Cuando viajar en bus a Madrid se convierte en un delito

He querido dejar pasar unas horas, descansar y más tranquila, es un decir, empezar por agradeceros a todos vosotros que el martes os preocupasteis, nos animasteis y reconfortasteis con vuestro cariño al saber del vergonzoso acoso policial que padecimos incluso antes de salir hacia Madrid. El martes, sufrimos el asalto coordinado e indiscriminado de cinco furgonas, dos furgonetas y más de treinta policías y dos perros, que tomaron el bus en el que nos disponíamos a iniciar la marcha a Madrid. Sufrimos dentro del vehículo sus amenazas, ordenes de "cerrar la boca", no tocar los móviles, poner los brazos en …

La policía registrando las pertenencias de los y las pasejeros del autobús. 25S. Foto: M.M.

He querido dejar pasar unas horas, descansar y más tranquila, es un decir, empezar por agradeceros a todos vosotros que el martes os preocupasteis, nos animasteis y reconfortasteis con vuestro cariño al saber del vergonzoso acoso policial que padecimos incluso antes de salir hacia Madrid.

El martes, sufrimos el asalto coordinado e indiscriminado de cinco furgonas, dos furgonetas y más de treinta policías y dos perros, que tomaron el bus en el que nos disponíamos a iniciar la marcha a Madrid. Sufrimos dentro del vehículo sus amenazas, ordenes de "cerrar la boca", no tocar los móviles, poner los brazos en el reposacabezas delantero y no movernos. Fuimos bajados de cinco en cinco para ser cacheadas nuestras pertenencias, tomar nota de nuestro DNI y en un acto barbaro, vergonzoso y humillante tirarnos a los perros que nos husmearon hasta en zonas poco púdicas para buscar no se sabe si explosivos, drogas o armas.

Cuarenta y una personas alineadas a lo largo del museo Pablo Serrano, no sabemos aun acusadas de qué, retenidas más de 50 minutos, sin posibilidad de identificar a quienes nos retenían, pues la mayoría no llevaba placa o era tan minúscula que hacia imposible su lectura. Les pedimos que se identificaran y porque no la llevaban. Contestación: Que se las arrancamos en las manifestaciones (¿?). Aguantamos su prepotencia, chulería y falta de las más elementales normas de educación, cultura o comportamiento democrático.

¿Cual fue nuestro delito?. Subir a un autobus que aún ni siquiera había arrancado. ¿Qué ibamos a Madrid?, nadie nos lo preguntó. Parece que creían que entre nosotros podría haber o bien terroristas o bien nazis, no quedó la cosa clara ni tuvieron en ningún momento la más mínima intención de aclararlo.

Su intención como quedó demostrado a lo largo del día, no fuimos los únicos que sufrimos su toma de autobuses, era asustar, acojonar, achuchar, y crear el miedo entre los que nos desplazábamos a Madrid. Tuvieron la poca verguenza de decir que nos preparámos que los malos estaban allí.

Luego todos vosotros habeis visto como se desarrolló la estancia en la Plaza de Neptuno y aledaños, que no toma del Congreso. Por cierto señor Delegado del Gobierno en Aragón, autorizada. Como habia miles de policías tomando todo el perímetro, los cientos de ellos infiltrados que desde atrás jaleaban, empujaban y despues huían a la carrera. ¡COBARDES! y como lo que en todo momento fué una manifestación pacifica, acabó con detenidos y heridos que no se cansan de utilizar como argumento para seguir coartando nuestras libertades y para que los derechos fundamentales comtemplados por la constitución se los pasen Rajoy, sus ministros y las fuerzas del desorden por el arco del triunfo.

Aun así el martes fue un gran día. El pueblo cada vez tiene menos miedo y lo demuestra. La gente volverá/volveremos a salir a la calle, no tenemos ya casi nada que perder, nos lo han arrebatado casi todo y mucho que ganar: Nuestra libertad, nuestro trabajo, nuestro derecho a elegir libremente a quienes nos representan y sobre todo nuestra dignidad. Esa ni el miércoles ni nunca nos la van a arrebatar.

En nombre de las 41 personas que nos desplazamos a Madrid ¡MUCHAS GRACIAS!.

Maribel Martínez | Para AraInfo

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