Sternschanze, después de los enfrentamientos violentos entre manifestantes y la policía en diciembre pasado, con un saldo de más de 600 heridos. Dentro de ella los derechos fundamentales están limitados y la policía puede controlar, detener y expulsar a ciudadanos sin indicios concretos.

Los graves incidentes en Hamburgo estallaron cuando la policía atacó a unos 10.000 manifestantes opuestos al desalojo del tradicional centro cultural de la izquierda, la Rote Flora. Un informe de la policía indicó que 120 agentes del orden recibieron lesiones, mientras que los manifestantes informaron entre sus filas de más de 500 heridos. Los organizadores y la oposición en la Cámara de Representantes de Hamburgo reprocharon a la policía haber atacado la manifestación para impedirla.

Con motivo del establecimiento de la "zona de peligro" (#Gefahrengebiet), el grupo del Partido de la Izquierda (Die Linke) en el órgano legislativo analiza una posible demanda contra esta medida. “Para nosotros esta zona es un acto ilegal”, afirmó la portavoz del grupo, Christiane Schneider, en una entrevista de prensa. Según Schneider, la medida es ilegítima porque la policía misma decide sobre la extensión y la duración de los arrestos, sin ningún control parlamentario.

Mientras, la policía anunció en una declaración de prensa que “aprovechará todas las posibilidades legales para defender la seguridad de sus agentes”. También se refiere a un ataque de militantes a una estación de policía con un saldo de varios agentes lesionados. A pesar de estos incidentes, la oposición compara la creación de la "zona de peligro" (#Gefahrengebiet) con la aplicación de leyes de emergencia. Según el partido de Los Verdes, la policía y el gobierno socialdemócrata ponen “miles de personas bajo sospecha general”.

Desalojo del CSO Rote Flora

La situación de Hamburgo empezó el pasado 21 de diciembre en una manifestación en torno al CSO Rote Flora (centro social okupado y autogestionado desde 1989), en donde se unificaban tres luchas: contra el desalojo de dicho edificio, contra la gentrificación de la zona y contra la persecución a personas extranjeras, sobre todo a las refugiadas que llegaron de Lampedusa. Dicha manifestación consiguió reunir a más de 10.000 personas según fuentes organizadoras. Nada más empezar, se produjeron cargas policiales, donde se usaron cañones de agua, spray de pimienta y porrazos contra las manifestantes, que resistieron a los enfrentamientos.

Una semana después de la manifestación, según fuentes policiales, un grupo de personas pertenecientes a la izquierda radical atacaron comisarías, y que, al parecer, no es como lo cuenta la policía, ya que no se muestran pruebas de dichos ataques aun habiendo cámaras de seguridad en las comisarías. De hecho, un abogado confirma en un comunicado que nunca tuvo lugar un segundo ataque.

En Alemania, la policía puede proclamar una zona de peligro (#Gefahrengebiet), que les da el derecho de detener y controlar a cualquier persona sin sospecha alguna, y eso hicieron el pasado sábado tras los sucesos. Hamburgo está llena de policía, se están produciendo varias manifestaciones espontáneas, kettles (táctica de la policía que consiste en rodear manifestaciones y disolverlas), etc. Una auténtica represión se está viviendo en Hamburgo.

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Antecedentes | DIAGONAL (23/12/2013): Amenaza de desalojo sobre el centro social Rote Flora

El centro social Rote Flora de la ciudad de Hamburgo, okupado en 1989, es uno de los espacios autogestionados con una de las trayectorias más importante de Europa. Desde sus inicios se ha visto atravesado por diferentes procesos judiciales, conflictos con el ayuntamiento así como varios escenarios de negociación con la administración que han permitido su permanencia en el centro de esta ciudad del norte de Alemania.

El 20 de diciembre era la fecha límite para le desalojo propuesta por el propietario del edificio Klausmartin Kretschmer, inversor inmobiliario, quien en 2001 compró este antiguo teatro construido en 1888 al ayuntamiento de la ciudad. Kretschmer anunció que en caso de no cumplirse este plazo solicitaría a las autoridades de la ciudad el desalojo del mismo. Ante estos hechos el centro social ha lanzado la campaña Rote Flora bleibt! (Rote Flora se queda!).

El sábado 21 de diciembre se convocó en las calles del centro de Hamburgo una manifestación con un triple objetivo: dejar claro que cualquier intento de desalojo del centro social dará lugar a una resistencia masiva; denunciar el caso de especulación inmobiliaria que se está produciendo en el vecino barrio de Sant Pauli, en el que los vecinos de un bloque de viviendas conocido como Esso se verán obligados a abandonar sus casas ante el riesgo de derrumbe de las mismas para dar paso a un nuevo edificio de apartamentos de lujo y por último en el derecho de residencia de los refugiados llegados desde Lampedusa.

Mediante un despliegue de unos 3.000 policías, bajo el pretexto de que podía haber participantes violentos las autoridades impidieron la manifestación, que había sido comunicada y se encontraba bajo un marco completamente legal. Pese la presión policial, 7.300 personas según fuentes policiales y más de 10.000 según los organizadores, se dieron cita en el centro de Hamburgo. Cuando la cabecera de la misma solo había recorrido unos pocos metros fue atacada por la Policía, que utilizó gas pimienta, porras y cañones de agua para disolverla. Esto provocó fuertes disturbios en el centro de la ciudad, los más graves en años según la Policía, así como cientos de heridos, algunos de los cuales necesitaron atención hospitalaria. Asimismo,16 personas fueron detenidas. Cabe destacar que la Policía declaró el centro de Hamburgo como zona peligrosa, lo cual bajo la legislación alemana supone una serie de permisos especiales que habilitan a la Policía para registrar y detener a cualquier persona sin ninguna sospecha concreta. Así mismo varios cientos de  manifestantes pasaron más de 4 horas en un kettle (cerco policial), rodeados por la policía, al aire libre, sin comida y en plena lluvia.

En el comunicado que llamaba a la movilización, los activistas de dicho centro social decían: “Rote Flora es sólo uno de los muchos lugares que en la actualidad reflejan los conflictos que atraviesan la ciudad”. En este sentido, frente al desalojo forzoso de Esso, se reclama que este edificio sea  rehabilitado evitando así la demolición del bloque de edificios y un nuevo episodio de gentrificación dentro del largo proceso que atraviesa el barrio de Sant Pauli. Respecto a la situación de los cerca de 300 refugiados, que llegaron a Hamburgo a principios de este año procedentes de países como Siria, Egipto o Libia, y que están luchando por su derecho a permanecer en la ciudad, el citado comunicado decía “hasta ahora, las autoridades les han negado el derecho a quedarse, bajo la amenaza de ser deportados a Italia, aunque un gran número de ellos se han registrado ante las autoridades y han presentado su solicitud de asilo”.

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