Descifrando el enigma de un guión con concesiones

‘The imitation Game’ (Descifrando Enigma) ha sido nominada a mejor guión adaptado en los Óscar y quizás sea por la libertad que se han tomado los escritores en adaptar la historia del brillante matemático Alan Turing para convertir su historia en más digerible.

Fotograma de 'Descifrando enigma'.
Fotograma de 'Descifrando enigma'.
Fotograma de 'Descifrando Enigma'.

The imitation Game’ (Descifrando Enigma) ha sido nominada a mejor guión adaptado en los Óscar 2015 y quizás sea por la libertad que se han tomado los escritores en adaptar la historia del brillante matemático para convertir su historia en más digerible.

Con ya 80 millones engrosando las arcas –solo en EEUU– la película sobre el matemático Alan Turing hace sospechar que el enigma detrás del que se esconde el guionista Graham Moore, encargado de adaptar la novela de Hodges a la gran pantalla, se nos presenta como una suerte de libre interpretación de la vida y muerte de este personaje que consiguió acortar la Segunda Guerra Mundial en dos años, sentar los pilares de la computación moderna y de la inteligencia artificial con el único fin de hacer su vida más televisiva y, por ende, más vendible.

Posibles Spoilers:

En primer lugar, el biógrafo que gestó el libro en el que se basa la película, Andrew Hodges, manifestó su indignación al verla, en especial lo tocante con la relación con Joan Clarke y con un supuesto doble agente ruso “ambas relaciones fueron inventadas”, declara. Joan Clarke sí existió y es cierto que estuvieron brevemente comprometidos, pero no con el romanticismo que muestra la pantalla y sin dejar claro que era bien sabida la homosexualidad de Alan. Ella siempre supo que su novio era gay "hicimos varias cosas juntos, fuimos al cine y tal” pero la cogió de sorpresa cuando le propuso matrimonio. Según contó en una entrevista para la BBC en 1992.

La controversia rodea la adaptación cinematográfica de una persona que estuvo destinada 50 años a la oscuridad; un proscrito cuyo "único delito" fue la homosexualidad. Sus logros –desencriptar el código nazi salvando miles de vidas– se mantuvieron en el cajón de Top Secret del gobierno británico y no fue hasta 2009, gracias a los esfuerzos del programador John Graham-Cumming, que al denunciar la injusticia histórica hacia Turing, consiguió que la Reina le realizara un perdón póstumo.

Otros fallos que destacan el biógrafo y apasionados de la vida del inglés son:

Que el nombre de la máquina no era Christopher (su amor de la infancia). Éste sí que existió, pero no consta que se haya nombrado así al invento de Alan para descifrar Enigma, de hecho, el aparato era conocido como ‘La Bomba’.

El personaje construido de Turing es una suerte de exageración de manías, no era asocial ni tímido y, además, tenía una gran predisposición por el trabajo en equipo y gran sentido del humor.

Era un gran atleta con marcas personales de maratón. En la película muestran que corre para evadirse de sus problemas, y él corría porque era una de sus pasiones.

Respecto al espía, sí que existió, pero sus caminos no llegaron a cruzarse, según se afirma en este artículo que enumera los errores fatales de la película.

Lo más indignante es ver como se suaviza la persecución homófoba del personaje, sí es cierto que fue condenado a la castración química y que se suicidó dos años después comiendo una manzana envenenada, no porque haya perdido facultades (otra gran inventiva de guión, ya que la terapia hormonal fue clave para que realizara grandes avances en biología matemática). Con lo cual, ese enigma de por qué se quita la vida, se puede centrar únicamente en la persecución que sufrió toda su vida por un gobierno intolerante. Este es un tema demasiado importante como para ser tocado sin darle verdadero peso.

De lo que casi no se habla es de Bletchley Park donde trabajaron más de diez mil criptógrafos. Un sitio histórico que estuvo a punto de ser demolido y en su lugar se gestó la idea de la construcción de un centro comercial. Estuvo en secreto hasta la década de los 70 y ahora gracias a una campaña se busca realzarlo al lugar que se merece.

En fin, que como película, a nivel narrativa audiovisual, es correcta, que se nutre de la fórmula de óscar: Nerd inteligente con fobia social + Chica guapa que lo cuida = Premios y jolgorio en la sala de proyección (‘La teoría del todo’ y ‘Una mente maravillosa’). Pero esta fórmula está ya muy vista y debería haber habido algún tipo de evolución, especialmente si nos inventamos una historia de pe a pa solo por embellecer algo de por sí bastante narrable: Un suicido por homosexualidad y el relego a la oscuridad por culpa de un gobierno que luchó por mantenerlo todo en la sombra durante demasiado tiempo.

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