El Fénix C.R. empata en su visita al Químic Rugby

Ahora el Fénix deberá seguir luchando para, al menos, liderar la zona baja de la clasificación, a tan solo 2 puntos de la séptima plaza

Imagen de archivo. Foto: Carlos Fabre.

El Fénix estuvo blando en defensa, no controló el partido en ningún momento, a pesar de ir por delante la mayor parte de él, y, por enésima vez dejó escapar en los últimos minutos dos puntos que tenía en la mano. Y ya van 8.

El salto de pasar a competir tras ser vapuleado es grande, pero el salto de competir a ganar, lo es todavía más. Muchos puntos ya se han escurrido entre las manos o bien por aciertos del rival en algunos casos, o bien por errores propios en otros. Ayer, tras dominar claramente el partido en la mayor parte de la primera mitad, el Fénix recibió dos ensayos tras la reanudación, en diez minutos el Químics se puso por delante, y eso lo lastró en lo que quedaba de partido. Para rematar la faena, un golpe innecesario poco más allá de la 22 propia, le hizo perder dos puntos.

Aún así, llevarse tres puntos de un campo en DHB y contra un equipo en clara mejoría y luchador como el Químics, no es un fracaso total.

El partido comenzó con dominio alterno, hasta que Thomas, en una jugada individual desde medio campo, puso el primer ensayo que Romain transformó. El Químics llegó a campo contrario y se fue con 3 puntos.

Poco después, en un maul tras touche, Diego Alonso puso el 3-12. Fueron los mejores minutos del Fénix, con dominio y sensación de que el triunfo iba para Zaragoza y, posiblemente, el bonus. Pero cuando el Químics tenía la posesión, la defensa del Fénix temblaba. No había apoyos internos y los placajes de la primera cortina no eran contundentes.

El Químics volvió a ensayar tras una sucesión de errores defensivos y se volvía a acercar en el marcador. Pero en otra jugada individual de Romain, que dio el ensayo a Molina, el Fénix se fue al descanso con un 10-17 y tres ensayos.

La reanudación no se preveía, a pesar de la ventaja, cómoda. El Químics estaba en su campo y tenía confianza. El Fénix salió, como casi siempre tras la reanudación, sin concentración.

El 22–20 que reflejaba el marcador en el minuto 10 de la segunda parte era la viva muestra de la superioridad del ataque sobre la defensa. Tras el último ensayo del Químics el Fénix refrescó la delantera y la melèe pasó de tener un ligero dominio visitante a ser muy superior.

Aquí vino una de las claves del partido. Tras una serie de 7 melées a cinco metros de la zona de marca del Químics, sus correspondientes golpes de castigo y expulsión del pilar izquierdo del Químics el árbitro no valoró la posibilidad de decretar ensayo de castigo. El ensayo se consiguió, pero lejos de conseguir dos puntos más en la transformación.

Faltaban 20 minutos para terminar el partido y el Fénix, consumido por sus errores propios en la continuidad a través del pase, no supo rematar el partido. Y el Químics, más listo, lo consiguió empatar a falta de 3.

Ahora el Fénix deberá seguir luchando para, al menos, liderar la zona baja de la clasificación, a tan solo 2 puntos de la séptima plaza.

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