De nuevo la solidaridad aragonesa viaja a Grecia

La crisis de refugiados en Grecia continúa sin visos de solución, hasta el punto que algunos campos de refugiados temporales pueden convertirse en permanentes, en esta situación se encuentra el campo de Ritsona, donde viajarán tres voluntarios aragoneses en diciembre

Campo de refugiados de Ritsona.

Susana, Paul y Ana son conocedores de la situación que se vive en Grecia en torno a la llegada de personas en busca de refugio, procedentes en su mayoría de las guerras de Afganistán, Irak y Siria, y por ello volverán a viajar hasta el país heleno, con el fin de llevar un granito de arena que ayude a paliar la situación de cientos de solicitantes de asilo.

En la actualidad más de 60.000 solicitantes de asilo permanecen encerrados en Grecia, gracias al cierre de fronteras impulsado por la Unión Europea. Estos tres jóvenes voluntarios viajaran hasta la Grecia Central, donde malviven en improvisados campos miles de personas.

En concreto viajarán hasta el campo de Ritsona, situado en la antigua base aérea de Evia, a unos 5 kilómetros del pueblo que le da nombre al campo y a 17 kilómetros de Chalcis, ciudad costera del sur de Grecia.

El campo se creó en medio de una zona arbolada el 13 de marzo de 2016, días después del cierre de fronteras en Europa. En él conviven unas 800 personas refugiadas, procedentes de Siria, Afganistán e Irak, repartidas en unas 150 tiendas de campaña.

En la actualidad su población se compone mayormente de familias provenientes de Siria e Irak, de las que alrededor de un 40% son menores, cerca de 20 mujeres embarazadas, varias personas en sillas de ruedas y otras con enfermedades crónicas o adquiridas en el campamento.

Recientemente, el estado griego consiguió, no sin polémicas, que los niños y niñas solicitantes de asilo, atrapados en contra de su voluntad en Grecia, pudieran ser escolarizados. Pese a lo que inicialmente se suponía como una buena noticia, la realidad nos pone los pies en el suelo. Los niños y niñas refugiadas no comparten colegio con los autóctonos. Los niños griegos acuden a clase por las mañanas, mientras que los refugiados tienen acceso a las aulas por las tardes.

En el caso concreto del campo de Ritsona, esta situación ha provocado un problema en cuanto al horario de reparto de comida, que habitualmente se realiza las 14.30 horas, momento del día en el que los niños y niñas se encuentran viajando en autobuses desde el campo hasta el colegio.

Susana, Paul y Ana viajarán hasta Ritsona para colaborar con Café Rits, un proyecto que se mantiene gracias a donaciones de particulares, y que desde su cocina ofrece comidas ya preparadas y reparte alimentos para que sean cocinados a 250 niños menores de 12 años, 300 mujeres y 300 hombres.

Estos jóvenes aragoneses se ocuparán desde esta cocina de preparar bolsas de picnic, con un bocadillo, fruta y zumo, para los casi cien niños y niñas que se ven obligados a desplazarse hasta el colegio, sin posibilidad de estar en el reparto de comidas.

El campo de Ritsona es un cúmulo de tiendas de campaña en medio de una zona arbolada. Con la llegada del otoño han aumentado las lluvias, y el invierno se encuentra a la vuelta de la esquina, con lo que las temperaturas bajarán todavía más. La improvisación al crear este tipo de campos por un Estado griego, que se vio colapsado en los primeros días de marzo de 2016, por el cierre de fronteras de los países al norte, hizo que muchos de ellos carezcan de algunos servicios básicos.

Este en concreto, no dispone de ningún lugar comunitario, donde se pueda pasar el largo y tedioso tiempo en el campo de refugiados, en compañía familiar o de amigos. Dentro de las actuaciones urgentes que se deben emprender está la creación de un espacio que permita este tipo de reuniones, además de albergar diferentes actividades.

Las personas residentes en el Campo de Refugiados de Ritsona junto con Café Rits vieron necesaria el montaje de una tienda de té con acceso a minusválidos. I Am You ONG donaba este verano una gran tienda de campaña a Café Rits, que se encuentra actualmente en un almacén en Tesalónica.

Estos voluntarios tratarán de poner en pié dicha tienda, realizando el acondicionamiento y aislamiento del suelo. Un  espacio que podría dar cabida a  decenas de personas, además de albergar actividades lúdicas y culturales que saquen de la incómoda rutina a los cientos de solicitantes de asilo allí atrapados.

Susana, Paul y Ana viajarán hasta Ritsona en diciembre con el fin de colaborar en ambos proyectos, para lo que se ha presupuestado un gasto aproximado de 100€ al día, destinado a las bolsas de almuerzo para los escolares, y de varias jornadas de trabajo para el montaje de la nueva zona comunitaria.

Para ello piden la ayuda de aquellas personas que puedan estar interesadas poniéndose en contacto a través del correo electrónico ayudacamporitsona@gmail.com o realizando una aportación voluntaria en el número de cuenta ES1904870043472007005321, para la Asociación Amigos de Ritsona.

 

 

 

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