El presidente de Kurdistán Sur dimite por la situación de preguerra con Irak

Massud Barzani, el presidente de Kurdistán Sur, anuncia su dimisión tras las escalada de violencia en el conflicto entre Peshmergas y ejército iraquí en Kirkuk, como consecuencia del referéndum de autodeterminación del pasado 25 de septiembre

Tras 12 años al frente de la presidencia del Kurdistán iraquí, Massud Barzani de 72 años, anunció el sábado 29 de octubre que abandonaba el cargo el 1 de noviembre. La decisión llega tras los infructíferos intentos de Barzani por establecer un alto al fuego con Irak en la disputa que ambos países mantienen por la región petrolera de Kirkuk.

Los antecedentes de esta decisión son básicamente dos. El pasado 25 de septiembre la victoria del “Sí” en el referéndum de autodeterminación del Kurdistán Sur fue fulminante. Un mes después, el 25 de octubre, el Gobierno kurdo emitía un comunicado de prensa en el que congelaba los resultados de la consulta con motivo de la grave situación de preguerra que se vivía en Kirkuk. En ese comunicado emitido por la agencia de noticias kurda Rudaw se apuntaba que la decisión de Barzani en lo referente al referéndum, tenía como objetivo desescalar el conflicto entre Peshmergas -fuerzas kurdas- y ejército iraquí.

Berzani, que se considera a sí mismo un Peshmerga más y que es líder del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), fue uno de los grandes artífices para que el Kurdistán Sur se convirtiera en una región “semiautónoma” de Irak. La lucha de los kurdos junto con las fuerzas iraquís para derrotar a ISIS fue condición sine qua non para que el Kurdistán Sur alcanzara ese estatus.

La lucha de Barzani -miembro de una familia destacada en Kurdistán que ha sufragado en muchos casos la compra de armas para la defensa del territorio- le valió el favor de Turquía y Estados Unidos. De todos modos, fueron esos mismos países los que le dieron la espalda cuando anunció que iba a convocar un referéndum de autodeterminación. “Nadie ha estado con nosotros. Solo nuestras montañas", afirmaba Barzani en su discurso de renuncia.

Los motivos que han llevado al presidente kurdo a abandonar el cargo el 1 de noviembre tienen que ver con la imposibilidad de negociar con Bagdad. Tal y como relata Inforlibre, el 16 de octubre Haider al Abadi, primer ministro iraquí y comandante supremo de las Fuerzas armadas del país, lanzó una ofensiva para conquistar Kirkuk. La provincia es controlada desde 2014 por los Peshmergas.

El presidente ha denunciado que el mismo Gobierno de Washington ha armado a grupos paramilitares chiís y ha empleado carros de combate Abrams contra los Peshmergas en Kirkuk.

Además de esto, la complicada situación entre Erbil y Bagdad desde el 25 de septiembre, ha generado tensiones dentro del Kurdistán Sur. Desde que Barzani congelara el referéndum se han producido actos de violencia como los ataques a sedes de partidos políticos o el asalto del Parlamento del Kurdistán Sur. En muchos casos esos ataques han sido llevados a cabo por los mismos Peshmergas que consideran como traidores a los partidos que han llevado a Barzani hasta la dimisión por no apoyarlo.

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