Éxito del XV descenso de Nabatas del río Galligo

El XV descenso de Nabatas del río Galligo ha mostrado la consolidación de este referente turístico en la comarca de la Plana de Uesca que ha contado de nuevo con mucho público tanto en la salida como en el Puente de Morillo de Galligo como en la llegada en el puente Santolaria

Ha sido un descenso rápido con buen caudal de deshielo y mucha habilidad y pericia por parte de las y los 14 nabateros, 9 en la nabata de tres trampos -3 nabateros  de Biscarrués, un nabatero de Santolaria, otro de Morillo, otro de Echo y la nueva nabatera de Riglos y otro nuevo de Artieda-. En la nabata de dos trampos había nabateros veteranos, uno de Morillo, un nabatero y una nabatera de Biscarrués, una de Uesca y un nabatero de Ayerbe.

El XV descenso de Nabatas del río Galligo ha mostrado la consolidación de este referente turístico en la comarca de la Plana de Uesca que ha contado de nuevo con mucho público tanto en la salida como en el Puente de Morillo de Galligo como en la llegada en el puente Santolaria. Posiblemente la salida de la playa ha sido la más numerosa de la historia y en la llegada en el Puente de Hierro había mucho público de tal forma que los coches han llenado toda la carretera y las playas para verlas pasar desde diferentes perspectivas.

Les ha acompañado una mañana que ha comenzado fresca y ha finalizado calurosa. Muy buena respuesta del público que ha aplaudido y apoyado mucho en la llegada agradeciendo el esfuerzo nabatero de bajarlas en estas condiciones.

Nabata en el Galligo.
Nabata en el Galligo.

Antes de la salida el numeroso público concentrado ha conocido en una charla junto a las nabatas la historia nabatera del río Galligo documentada desde la edad media y ha visto de cerca el trabajo realizado con los berdugos, barreros, remeras, acopladeras y trampos.

En el recorrido ha salido primero la nabata de tres trampos a las once de la mañana y diez minutos después la de dos trampos.

La salida de la nabata de tres trampos, que pesaba más de una tonelada, ha sido diferente a otros años hundiendose excesivamente la parte central que ha puesto a prueba la habilidad y el equilibrio de las y los nabateros. El público ha sentido de cerca el riesgo y la emoción que conlleva esta práctica.

Ambas nabatas han pasado bien los dos pasos complicados: debajo del puente de Morillo que se ha realizado con pericia pese a la gran velocidad que han cogido al concentrarse la corriente por un canal estrecho de agua que se forma entre la cimentación del puente. El segundo paso conocido como "la  lavadora" complicado por el trazado del río con curvas y bloques de piedra caídos también se ha sorteado con destreza.

En ambos pasos y en otros lugares con más oleaje la nabata se inunda parcialmente remojando bien a las y los nabateros.

Como es tradición se ha hecho una pequeña parada para reponer fuerzas en la zona de "a barca" de Santolaria donde también numeroso público acompañaba el almuerzo nabatero.

Nabateros y nabateras tras el descenso.
Nabateros y nabateras tras el descenso.

Para finalizar se ha realizado el último tramo con unos rápidos y una curva complicada en la zona del molinaz en la que también hay que esquivar la pilona del antiguo puente medieval conocido como "pontaz". La llegada por al Puente de Hierro abarrotado de gente ha sido muy emocionante.

La nabata pequeña ha realizado una vuelta pinta-coda que visualmente es muy atractiva y que supone un último esfuerzo nabatero. La parada final en la playa aguas abajo del puente también ha precisado de habilidad para parar.

En primer lugar ha llegado la nabata de dos trampos y poco después la de tres.

La espera en el puente de Hierro y la salida ha estado amenizada musicalmente por el grupo charanga Festival que ha entretenido la espera.

A la llegada a la playa los familiares han abrazado efusivamente a las y los nabateros y tanto vecinos y vecinas de la zona como público han podido fotografiarse y felicitarlos en persona por el buen descenso realizado. Este rato se ha alargado más de una hora pues muchas eran las personas que querían llevarse este recuerdo en forma de fotografía.

Una comida de doscientas personas, incluidos diputados en las cortes aragonesas en Biscarrués de convivencia y celebración del éxito tanto del descenso de nabatas como de las Jornadas del río Galligo ha puesto el broche de oro a estos intensos días en la Galliguera.

Destacar que han participado en las tareas de montaje vecinos y vecinas del río Aragón, de Artieda, que planean realizar un descenso de nabatas, como se realizaba en el pasado en su tramo fluvial.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies