En el pleno celebrado este viernes se aprobaba la moción presentada por el Partido Popular (PP), en la que solicitaba que el Ayuntamiento de Zaragoza declarase su apoyo a las obras de recrecimiento de Yesa, así como su defensa emprendiendo “cuantas acciones políticas, jurídicas o de cualquier otra índole”.
El apoyo a dicha moción, defendida por el PP, representa una visión desfasada, anclada en un Pacto del Agua anticuado, y una patada hacia adelante a una obra, que ya ha multiplicado por cinco el presupuesto inicial destinado a la misma.
Desde la bancada de la ciudadanía varias voces han reclamado cordura antes de realizar esta declaración. Isabel Torrecilla de ANSAR, en representación de la Red Agua Pública de Aragón (RAPA), ha mostrado su rechazo al recrecimiento. Por su parte, el doctor en geología de la Universidad de Zaragoza, Antonio Casas, ha dicho de esta obra que es “inútil, innecesaria y costosa”, y que con la obcecación en la misma “somos el ‘hazmereir’ de la comunidad geológica”.
Sin embargo, poco ha parecido importar a los grupos de PP, PSOE y Ciudadanos, que no han dudado en apoyar la propuesta planteada por el primero, sin hacer ningún análisis que se escape de la obcecación por finalizar una obra, que a buen seguro deba ser abandonada en unos años.
La bancada popular ha utilizado zafiamente la moción para buscar el enfrentamiento entre territorios, acusando a ZeC y Chunta de amigos de EH Bildu, o sacando a colación el supuesto carácter plebiscitario de las últimas elecciones de Catalunya.
Por su parte, Teresa Artigas, concejala de medio ambiente, ha respondido a los populares asegurándoles que “estamos hartos de que se use Zaragoza para excusar un nuevo fiasco medioambiental”, y ha solicitado a la bancada popular que “no engañen”.
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