El Mercado Social, otra economía es posible

Solidaridad y cooperación son el eje de este modelo económico alternativo que visibiliza el consumo como acto transformador.

Feria del Mercado Social Aragon en Zaragoza. Foto: Pablo Ibañez (AraInfo)

Hasta hace bien poco, lo más parecido a un mercado social era un encuentro ocasional con tenderetes de artesanía, comercio justo o alimentación ecológica. Tras años de trabajo, la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) y otras entidades cercanas han conseguido generar una estructura estatal, la Red de Mercados Sociales, que transciende la diversa y cambiante actividad de la economía social en cada territorio.

La propia REAS y sus compañeros de viaje –Coop57 (servicios financieros éticos y solidarios), Fiare (banca ética), CAES (aseguramiento ético y colectivo) o Som Energia (energías renovables)- plantean su estrategia en redes intercomarcales, pero el Mercado Social va más allá de la dimensión espacial. “Visibiliza el consumo como acto político y transformador, apostando por las relaciones de proximidad y de confianza entre productoras y consumidoras”, apunta Fernando Sabín, del Consejo Rector del Mercado Social de Madrid.

La creación de REAS en 1995, con más de 300 entidades y empresas organizadas en 13 áreas territoriales del Estado español, venía a consolidar una corriente de economía casi experimental, pero a la vez con profundas raíces en otros proyectos.

En realidad, la historia está llena de experiencias en las que la gestión del trabajo se entiende como una tarea radicalmente colectiva. Por ejemplo, las fábricas autogestionadas en la Italia de principios del siglo XX, las colectivizaciones en la España de 1936 o las fábricas recuperadas en América Latina, de las que tenemos recientes ejemplos en Argentina. Pero también ha crecido en número y fortaleza legal el cooperativismo empresarial, una fórmula ignorada por los distintos gobiernos, a pesar de haber demostrado con números su capacidad para generar riqueza en tiempos de crisis.

REAS comparte con estos proyectos la creencia de que la riqueza son los bienes y servicios que resuelven las necesidades de la sociedad, más allá de su rentabilidad en el mercado. Por ello, frente a la idea de competencia como núcleo de la actividad económica, este tipo de economía está compuesta de proyectos que tienen como objetivo ubicar la solidaridad y la cooperación en el centro. “Los mercados sociales son herramientas innovadoras que nacen de la inteligencia colectiva”, dice Sabín, que además se muestra convencido de que “no sólo es posible transformar el modelo económico”, sino que también “es necesario”.

Actores en auge

La economía social sigue creciendo de la mano de muy distintos actores, pero el Mercado Social aporta red, nuevas ilusiones y, también, números. Hace unas semanas, el Mercado Social de Aragón dio a conocer su Balance Social de 2014, que puede servir de radiografía: una treintena de empresas, cooperativas y asociaciones aragonesas generaron el año pasado 453 puestos de trabajo y movieron más de 9,5 millones de euros. Entre las entidades, destacan las cooperativas de trabajo, una de las principales herramientas de la economía social, que suman ya un 36,7% del total, y en buena parte explican el éxito del Mercado Social en casi todo el Estado.

El Balance, que analiza una serie de indicadores económicos, laborales, éticos y medioambientales, es una herramienta que permite evaluar, dar seguimiento y comunicar a la sociedad el comportamiento de todas las entidades del Mercado Social, pero también sirve para “a nivel interno, diagnosticar, planificar y establecer mecanismos de mejora continua en la gestión de las entidades”, explican desde MesCoop Aragón.

La forma jurídica con la que operan es, sin embargo, diferente en cada caso. En Euskadi y Navarra es REAS la organización que ampara el proyecto. El Mercado Social de Madrid, que también está a punto de presentar su primer Balance anual, se constituyó a principios de año como cooperativa mixta/integral. En Aragón, surge como una cooperativa de servicios, y en Baleares –con un gran peso de las ONG– tiene forma de asociación.

En Euskadi, con una gran tradición de pequeñas empresas de inserción sociolaboral, tejido cooperativo y proyectos de finanzas éticas, REAS agrupa a más de 60 entidades, y la mitad ya se han unido al Mercado Social. Catalunya y Madrid aportan otras cien cada una. Pero es un proceso muy reciente al que se están sumando organizaciones de Baleares, Murcia, Andalucía o Valencia.

A medida que ha aumentado el número de entidades y la complejidad de sus iniciativas, se hizo necesaria la creación de un espacio de vinculación más amplio y abierto, donde pudieran interactuar las entidades proveedoras y una ciudadanía que no solo quiere ser cliente. Así, termina cristalizando en 2012 el Mercado Económico Social, una estructura que aglutina a empresas solidarias, ahorradores e inversores éticos y consumidores que reclaman un papel activo en el modelo económico. En este espacio se pueden conseguir e intercambiar bienes y servicios de sectores tan distintos como la alimentación, el transporte, la formación, el ahorro o el diseño gráfico.

Las entidades del Mercado Social comparten varios elementos: un catálogo de bienes y servicios en el portal mercadosocial.net, un sistema de certificación de proveedores, el Balance Social y una imagen reconocible para el gran público. Pero esa red se hace tejiendo nodos, así que el interés por conocer e interactuar con el resto de los agentes del Mercado Social ha impulsado distintos encuentros que ponen de relieve la importante apuesta que hay detrás: en 2014, las ferias de Barcelona y Madrid movilizaron más de 200 expositores, 20.000 visitantes y más de 50.000 euros en moneda social. Se trata de un circuito de moneda alternativa que basa parte de su funcionamiento en bonificaciones aplicadas a los consumidores con cada compra, y que para el proveedor supone un descuento en la venta.

El ecosol (Catalunya), el ekhi (Euskadi), el boniato (Madrid) o el eco (València) son algunos ejemplos de esta moneda que potencia los intercambios locales y fortalece sus redes. “Han sido creadas por empresas y entidades que tienen criterios de sostenibilidad, democracia económica e igualdad, así que también sirven de aval de consumo responsable para las consumidoras y los consumidores”, explica César Gómez, Coordinador de la Feria del Mercado Social de Madrid.

La relación de los mercados con las instituciones, de momento, es pequeña y está vehiculada a través de REAS en cada territorio, aunque “empezamos a ser reconocibles como mercado de criterios que reclama la ciudadanía”, añade Gómez. Las relaciones comienzan a establecerse debido a la facilidad de contratación o como proveedores, si bien su intención es ampliar esa presencia institucional, “apostando por la transformación de las relaciones de gobernanza”, continúa.

La economía solidaria atraviesa un momento especial. El Mercado Social es la herramienta que hacía falta para generar las sinergias y aprendizajes que impulsen definitivamente este modelo económico. Es también la respuesta a una ciudadanía cada vez más comprometida con otras alternativas, ante un escenario de crisis económica, social y medioambiental. En definitiva, ya es posible producir, trabajar y consumir a través de una economía que rompe con los paradigmas del capitalismo neoliberal.

[box] Iniciativas feriales

Hasta 20.000 personas y 200 expositores se aglutinaron en 2014 en los mercados sociales que se celebraron en las ferias de Madrid y Barcelona. En los eventos se movilizaron 50.000 euros en moneda social.

Entidades solidarias

La Asociación de Redes de Mercado Social cuenta con entidades como REAS, Coop57, CAES, Som Energia, Ecologistas en Acción, Diagonal y Centro de Información e Investigación en Consumo, además de los mercados sociales de cuatro territorios. En la actualidad cuenta con 50.000 socios y alrededor de 10.000 personas contratadas en más de 1.500 entidades de economía solidaria.

Alternativa al euro

Más de 70 monedas sociales circulan ya por todo el Estado. La primera que entró en circulación fue el zoquito, en Jerez de la Frontera (Cádiz) en abril de 2007. Algunas de las que se utilizan actualmente son el ekhi (Euskadi), el boniato (Madrid) y el ecosol (Catalunya).

Cooperativa integral

En diciembre de 2014 nació el Mercado Social de Madrid. Constituido como cooperativa integral, está formado por más de 100 entidades proveedoras, 94 consumidores socios y 211 no socios.

Reas Aragón

La Red de Economía Alternativa y Solidaria generó el año pasado en Aragón 453 puestos de trabajo a través de una treintena de entidades (el 36% eran cooperativas y un 23% eran sociedades limitadas). La red facturó alrededor de millones de euros y recibió algo más de millón y medio de subvenciones. Euskadi cuenta con otra de las REAS más potentes del Estado, con 35 entidades asociadas desde que se creó en 1997. [/box]

Artículo de El Salmón Contracorriente publicado por Diagonal.

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