Discapacidad en Bolivia, una conversación con Luis Simarro

Luis Simarro es psicólogo y está desempeñando en Bolivia una función como voluntario para la entidad Fe y Alegría, una de las mayores ONG´s en todo el mundo que trabaja en temas educativos.

Se encuentra junto a su familia, sus dos hijas y su compañera, que también es especialista en el mismo campo, y que también está trabajando en dos centros de Fe y Alegría, además de dando formación especializada. En el Estado Español siempre ha trabajado en educación especial, principalmente en autismo y en discapacidad intelectual.

Desde AraInfo tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre la actualidad de la educación y la discapacidad en un país pobre como Bolivia que desde hace unos años (2006) puso en marcha un proceso de cambio político que, de forma muy lenta, va dando ciertos resultados.

Diego Marín Roig (AraInfo).- Existen muchos prejuicios y desigualdades, dependiendo de la cultura y el contexto nacional, sobre la discapacidad, tanto intelectual como física, ¿Cómo es esa situación en Bolivia?

Luis Simarro.- El viceministro de educación alternativa y especial me comentaba que en Bolivia existen dos corrientes o tendencias opuestas en la visión y concepción de las personas con discapacidad. Una era la de verlos como una especie de castigo o maldición, muy negativa. Y otra es la de ser considerados seres especiales y con capacidades especiales y diferentes. Son dos visiones contrapuestas. Desde mi punto de vista, ninguna de las dos es demasiado acertada, la negativa por razones obvias, y la “positiva” porque se considera que los niños especiales no se les puede pedir que hagan determinadas tareas, con lo que se consigue crear mayor dependencia a una persona, que por sus características de discapacidad, ya es dependiente. Ambas tendencias llevadas al extremo son negativas para las propias personas con discapacidad.

Unos compañeros bolivianos me decían también que ellos creían que la visión de “seres especiales” era una visión más autóctona, más originaria de los pueblos de Bolivia. Por el contrario la visión de la maldición o castigo divino era una concepción importada por los españoles, ya que es la misma visión que tradicionalmente ha sostenido la Iglesia Católica. Desconozco que parte de verdad habrá en esto o no, pero sí es cierto que esa misma visión de castigo divino ha existido en el Estado Español hasta hace muy poco (40 o 50 años), y todavía perdura en algunos aspectos. Sin embargo la visión de seres especiales, no la he visto en el Estado Español. No sé si es cierto, pero hay argumentos que coinciden con esto.

Por otra parte, también comentaban que tradicionalmente las personas con discapacidad adquirían mucha relevancia. Por ejemplo los Yatiri (hechicero o chamán) solían ser personas con discapacidad porque desde su perspectiva veían y comprendían cuestiones que no se podían ver desde otra perspectiva. Por ejemplo, los ciegos, en su mundo interior veían cosas que los videntes no podían ver. Desconozco si con otras personas con discapacidad intelectual, como síndrome de Down o con otras, la visión era esa. Pero por lo general, y esto lo he visto en Colombia, en los pueblos tribales amazónicos, la discapacidad es una carga para el grupo. Los compañeros colombianos me comentaban que, por ejemplo en el Amazonas, cuando un niño nace con alguna discapacidad se lo dan al río. Pero cuando una persona mayor ya está bastante enferma, también se la dan al río.

Aquí en Bolivia se dan esas dos tendencias, pero la primera, la de la maldición, hace que la gente esté recluida en sus casas, al igual que pasaba en el Estado Español hace no muchos años. Ahora mismo en Bolivia el estado no tiene un control de la población. Una persona con discapacidad puede ausentarse todos los días del colegio, y el estado no tiene ningún control sobre eso. Esto hace que muchas personas con discapacidad ni siquiera accedan a la educación.

DMR (A).- En el Estado Español hasta hace muy poco si alguien nacía con discapacidad en una zona rural estaba condenado a una vida muy poco digna. ¿Cuál es la situación de los niños con discapacidad en las zonas rurales bolivianas?

LS.- Lo que yo conozco es de total y absoluto abandono. Porque si el estado a veces no llega ni siquiera a los núcleos urbanos más grandes, pues difícilmente va a llegar a zonas tan remotas de Bolivia. Es un país de más de un millón de km2 con 10 millones de habitantes, con una densidad de población muy baja, creo que de las más bajas de América Latina, pero no es un país llanito, sino con montañas de seis mil metros y ríos inmensos. Entonces la comunicación se hace muy complicada. Acceder a ciertas zonas es un imposible. Hay algunos sitios que, por ejemplo la zona del Amazonas, en la época de lluvias, diciembre, enero febrero, se accede en avión o en barco, si llegas, porque las carreteras están bloqueadas y los pueblos completamente aislados. Entonces en esos entornos si nace un niño con sordera, ceguera, parálisis cerebral, que no tiene ni acceso a un colegio, ni nada, se va a encontrar aislado de los servicios que necesita. Allí los únicos recursos que puede haber, es que alguna ONG haya decidido que quieran instalar allí algunas personas y crear algún tipo de proyecto. Pero si no, están completamente perdidos de la mano de Dios.

Hace poco me impacto muchísimo un caso, en el 2006, cuando estuve aquí por primera vez. Estábamos en El Alto, al lado de la Paz, y fuimos a visitar una escuela infantil donde había una monja italiana que nos pidió que ya que estábamos aquí, que le dijéramos si creíamos que alguno de los chicos de la escuela tenía algún problema de desarrollo, ya que era nuestra especialidad. Bueno, cuando llegamos allí, era como una escuela infantil, donde había como 100 niños por lo menos de 0 a 5 años, y ella estaba allí desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Era ese horario ya que lo que se pretendía era que las madres solas pudieran trabajar. De repente cuando estamos ahí veo a un chico tumbado en una mantita en el piso (suelo), y veo que estaba al lado de una silla de ruedas, parecía que tenía alguna discapacidad física. Tenía como 8-9 años, entonces le digo: hermana, ¿qué hace ese niño aquí? Nosotros estábamos colaborando con un colegio de educación especial con niños con discapacidad física. Me contesta: nada es Hugo, con evasivas, no me decía nada, y yo seguía preguntándole, pero bueno, por qué está aquí contigo, por qué no está en el colegio de educación especial. Y al final ya me cuenta, después de insistirle, y me dice que su familia es de una zona rural del Altiplano, muy pobre, que viven de la agricultura y que apenas tienen recursos, que cuando vieron que el niño no se podía valer por sí mismo, pensaron que lo mejor era que Dios se lo llevara. Entonces la mejor forma de que Dios se lo llevara era dejarlo una noche entera de diez grados bajo cero en la calle a ver si Dios se lo llevaba. Y no se lo llevó. Volvieron a repetirlo otra vez a ver si Dios se lo llevaba. Y Dios no se lo llevó. Entonces decidieron que si Dios no se lo quería llevar, quizás estaría mejor con la hermana Luisa, y la hermana Luisa cogió y lo adoptó. Esto ocurrió en el 2006. Yo me quedé súper impactado con la historia de Hugo. Este año (2013), llegaron unos amigos, que habían estado en El Alto, y querían buscar a la hermana Luisa. Querían volver a contactar con ella, y estuvimos aquí en Cochabamba buscando porque pensaban que quizás pudiera estar aquí. Fuimos a una casa que tenían las hermanas salesianas, y preguntamos por la hermana Luisa. Nos dijeron: es que la hermana Luisa, pues era ya mayor, y entró en un proceso de Alzheimer y está en Italia ahora. Entonces ya no está en Bolivia, dije. Y al rato me di cuenta y pregunté, ¿Y Hugo? ¿Qué ha pasado con Hugo? Y me dice: Está muerto, ¿Cómo está muerto?, Sí, cuando la hermana Luisa se fue a Italia, se tuvo que ir con su familia, y al mes nos dijeron que había muerto. Me quedé pasmado.

Entonces ésta es la suerte que tienen muchas veces en las zonas rurales las personas con discapacidad. Me han contado otros casos de niños atados a un palo u otros ejemplos. Desde una perspectiva occidental es muy fácil criticar eso, pero claro, si la familia depende de que la madre vaya al campo a buscar yuca o a sacar papa o lo que sea, y el niño se le está escapando, se puede caer a un río, pues al final que haces, o lo encierras o lo atas, o dejas de trabajar y la familia no sobrevive. Son situaciones muy extremas que dentro de nuestra perspectiva no entran en la cabeza. Hay que intentar entenderlo, que no justificarlo, desde una perspectiva de pobreza extrema y de muchísima necesidad y carestía de cosas que a nosotros nos parece que hasta el más pobre tiene, que es un colegio, o un sitio donde llevar a tu hijo si no puedes atenderlo

DMR (A).- Y en las zonas urbanas. Me he dado cuenta que para las personas con movilidad reducida es realmente complicado desplazarse con normalidad por la calle. ¿Cómo está el tema de la accesibilidad?

LS.- No hay nada. Ten en cuenta que todo eso implica una inversión pública muy grande. Supongo que no habrá recursos para hacerla de una forma similar a como se hace Europa, pero tampoco hay voluntad política de hacerla. No afecta solamente personas con discapacidad física, por ejemplo, con las personas ciegas ocurre lo mismo. Yo el otro día estuve con una persona ciega, y para moverte con él por la calle, tú tienes que llevarle. Ya lo ves por la calle, en cualquier lugar la acera se levanta y hay un desnivel gigante, o hay una cavidad abierta… entonces a ellos les cuesta muchísimo. Igual por recorridos que ellos ya conozcan muy claros…pero ya ves, igual de repente vas por la calle y hay un montón de arena y de piedras allí o una zanja que está sin cubrir. Es un tema complicado, y de inversión pública importante. No es la prioridad para nada de las autoridades bolivianas. Eso requiere que no solo hay que invertir ahí, para poder caminar por las calles, que también, sino transporte público. Muchas veces en el transporte público, hay señoras mayores que las tienes que subir, porque los autobuses urbanos casi están hechos para que no puedan subir. Una vez vi subir a pulso a una señora, y luego digo…como bajará, pues alguien la tendrá que bajar porque no puede bajar ella sola de ahí.

DMR (A).- Y en el sistema educativo ¿Cuál es la situación? ¿Existen políticas públicas destinadas a atender a personas con necesidades especiales, o todo ello dependen de fundaciones privadas y ONG´s?

LS.- Tradicionalmente, el estado ha consentido un cierto abandono de las personas con discapacidad, tanto en educación como en otros ámbitos, y ha sido este gobierno, todo hay que decirlo, con sus luces y sus sombras, el gobierno de Evo Morales el que realmente ha dado un impulso a todo eso. En qué cosas concretas ha cambiado la ley, por ejemplo la ley educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez ha incluido a la discapacidad por primera vez como unidad en riesgo diferenciado, y ha aumentado también las horas de los docentes, que en los últimos años han aumentado un 50%. Han pasado de 62 a 100 horas. Horas se entienden como periodos, no son horas reales. Eso ha supuesto un incremento de la mejora. Otra acción importante, ha sido que han creado, por primera vez en Bolivia, ya que nunca ha habido, formación específica en las universidades para educación de personas con discapacidad, o sea, han creado la licenciatura de Educación Inclusiva, que sería el equivalente a Educación Especial en España. Y a pesar de los avances, esto todavía no ha supuesto unos cambios muy trascendentes. Primero porque aun son muy recientes, son de 4 ó 5 años para acá, todavía falta mucho para poder cambiar esto. Pero por lo menos ahora, con mayor o menor éxito, hay voluntad política. Se están destinando recursos a eso, una cosa que antes no. Pero, aun hay muchas carencias ya que el sistema educativo ahora mismo es como muy garantista para los derechos del profesorado, que eso está bien por un lado, pero por otro, llega a veces a entrometerse, desde mi punto de vista, en los derechos de los alumnos, de los niños, y si se trata de niños con discapacidad, pues me parece más negativo todavía. Un profesor puede pedir plaza en cualquier colegio, tenga o no tenga alguna formación en educación especial. Pues ¿qué pasa?, que muchos centros de Educación Especial, tanto fiscales, que son como los públicos en España, como de convenio, que son los concertados, tienen a una plantilla de profesores sin la más mínima formación en la educación especial. Eso lo que hace es bajar la calidad de la Educación por los suelos. Todos los profesores con plaza pública, tienen que hacer un tiempo de su carrera en provincias, para que la educación regular pueda acceder a las zonas rurales. Entonces, todo profesor tiene que hacer 2 ó 3 años en provincias, en las zonas rurales a dar clase. ¿Qué ocurre?, que luego cuando tienen que volver van por plazas que queden vacantes. Si le interesa acercarse a Cochabamba, aunque no sea su ámbito, ni especialidad ni nada, pero hay un centro de educación especial, pues te admiten ahí, y por lo menos ya te has acercado a tu ciudad, y ya luego volverán a otro colegio o te cambiarán. Entonces claro, pues eso puede ser bueno para el profesor, pero en la educación de los chicos es una vulneración de su derecho a una educación de calidad. Espero, que por lo menos, al haber puesto ya la licenciatura de Educación Inclusiva, pues eso consiga que en los próximos años quienes estén allí de profesores sea gente que ha estudiado esa licenciatura, y que quiere dedicarse a eso. Puedan tener ya unas que permitan que suba la calidad, y que comience a sustituirse ese profesor que no quiere estar ahí por un profesor que sí quiera estar y que tenga una formación específica. Yo tengo la esperanza de que si van subiendo las horas educativas, pues también se pueda pedir una especialización en los centros de educación especial a los profesores.

Aquí en Cochabamba la mayoría de colegios de Educación especial han sido de ONG´s laicas o religiosas. Públicos hay ahora mismo, que yo conozca, 3 ó 4. De estos, la mitad han sido de ONG´s que se los han entregado al estado. Con lo cual, colegios públicos creados para personas con discapacidad, o políticas inclusivas, ha habido muy poco, pero yo entiendo que es un tema complejo, y lo que sí veo es la voluntad política.

Aquí gran parte del profesorado, surge de la Revolución del 52. En el 52 se llega a una situación en la que hay una gran desigualdad social, porque hay una oligarquía que domina el país, en la época de la Republica, donde existía el sufragio censitario, es decir que solo votaba la gente que tenía un cierto estatus económico. La población indígena que era mayoritaria, un 60% aproximadamente, no tenía acceso a la educación y a las cosas básicas, y luego había como tres oligarcas, los barones del estaño, Patiño, Hochschild y Aramayo que dominaban la economía boliviana y tenían a una cantidad de población explotada en las minas. Entonces eso fue el caldo de cultivo para la revolución. Una de las primeras prácticas de la revolución fue generalizar y universalizar el derecho a la educación, pero claro, pasas de una población en la que estudiaba igual el 10-15% a generalizarla a todo el mundo. Lo que supuso que no había profesores ni escuelas para atender la demanda. Entonces se empieza a repartir. Cogen y parten la mitad de jornada. Entonces aquí se da la circunstancia en la que hay escuelas de mañana, escuelas de tarde, y hasta de noche. Cada cual tiene su nombre, y tienen directores y profesores diferentes aunque compartan el mismo espacio, ya que no llega para todos. Eso crea un tremendo bajón en la calidad de la educación que todavía no se ha recuperado. La lectura y ortografía, están en niveles muy bajos, porque todavía no se ha conseguido nivelar. Y eso afecta también a muchas cosas. Cuba es un ejemplo clarísimo, Cuba es un país pobre, en cuanto a recursos técnicos y materiales, comparado con Europa, claro. A nivel cultural, qué le podemos decir siendo españoles a un cubano. Nos dan mil vueltas, o, por lo menos, están igual que nosotros o por encima en todo tipo de educación. Es otro tipo de historia. Allí hay escasez material, pero hay un conocimiento y una cultura, que no la hay aquí. Colombia también es un país muy culto, o Argentina, son países que, vamos, no se han dado los procesos que se han dado aquí. Aquí por ejemplo hay una gran influencia de la tradición oral, entonces la lectura es muy baja, con todo lo que ello va a implicar después.

DMR (A).- ¿Y existe profesorado boliviano que se dedica a la educación especial?¿Cuál es la situación?

LS.- Nosotros estamos en un centro de educación especial, para chicos con discapacidad intelectual y autismo, y todo el personal es boliviano, nosotros estamos como técnicos para orientar, asesorar, capacitar un poco al personal. En el otro centro donde también estamos colaborando, que no es tanto un centro educativo, sino de diagnóstico, terapia, de intervención temprana, y ahí también, todo el personal es boliviano, y nuestro trabajo es también asesorar, colaborar para ayudar.

Otro de los problemas importantes que hay es que en Cochabamba curiosamente es que es la ciudad del mundo que más ONG´s tiene por habitante. Los resultados son tremendamente escasos, porque cada uno hace la guerra por su cuenta. No puede ser que haya tanta presencia extrajera, y que no se desarrollen capacidades para la gente de aquí. Porque la gente va, estás un tiempo y te vas. Entonces si vienes a hacer algo que depende de ti, y luego tú te vas, no es válido. Lo que tienes que hacer es empoderar y fortalecer lo que hay aquí. Es como un paternalismo que no permite el desarrollo de las sociedades, entonces ahí tenemos muy claro que no queremos iniciar nada que luego no se vaya concluir. Por ejemplo, este año he visto que las familias con las que trabajamos son familias de escasos recursos, y en el colegio por las mañanas veíamos que había muchísimo absentismo. Entre que ya tienen pocas horas, profesores no especializados, si encima no van al colegio... Nos preguntamos por qué no vienen si la jornada es de tres horas y media, no llega ni a cuatro horas al día… Vimos que si tienen que venir de lejos, entre que vienen y no, pues pierden todo el día, y si algún día tienen que hacer algo, algún papel o al médico o lo que sea, pues no pueden llevar al hijo al colegio. Muchas son familias monoparentales, madres solas con hijos que no lo pueden traer. Pudimos poner un transporte colectivo, y muchas familias están encantadas con el servicio, porque claro, está permitiendo mucha mayor libertad, los niños van al colegio, y enciman llegan puntuales. Nosotros hemos puesto esto en marcha, hemos conseguido con 3000 €, una ayuda que nos llegó de España, subvencionarlo porque si no, sería muy caro. Pero claro, no vale que ahora consigas la plata, que al año que viene nos vayamos, y eso no se quede. Ahora hay que desarrollar, primero, que lo gestione la gente de aquí, y luego intentar gestionar ayudas públicas, de la alcaldía, ayuntamientos o gobiernos regionales para que asuman estos costes, porque si no, al final, de que vale que hagas este esfuerzo si luego esto no continúa.

En todos los procesos en los que nos metemos intentamos liderar en un primer momento, pero luego en el momento dos hay que idear las herramientas para dejarlo en manos de aquí. Tiene que ser algo que tú como español o europeo no te plantees de siguiente modo: está gente necesita esto, no. Consulta primero que es lo que necesitan, lo importante es que salga de una necesidad suya real, vivida y expresada, porque hay proyectos aquí de mucho dinero que han fracasado porque, viéndolo desde una perspectiva occidental veíamos que era muy necesario, pero para ellos no lo es. Entonces es contraproducente.

Hay muchos ejemplos en la cooperación, que por intentar plantear una postura muy etnocentrista y muy desde nuestro punto de vista han fracasado.

Por eso los proyectos de 6 meses o así, no tienen mucho efecto, porque hay qué entender bien que es lo que la gente pide, qué es lo que la gente necesita, que te lo digan, que te lo confirmen, no ir tú como occidental a crearles necesidades que no tienen.

Yo lo planteé esto con el transporte, porque me costó mucho ponerlo en marcha, pero primero les convoqué en una asamblea de padres, estuvimos discutiendo. Luego, si era un poco más caro, pues no se apuntaban, porque no tenían plata para pagarlo, pero no te lo decían. Entonces ahí fue como…venga empezamos, pero nadie viene. Entonces alguien dijo, intenta bajar el precio, y verás como vienen. Pudimos subvencionar casi el 70% y así se pudo poner en marcha.

DMR (A).- Es el problema de muchas ONG´s, que bajo esa mentalidad eurocéntrica y caritativa, que ponen en marcha proyectos que no responden a las necesidades de la gente de aquí.

LS.- Sí, pero también hay gente joven de aquí que ahora mismo se ha involucrado en este tema. Ahí estamos ahora con algunas personas que yo creo que esas personas van a ser un poco el futuro de Bolivia y de los distintos rincones donde están capacitándose. La capacitación también es un tema que es importante que tú no vengas aquí, que suena muy europeo, venir, dar un curso magistral de x horas y luego me voy. No, es importante que esos cursos sean cursos teóricos y presenciales pero que luego haya un entrenamiento, asesoramiento, seguimiento, porque eso es lo que verdaderamente queda: creo que sería importante diseñar un programa de formación con becas que la gente por ejemplo pueda ir a otros países, por ejemplo a Europa, o a Colombia o a Argentina, donde aparte de esa formación teórica pudieran tener esa formación práctica también, y que luego puedan ponerla en marcha aquí. Yo creo que eso sería una cosa importante. Importante es la formación…si tú la dejas en gente local es muy difícil que llegue. Tú puedes invertir en un edificio, metes ahí un millón de euros, construyes, pero luego al final el edificio no lo cuidas, se cae, ya no se utiliza para eso…Pero si tú formas a gente que está trabajando en este campo, es más barato y tiene mayor rendimiento. Te lo comento porque la cooperación japonesa hizo un proyecto, un programa de formación que metió miles de euros, desde mi punto de vista bastante mal diseñado, porque no había un acompañamiento. La gente iba a Japón, se pegaban un mes en Japón, con el problema que hay del idioma, donde nadie se enteraba de nada. Metieron un montón de plata, en los viajes en avión, hotel, todo.

El dinero de la cooperación tiene que ir a gente que tenga experiencia y que diseñe, que no cualquiera nos podemos meter a hacer políticas de este tipo. Hay que tener una cierta experiencia, porque si no se tira mucho dinero y se desperdician muchos recursos. Algunos dicen que el dinero de la cooperación es dinero de los pobres de Europa para los ricos del tercer mundo. Esto no es así, lo q hay son proyectos mal planteados, mal pensados y de eficacia dudosa, y que no están bien diseñados, ni llevados a cabo por especialistas. Lo consigues porque tienes un contacto de 100.000 dólares, pero no tienes conocimientos. Por ejemplo, fue lo que hizo la USAID (Agencia de cooperación estadounidense), cuando los EEUU querían erradicar la coca. Dijeron, pagamos para que cultiven otra cosa, les damos la semilla. Les pagaban, plantaban la semilla, pero al lado tenían la coca y la seguían plantando, porque esas semillas, primero les daba mucho más trabajo, mientras que la coca la plantas y te despreocupas. Luego, sacaban los productos, pero nadie se los compraba, porque eran muy caros, entonces era absurdo lo que estaban plantando. Lo que tienen es gente allí forrándose con sueldos de muchos dólares al mes para no hacer prácticamente nada

Ya te digo el problema es más de cómo están tratados los proyectos. Yo aquí he visto muchos ejemplos de proyectos mal hechos o mal coordinados, que mucha corrupción.

DMR (A).- La Constitución boliviana es una de las más avanzadas del mundo en la defensa de los derechos de las minorías. ¿Esto se traduce en la práctica?

LS.- Yo creo que como toda declaración de intenciones, el papel lo aguanta todo, pero luego tienes que ir poniendo en práctica todo eso. Entonces ahí, sí que chocas, primero con la escasez de recursos, y luego con muchas deficiencias estructurales como esto que estamos comentando, que tú por mucho que quieras mejorar la educación, si no tienes gente capacitada para ello, pues es muy complicado.

En la Constitución, todo el tema de los derechos, pues es una constitución muy garantista, porque defiende mucho los derechos, pero en la práctica, claro, viene todo desde tan atrás, que es muy complicado. Yo creo que los derechos de los indígenas, de las poblaciones originarias, sí que se han visto seriamente reforzados, lógicamente hay un gobierno indígena. Pero en caso de las personas con discapacidad, por todo lo que hablábamos antes, de accesibilidad, de caminar por las calles, de desplazamientos, de usos de recursos públicos como el transporte, como los edificios que no están adaptados..etc. Entonces queda muchísimo todavía.

Ese es el reto, que esa declaración de intenciones tan completa, tan avanzada, tan bien planteada sobre el papel, ver como las plasmas en la realidad. Yo creo que tiene que pasar mucho tiempo todavía para eso.

DMR(A).- En el actual Proceso de Cambio, sí se intuye cierta voluntad política para avanzar en mejoras de este tipo?

LS.- Exacto. Eso es, aunque va muy poco a poco y nunca a la velocidad que nos gustaría

DMR (A).- Uno de los mayores problemas estructurales de Bolivia es la calle, la gente que vive en la calle ¿Cómo se vive la discapacidad en la calle, donde también existe?

LS.- La discapacidad no es, digamos, ciega o insensible a las diferencias sociales. Hay mucha más discapacidad en los sectores más empobrecidos. Y dentro de esos sectores empobrecidos, de pobreza más extrema o de condiciones familiares más violentas, o de más desestructuración, de donde salen los niños que luego acaban en la calle, niños, jóvenes y adultos, generaciones enteras. Entonces si juntas los dos factores, frente a que la vida en la calle es tan dura, que al final puedes tener lesiones por heridas, por enfrentamientos, por ataques, por atropello, por mil cosas, o por consumo exagerado de clefa (pegamento), que al final se acaban desarrollando demencia u otros procesos. Entonces básicamente, yo lo que percibo, es que la sociedad boliviana ve como un estorbo a estos chicos de la calle. Compañeros que han trabajado mucho este tema, comentaban que las políticas que están planteando ahora, son políticas que ya en Europa han fracasado, se han comprobado como fracasadas, que son políticas básicamente represivas, como coger a estos chicos y meterlos en un centro a 20 km de la ciudad, en el campo donde no molesten, y encerrarlos a todos ahí. ¿Para qué? Se está planteando desde la perspectiva de que la sociedad no los vea, pero no se está planteando como se puede ayudar a esas personas, que están en una situación de la mayor exclusión. Estos chicos son los excluidos de los excluidos, junto probablemente a los que tengan discapacidad en zonas rurales. Y si son mujeres, ya es tremendo. Las políticas van en esa línea, hacer centros donde no molesten. Con eso ¿qué haces?, creas un polvorín. Y luego cuando salgan, ¿qué haces? ¿Toda la vida recluidos? O sea un despropósito. Está en proyecto eso, parece que está avanzado, y tengo la esperanza de que no se llegue a realizar, pero los planes van por ahí. La visión debería ser rehabilitarlos, sacarlos de la calle, ayudarles a curarse de sus adicciones. Hay que crear comunidades terapéuticas, centros de recursos para entrenamientos ocupacionales, profesionales, donde se puedan hacer terapias. Es gente tocadísima. Son cuadros tan bestiales, de violencia en casa, en su familia, con sus madres, en fin, temas horrorosos. Entonces con estos niveles de violencia no se les puede meter en centros sin tratamiento. Luego, en muchos hogares también hay violaciones. Y aún así, lo paradójico, lo curioso, es que incluso aquí es de las mejores situaciones, porque en otros países como en Colombia por ejemplo, se mezcla esta situación, con una situación de violencia con armas tremenda. Por ejemplo en Pereira, en Colombia, lo que diferencia a los niños de aquí de Cochabamba o de Lima por ejemplo, es que aquí en la calle están bien, entre comillas. Pero en Pereira, en Colombia, tienen miedo a dormir en la calle los niños de la calle, porque ya hay una práctica instaurada de que los sicarios del narcotráfico colombiano, de paramilitares, se dedican a entrenar a sicarios jóvenes, y para enseñarles a matar cogen a un niño de la calle para sus prácticas de muerte, sus primeros asesinatos. Aquí, de momento, esa violencia no está extendida, empieza a haber connatos en Santa Cruz, en algunos lugares vinculados al narcotráfico, pero son mínimos, casos aislados. De momento no tiene nada que ver ni con Colombia, ni con las favelas de Brasil, ni con Centroamérica. Afortunadamente Bolivia tiene un nivel de violencia muy bajo respecto a otros países de América Latina. Sí que existe una gran violencia intrafamiliar. Existe un 70 % de niños con maltrato. La violencia física hacia los niños está culturalmente muy instaurada. Les pegan con el chicotazo, que le llaman, que está muy instaurado. Es gente que de puertas afuera de su casa es muy pacífica, pero de puertas adentro ejerce una violencia tremenda sobre sus hijos y sobre las mujeres. A eso hay que sumar un 20% de adolescentes que antes de los 20 años se quedan embarazadas, causa también de muchos abandonos de niños. Existe también, en gran parte, una falta tremenda de educación sexual. No saben qué tienen que hacer para no quedarse embarazadas

DMR (A).- Sí, he visto alguna madre muy joven en el Hogar, de 15 años o menos.

LS.- Sí, ella está en un hogar, y su hijo en otro.

DMR (A).- También he tenido oportunidad de visitar la cárcel y percibí que había bastantes personas con necesidades especiales, físicas y psíquicas, ¿cómo es la discapacidad en la cárcel?

LS.- No tengo datos, no te puedo decir, no he estado nunca en la cárcel, pero vamos, personas con discapacidad en la cárcel hay en todas partes, en España por ejemplo. Entonces aquí pues supongo que será igual, porque el tema judicial es muy represor en ciertos asuntos, por lo que las personas con discapacidad son más fáciles de engatusar que otras, y tienen menos opciones de defensa, con lo cual, eso implica también que sean recluidas en mayor porcentaje en la cárcel de lo que debería, y eso implica también que allí tengan una situación de mucha mayor vulnerabilidad

DMR (A).- ¿Cómo se trabaja la discapacidad en otros países de América Latina? En Colombia, que has estado trabajando.

LS.- Hay países que los conozco y de los que tengo más referencias, Chile, Colombia, Argentina, Brasil, Venezuela, donde hay un desarrollo muchísimo mayor, son países que incluso están más cercanos a Occidente que a Bolivia. También tienen sus dificultades, porque son países claramente muy desiguales. Colombia por ejemplo es un país tremendamente desigual, donde la gente de las zonas rurales también está un tanto abandonada, porque también hay zonas de muchísima selva, muy inaccesibles. En las zonas urbanas apenas veo diferencias con Europa. Argentina, también está muy parecido. El problema fundamental de todos estos países es que han vivido varios años según el modelo de EEUU. Esto implica que la discapacidad es un tema que no compete al Estado, en lo que a generar servicios se refiere. En EEUU hay mecanismos y posibilidades de acceso a servicios a través de seguros que llegan a un porcentaje importante de la población. Esa realidad trasladada a Latinoamérica hace que se dé una situación de exclusión de facto de un altísimo porcentaje de la población, evidentemente la más pobre. Esto supone que si eres pobre o de clase social media baja o baja, no vas a poder llevar a tu hijo a ningún recurso para que reciba diagnóstico, terapias, etc. Si se trata de discapacidades como la auditiva que requiere de recursos tecnológicos como audífonos o, en otros casos sillas de ruedas, ya ni hablamos.

Por ejemplo en Ecuador en los últimos años ha habido también un cambio muy importante en las políticas de apoyo a personas con discapacidad, ya que Correa designó como uno de los vicepresidentes, a un tal Lenin Moreno, que era una persona con discapacidad física. Entonces se han llevado a cabo unas políticas muy importantes en todo el tema de accesibilidad. Les falta mucho por recorrer, porque venían también prácticamente de la nada, pero los avances que se han hecho han sido espectaculares. Ahí de verdad sí están apostando por la gente y por los más débiles. En el tema de la educación también siguen teniendo grandes problemas, por ejemplo a los niños con autismo todavía no saben cómo atenderlos bien. Tienen programas específicos incluso con familias migrantes que regresan de Europa. En Ecuador hay una realidad muy interesante. No va a ser rápido recuperar el control público sobre ciertos sectores después de años y años de neoliberalismo.

DMR (A).- ¿Cómo se plantea el futuro de las personas con necesidades especiales y los proyectos educativos en los próximos años en Bolivia?

LS.- Yo creo que la línea no es mala, pero es muy mejorable. Hay dos temas fundamentales, uno que pasen por mejoras, por programas de mejora en la formación del profesorado, y eso si comienza a salir gente de la licenciatura de Educación Especial Inclusiva se tendrá que notar, siempre y cuando empiecen a dar prioridad a estos profesores para trabajar con personas con discapacidad. No se ha regulado todavía pero sería algo muy importante. Y luego sí que hay que incluir más recursos, sobre todo para poder aumentar el tiempo de duración que pasan, porque es que tres horas y media al día es muy poquito. Tienen que intentar aumentar las horas del profesorado, y que el profesorado también esté cuidado. Actualmente gana unos 2000-3000 bolivianos (dependiendo de la antigüedad y la categoría) que es alrededor de 160-240 euros, entonces claro, con eso tampoco mucha gente vive, entonces tienen que buscarse otro trabajo por las tardes. Es les dificulta para capacitarse. Si pudieran vivir con el trabajo de profesor, tendrían mayor identidad como profesor, se querrían formar en esto, y querrían saber de lo otro. Si no, profesor por la mañana, y carpintero (o similar) por la tarde. Entonces si las horas aumentan, como en el último año que han aumentado un 50%, yo creo que es una línea importante. También tendría que haber algún complemento de apoyo a las familias, por ejemplo transporte y servicio de comedor, que pudieran comer en la escuela y alargar la jornada, porque sino las madres, o no llevan a los hijos al colegio, o tienen que no trabajar para poder llevarlos y recogerlos. Si tuviesen una jornada más larga, 7 u 8 horas, las madres podrían trabajar. Eso también dificulta mucho.

[Nota de AraInfo: A pesar del tiempo transcurrido desde la realización de esta entrevista por nuestro colaborador Diego Marín Roig, desde AraInfo entendemos que por su valor informativo puede resultar de interés su lectura.]

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