Críticas al trazado de la variante de Chaca que completaría la A23 Sagunto - Somport

Los vecinos y vecinas afectadas por el trazado licitado, así como la plataforma en contra de la variante por el norte de la ciudad exigen la paralización de los trámites de adjudicación para reflexionar sobre la posibilidad de utilizar la opción desechada inicialmente

Imagen del trazado licitado actualmente. Fuente: Ministerio de Fomento.

El trazado de la variante que pretende realizarse en la A23, Autovía Sagunto – Somport, a la altura de Chaca no convence a los y las vecinas de la localidad, que critican con dureza que las administraciones públicas hayan escogido la opción más cara, así como la que más afecciones tiene con respecto a la huerta en la zona.

Este tramo de la autovía, denominado Jaca Este – Jaca Norte, lleva un retraso de más de quince años con respecto a los primeros tramos construidos de la misma, y en la actualidad está licitado pero pendiente de adjudicación.

Tanto la plataforma como los habitantes de la Chacetania que se oponen al proyecto, se muestran a favor de que Chaca tenga unas comunicaciones viarias a la altura de un lugar con el flujo turístico que tiene la zona.

Sus reivindicaciones tratan más bien en denunciar una realidad que se está viviendo últimamente en la zona: que las instituciones parecen preferir facilitar el acceso a los turistas a las pistas de esquí, que mejorar la vida a las personas que habitan la zona.

El proyecto de la variante tenía dos trazados - en principio tres, pero el que más afectaba a la ciudad fue desestimado -,  la opción inicial, era un trazado que recorrería el Sur de Chaca, sin afectar a ninguna población, resultando unos 40 millones de euros más barata. Una opción que no tuvo ninguna alegación, es decir, sin la negativa de ninguna plataforma ni asociación vecinal.

Por otro lado, el trazado licitado actualmente, que pasa por el norte de Chaca, atropellando la llamada “huerta de Chaca” con una afección directa sobre 50 propietarios. Este trazado afectará a gran parte del Barrio Norte, que quedaría a cincuenta metros de la futura variante, soportando un altísimo tránsito de vehículos diarios, una situación que afectaría a cuatro pedanías más, contemplando un alto grado de destrucción paisajística, impactos en el hospital y en la residencia de mayores, e instalaciones educativas y hoteleras, así como en urbanizaciones adyacentes y explotaciones agrarias.

Desde las administraciones públicas, la elección de este tramo se ve como la oportunidad para cerrar el itinerario de la A-21 entre Chaca e Iruñea, a día de hoy completamente en servicio en el lado navarro. Por el contrario, en el lado aragonés, de los nueve tramos en los que se divide el recorrido (57,5 km), cuatro se encuentran en servicio y dos en ejecución, con lo que el Ministerio de Fomento, prácticamente cerraría dos obras en una.

Sin embargo, para quienes se oponían desde un principio a este trazado, la situación es  kafkiana, pues no logran entender por qué el tramo peor, el que más afecta a la zona y el más caro, es el que se va a terminar por construir.

La plataforma de afectados por la variante lleva 15 años luchando contra lo que consideran un absurdo, obteniendo el silencio administrativo por respuesta. Una situación que les lleva a plantearse diversas cuestiones al respecto.

En primer lugar cuestionan el silencio institucional durante todos estos años, y se preguntan por qué se ha elegido un trazado 40 millones de euros más caro, y que genera más perjuicios a los habitantes de la zona. Desde la oposición a este trazado aducen a la elección del mismo la posibilidad de que las instituciones estén pensando más en los turistas y las pistas de esquí, que en las poblaciones a las que afecta.

A este respecto lanzan la pregunta de cuál es el modelo de desarrollo que se busca para esta zona, si beneficiar a quien disfruta de la misma durante tres semanas al año, o la gente que reside en la comarca durante todo el año.

A la vista de las declaraciones de una de las actuales concejalas del equipo de gobierno socialista en el consistorio chacetano, que en noviembre del año pasado afirmó que la ciudad debía “convertirse en un centro comercial”, parece que la suerte está echada, y evidentemente se piensa más en el turismo, lo que no significa que no haya contestación a la misma.

Por ello, los vecinos y vecinas afectadas por este trazado de la variante, exigen que se paralice el proyecto, “para reflexionar detenidamente y en profundidad que trazado realmente es el mejor para la Chacetania, para que se piense primero en la gente de aquí y su bienestar”, y ofrecen su ayuda a la plataforma en contra del trazado, con el objetivo de buscar la mejor solución posible para este problema, “una solución que creemos profundamente que no es la que se nos quiere obligar a vivir”, aseguran.

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