Hablemos sobre Dark Internet y las posibilidades que nos ofrece

INICIATIVA DEBATE | Paco Bello | Vamos a meternos en harina, porque este asunto de la red oscura resulta más que interesante desde un punto de vista práctico. Para los que no sepáis de qué estamos hablando: la Dark Internet es una parte de la red de redes con un acceso algo más complejo y privado, y que hasta hace no mucho era territorio casi exclusivo de empresas, instituciones, y usuarios avanzados y expertos con diferentes inquietudes (desde bancos, a gobiernos, pasando por activistas, grupos paramilitares, y hackers). O dicho de otra forma y simplificado, es aquella parte de internet …

dark internetINICIATIVA DEBATE | Paco Bello | Vamos a meternos en harina, porque este asunto de la red oscura resulta más que interesante desde un punto de vista práctico. Para los que no sepáis de qué estamos hablando: la Dark Internet es una parte de la red de redes con un acceso algo más complejo y privado, y que hasta hace no mucho era territorio casi exclusivo de empresas, instituciones, y usuarios avanzados y expertos con diferentes inquietudes (desde bancos, a gobiernos, pasando por activistas, grupos paramilitares, y hackers). O dicho de otra forma y simplificado, es aquella parte de internet a la que no te llevará google y sobre la que tu ISP no tendrá nada útil que guardar para que te controlen. Y es una parte de la red, que ahora es mucho más accesible.

Se puede decir que es “otra internet”. Minoritaria, directa, y con utilidades mucho más concretas. En esa internet hay muchas cosas, pero no las verás si no te invitan, porque todo lo que debe permanecer oculto lo está, y ningún buscador te dirá cómo o dónde encontrarlo. Y las que puedas ver sin invitación, mejor si las obvias, porque la facilidad de acceso ha hecho que aquello que queda más visible (que no es nada en comparación con todo lo que hay realmente), se llene perturbados y sus aberraciones.

Ocurre, en gran medida debido a esa nueva accesibilidad que, aquella zona pseudoanónima que a muchos ha permitido filtrar información complicando su lectura indeseada y el rastreo del emisor; hoy empieza a ofrecer una apariencia que no se corresponde con su realidad. Y sobre esto habría mucho que decir, y mucho más que preguntarse (pero hoy no abundaré en ese particular).

El caso es que este entorno recuerda mucho al de la red de hace década y media, que empezó casi de repente a sufrir los mismos males que la red anónima actual, y que acabó siendo un lugar absolutamente controlado, previa creación de una opinión pública concreta, a la que siguieron leyes que restringían o anulaban derechos fundamentales como el de la confidencialidad en las comunicaciones privadas. Pero ojo, porque aunque la dinámica lo recuerde, en realidad el contexto es diametralmente opuesto. Y aunque ya es recurrente el sistema por el cual son los propios ciudadanos los que exigen que se coarten sus libertades, en este caso no parece que la receta sea aplicable.

Quizá me esté adelantando, y probablemente lo dicho sea indescifrable. Así pues…

Aclarando que es gerundio

Como ya he dicho, en los últimos años se ha avanzado una barbaridad en lo que a accesibilidad a los métodos de ocultación de identidad digital pública y contenido de la información transmitida se refiere. O al menos aparentemente.

La aparición de herramientas y sistemas como TOR (y sus .onion), I2P y Freenet, han popularizado algo hasta ahora tan complejo, y desde siempre deseable, como lo es el preservar nuestro derecho a la intimidad, y el secreto de nuestras comunicaciones. Lo terrible de todo esto es que la gran mayoría, de lo que nos protegemos es de aquellos que debieran velar por nuestros derechos.

Dicho esto, y para que nadie se lleve a engaño: la posibilidad del anonimato completo no existe en internet (y posiblemente en general, en cuanto interviene una segunda persona). Si queremos ponernos en plan paranoico: un equipo desconectado de la red, con una distribución linux limpia, y sin software propietario (nada de Ubuntu’s, Flash, etc.), puede dejar de ser anónimo en cuanto nos conectemos a la red, pese a encriptar todos los datos, y enmascarar nuestra IP. Todo dependerá de cuánto vale lo que guardas.

Pero que nada sea completamente seguro, no quiere decir que el nivel de seguridad no sea más que suficiente en algunos casos, y especialmente cuando hay intereses contrapuestos (mejor no entrar en esto, o la entrada sería interminable).

Lo que importa, y que es por lo que me he decidido a publicar esta información: es que estas nuevas herramientas nos ofrecen enormes posibilidades si sabemos darles un uso inteligente, y muy diferente del que hasta ahora se le ha dado.

Seguro que a las herramientas que publicaré a continuación, muchos de los que no las conocéis les encontráis una buena aplicación. Pero a mí se me ocurre una que de momento parece que no existe en castellano (y a la que algunos podemos dar un excelente uso). Se trata de un espacio atendido para filtraciones públicas con emisor y receptor protegidos por el anonimato, y de uso simple.

Si alguien está pensando en wikileaks, no es exactamente eso. No se trata que el administrador de un medio digital anónimo decida qué se publica y qué no, ni cuándo hacerlo. Se trata de que cualquier filtración (y únicamente filtraciones), quede publicada, y que sea el lector, cualquier lector, el que decida si la información es válida, o si puede investigar a partir de ella.

Obviamente, en la red de “superficie”, tanto el administrador como los que filtrasen ciertos documentos, correrían un riesgo, tanto legal, como circunstancialmente por represalias. Pero la protección de la identidad que facilitan estas sencillas herramientas, permite estar seguro tomando unas mínimas precauciones, que tienen más que ver con que no te relacionen con la información publicada, que con el hecho de hallar pruebas que te inculpen.

¿Qué se lograría mediante la existencia de una fuente de información delicada y no contrastada?

Pues en un principio, con aquellas filtraciones que fueran más claras y que pudieran servir de prueba, iniciar una investigación o un proceso judicial. Y con otras menos concretas aunque verosímiles, activar el trabajo colectivo. Pero principalmente, infundir, en aquellos delincuentes de despacho, escaño o toga, el mismo temor e inseguridad que hoy atenaza a millones de ciudadanos sin recursos y sin la intención o posibilidad de cometer actos delictivos demasiado comunes en esas otras esferas.

Disponer de una fuente de información pública de ese nivel, puede que lograse cambiar el panorama de corrupción incontrolada que estamos padeciendo. Puede que dentro de la Darknet ya exista algo parecido, y si no es así ¿Se animará alguien a crearlo?

Lo que es seguro (o casi), es que si alguien nos ofrece la dirección de ese espacio abierto, o se anima a crear ese archivo documental, nadie podría denunciarnos por darle publicidad, ni por hacernos eco de aquellas informaciones que merecieran ser difundidas.

Por si alguien se anima a hacerlo, aquí os dejo todo lo necesario para poneros en contacto con nosotros. No queremos saber quién o quiénes sois. No queremos que se os pueda rastrear. Solo la dirección de ese medio.

Aquí encontraréis un pack con todo lo necesario para navegar con Tor (solo hay que elegir el idioma, descargarlo para vuestro sistema operativo y pasarlo a un pendrive, desde el que podéis ejecutarlo pulsando sobre el icono de la cebolla)

Desde aquí os podréis crear un correo electrónico anónimo (como el que utilizaron en el caso del diputado del PP Santiago Cervera y Caja Navarra). Necesitaréis entrar con Tor, o de lo contrario no entraréis (se puede entrar desde un navegador normal sabiendo modificar la extensión, pero no es recomendable):

En esta página puedes dejar un mensaje que solo podrá leer una persona. Solo tienes que escribirlo, darle al botón de abajo (con lo que se encriptará y te dará un enlace). El enlace que aparecerá en pantalla puedes copiarlo y enviárselo al interesado, y cuando lo lea, el mensaje dejará de existir.

Y aquí tenéis un chat anónimo.

Solo con esto ya es más que suficiente para empezar a familiarizarse con este formato. Recordando siempre, que si queréis mantener el anonimato, jamás, bajo ninguna circunstancia, debéis dar datos ciertos.

En Tor no hay buscadores, solo hay directorios que podéis encontrar por Pastebin o buscando por google. Pero aquello que podéis encontrar no merece buscarse. Es mejor esperar a que alguien os invite a sitios interesantes.

Espero que la información os resulte útil. Para cualquier duda estoy a vuestra disposición.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies