Con carácter de urgencia alcaldes y alcaldesas del Partido Socialista de Catalunya (PSC) se han reunido en su sede nacional para aunar posturas ante los acontecimientos que vive Catalunya. Según el diario catalán Nació Digital son muchos los y las representantes del partido que fuera de micrófono expresan su preocupación por el hecho de que el líder del PSOE todavía no haya planteado una moción de censura. Sin embargo, tras la reunión mantenida este miércoles, el líder del PSC ha cerrado filas y ha propuesto la que debe ser la versión oficial de la formación catalana: “Ni DIU, ni 155: Negociación”.
Ciertamente la moción se plantea complicada pues para llevarla a cabo, Sánchez debería pactar con los partidos independentistas del congreso y el acercamiento a fuerzas como el PDeCAT o ERC le llevaría directamente a una pérdida de votos y a una fractura dentro del propio grupo.
El partido sigue por lo tanto instalado en el equilibrismo mediante el cual debe a la vez defender el estado de derecho y condenar la violencia ejercida por la Policía Nacional y la Guardia Civil el pasado 1 de octubre.
En otra de sus declaraciones ambiguas, el líder del PSC ha afirmado este miércoles que a su formación no le gustaría que el tiempo llevara al desastre. “Nosotros no queremos que ganen ni unos ni otros, queremos que empaten y que empaticen para crear una sola sociedad, un solo pueblo”, ha afirmado Iceta.
Iceta ha señalado que lamenta que el próximo lunes el presidente de la Generalitat plantee la aplicación de los resultados del 1-O. Según el líder del PSC “no hay una mayoría de catalanes que avalen la independencia” y pese a que considera que son muchas personas las que la respaldan aplicar la desconexión, para Iceta no es tolerable que “una minoría imponga su deseo a la mayoría”.
Parece que esta posición le reportará al PSC duros golpes políticos. De momento ERC ha salido del gobierno de Blanes para castigar la actitud del alcalde socialista de la localidad catalana enfrente del referéndum. Además, la regidora de gobernación de Sant Carles de la Ràpita ha abandonado el grupo del PSC por su débil reacción ante la represión acaecida el 1-O.