El “tripartito privatizador” se alía de nuevo en el Ayuntamiento de Zaragoza para tumbar la remunicipalización

El debate sobre la remunicipalización y su posterior votación figuraban en el décimo lugar del orden del día, pero ya en la anterior moción, la novena, el debate se ha ido calentando como antesala de lo que sucedería después. Al final, 19 votos en contra (PSOE, PP y C’s) y 11 votos a favor (ZeC y CHA).

Momento del Pleno municipal en el que PP, PSOE y C's votaron en contra de la remunicipalización. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Al final no hubo lugar para la sorpresa. Como era previsible, Partido Socialista Obrero Español, Partido Popular y Ciudadanos han rechazado la propuesta presentada por el equipo de Zaragoza en Común para la remunicipalización de las depuradoras de L’Almozara y la Planta Recuperadora de Fangos de Casablanca (PRA). Chunta Aragonesista votó a favor pero resultó insuficiente. En definitiva, 19 votos en contra (PSOE, PP y C’s) y 11 votos a favor (ZeC y CHA).

Debate tenso y subido de tono el que se ha celebrado este al mediodía en el salón de Plenos del Consistorio zaragozano. El debate sobre la remunicipalización y su posterior votación figuraban en el décimo lugar del orden del día, pero ya en la anterior moción, la novena, el debate se ha ido calentando como antesala de lo que sucedería después.

Comenzaba dicho debate con las intervenciones de los representantes sindicales de los y las trabajadoras, de asociaciones y de organizaciones ecologistas. Gran parte de las declaraciones han estado dirigidas al PSOE y a su consiguiente posicionamiento en contra de la remunicipalización, algo que al parecer no ha gustado mucho a estos últimos.

Tras estas intervenciones ha llegado el turno de la clase política. Carmelo Asensio, concejal de CHA, ha comenzado su intervención afirmando, “lo fácil que resulta privatizar y lo complicado que es, que esos Servicios vuelvan a manos de lo Público”. Por ello, apuntaba Asensio, “CHA va a votar a favor por coherencia, por coherencia con los principios que siempre ha defendido y que servicios tan esenciales para la vida, para la salud, para el bienestar de las personas como es la depuración y el saneamiento del agua, tienen que ser prestados de forma directa desde la administración”. Una posición que CHA ha mantenido durante todo el debate, llegando a afirmar, que el modelo de gestión pública “es el mejor modelo para garantizar el control democrático y social de servicios tan esenciales para la población”.

Tras Asensio, María Elena Martínez, del grupo municipal de Ciudadanos, ha reprochado al consejero Alberto Cubero, la no comunicación de las condiciones y los criterios sobre los que se va a basar la remunicipalización. Además, Martínez ha criticado la falta de garantías a la hora de subrogar el contrato de los y las trabajadoras de las depuradoras de L’Almozara y la Planta Recuperadora de Fangos de Casablanca (PRA). Algo que, según Cubero, el informe recoge de manera clara. Pero en resumen, por este y por otros motivos, el grupo municipal de Ciudadanos ha votado en contra de la remunicipalización.

Por su parte, la representante del Partido Socialista Obrero Español, Lola Ranera, ha tenido en su punto de mira en todo momento a Alberto Cubero. Hacia él, según Ranera, “el artífice de todo este lío”, han estado dirigidas todas las críticas que la socialista ha realizado durante sus intervenciones, manifestando que los informes que se han ordenado desde el ayuntamiento se habían externalizado. “Igual es que no le gustaban todos los informes económicos, porque me parece curioso que ustedes hablan siempre de dos informes, el de la oficina de presidencia, que lo rebaten los economistas de Ecociudad, y el informe de la directora general, los demás no le gustan, pues nosotros los tenemos, ya le daremos una copia”, ha incidido Ranera. Reproches a los informes del ayuntamiento, reproches a los “discurso de hipocresía realizado en los últimos tiempos” y reproches a la actuación de Cubero durante el proceso de remunicipalización. Y al final, en la votación, como no podía ser de otra manera, han votado en contra.

Alberto Cubero, consejero de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, ha sido el siguiente en intervenir. Cubero ha apostado por la implantación de un modelo de gestión pública, no solamente para ahorrar costes a la ciudadanía, sino también para garantizar las condiciones laborales de las plantillas de ambas depuradoras. “Apoyaremos el proceso de remunicipalización porque se cumplen los criterios que nos planteábamos como gobierno, la caducidad del contrato y la estabilidad en el empleo”, así lo aseguran los informes realizados por los técnicos del ayuntamiento, ha explicado el consejero. “Entendemos señora Ranera, que hay algunos técnicos municipales que no les gustan, pero sin embargo a otros les tienen mucho cariño”, insistía Cubero. A continuación, ha explicado que los informes determinan que la remunicipalización es la fórmula más barata. “Ahorraríamos en torno a medio millón de euros durante la vigencia del contrato, dinero que por lo que parece, a algunos les gustaría regalárselo a la empresa Drace y ACS para que siguieran engordando sus beneficios y no destinarlo a las inversiones sociales que podríamos hacer con ese dinero”, ha subrayado Cubero.

También Jorge Azcón, concejal del Partido Popular, ha seguido la misma línea mantenida por el PSOE, es decir, ataques continuados a Cubero, al que ha llamado “pequeño dictador” y ha acusado de no tener principios hasta por dos veces, y en general a todo el grupo de Zaragoza en Común. Azcón no ha dejado títere con cabeza, algo que ya resulta habitual en su forma de proceder, y que en realidad ya no sorprende a nadie. El concejal Popular ha expresado su negativa a la remunicipalización por la situación económica del Ayuntamiento de Zaragoza y “por la que no puede permitirse este lujo”. Además, ha reiterado que dicha remunicipalización” costaría más dinero a la ciudadanía”, y al mismo tiempo, “generaría mucha inseguridad jurídica a los trabajadores”. Azcón ha dejado clara desde un principio la negativa del Partido Popular durante la votación posterior y ha emplazado a Cubero a cumplir la ley.

En resumen, debate tosco, muy caldeado y con cruces de acusaciones entre todos los y las intervinientes. El “tripartito privatizador” con esta negativa consigue de esta manera tirar por tierra el proceso de remunicipalización, pero al mismo tiempo, esta votación sirve para que los partidos se retraten ante la sociedad zaragozana y sigan, por este camino, condenados a atravesar una situación de atomización política. Véase Euskadi y Galiza.

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