La reportera que pateó y le puso la zancadilla a varios refugiados en la frontera con Serbia no cometió delito alguno, sino una infracción que ya ha prescrito. Esta es la resolución del Tribunal Supremo de Hungría que ha absuelto a Petra László después de que en 2015 cuando colaboraba con la televisión local N1, cercana a la extrema derecha, fue filmada mientras agredía a personas refugiadas en el momento en el que intentaban escapar de la zona donde habían sido confinadas por la policía.
De esta forma, el tribunal ha anulado la sentencia que la condenaba a tres años de libertad condicional por “vandalismo”. "Lo cometido por la reportera acusada no constituye un delito, pero sí una conducta ilícita, que también es moralmente censurable y sancionable por la ley", indica la sentencia. Sin embargo, esa infracción ya ha prescrito y habría "que suspender el procedimiento".
En las grabaciones se observa como primero golpea a una niña y después impide el paso a Osama Abdul y al hijo que llevaba en brazos. Para este tribunal estas imágenes no demuestran en ningún caso que la actuación de la reportera sea antisocial o contrario a la comunidad, en otras palabras, que sea considerado de vandalismo.