La cuestión no es que Willy Toledo no se haya presentando ante un juez, la cuestión es que los artículos 522 a 525 del Código Penal deberían derogarse

Comunicado de MHUEL sobre la detención y proceso judicial de Willy Toledo

Ayer Willy Toledo fue detenido y conducido a los calabozos hasta ser puesto a disposición judicial. Su delito, no haberse presentado a los requerimientos del juez. Este es el dedo que apunta a la Luna. Y como no queremos caer en la necedad del adagio, ahora vamos a analizar la Luna que nos está señalando ese dedo.

Allí nos vamos a encontrar con una manifestación de reivindicación de derechos laborales y contra la discriminación, en la que la efigie que se transporta y las consignas que se corean son esgrimidas por Abogados Cristianos para denunciar a varias trabajadoras por  un delito de escarnio a dogmas del Catolicismo, incitación al odio y ofensa a los sentimientos religiosos. También hay  jueces y juezas que ahora deciden admitir a trámite la denuncia, luego cerrarla,  luego volverla a reabrir. Y por último tenemos una manifestación de apoyo a las trabajadoras y sindicalistas encausadas, en la que Willy Toledo expresa en las redes que se caga en Dios y en el dogma de la virginal concepción de su madre. Abogados Cristianos le denuncian por escarnio y ofensa a los sentimientos de los católicos, y un juez decide admitirlo a trámite y llamar a declarar al acusado.

La cuestión no es que Willy Toledo no se haya presentando ante un juez, la cuestión es que los artículos 522 a 525 del Código Penal deberían derogarse.

Por una parte, no son sino un corta y pega del código penal franquista de 1973. Que desapareciera el delito de blasfemia como tal en 1988, no sirve de nada mientras se mantengan estos artículos cuya justa aplicación es imposible por su subjetividad y por el trato privilegiado a los dogmas y principios religiosos frente a los de cualquier otra ideología.

Y por otra parte parecen estar ahí sólo para servir a los propósitos últimos del  lobby integrista católico, del que forma parte Abogados Cristianos,  que con sus demenciales acusaciones,  admitidas a trámite por una judicatura también integrista, pretenden conseguir la re-evangelización de España y la vuelta en la práctica del catolicismo como religión del Estado.

El hecho de que muchas de sus denuncias no terminen con la condena de los acusados no nos puede llevar al error de pensar que lo ultracatólicos han perdido. El daño a la Libertad de Expresión y de Conciencia está hecho en el mismo momento en que presentan sus denuncias. La repercusión mediática y el trastorno que producen en las personas denunciadas, crea un ambiente de enrarecimiento democrático, en el que nos vamos a cuidar muy mucho de hacer un acto reivindicativo, una crítica, lanzar un exabrupto o hacer un simple chiste que implique a la religión.

Si España fuera realmente un Estado democrático y de Derecho seguiría las recomendaciones de  Instituciones internacionales, como  la Corte europea de Derechos Humanos y eliminaría de una vez por todas estos artículos del código Penal.

Mientras tanto, desde el Movimiento hacia el Estado Laico, no podemos sino mostrar nuestro apoyo a Willy Toledo, por señalarnos que mucho más allá de los sentimientos religiosos ofendidos se encuentra la Libertad de Conciencia y  la Libertad de Expresión, la lucha por los derechos laborales y contra la discriminación y que revelarse contra la aplicación arbitraria de leyes absurdas es una forma de conseguir que las leyes sean más justas.

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