Una fotógrafa intrépida nos transporta al olvidado universo de la imagen analógica. Desde su peculiar “laboratorio” revelará las imágenes que ha ido capturando en sus viajes alrededor del mundo, donde ha conocido de cerca la situación de las y los refugiados y que nos relatan las vidas de los niños y niñas que allí conoció.
Nos trasladará a la historia de un padre e un hijo que se ven obligados a huir de su país por la guerra, tras ser destruido su hogar y su vida como lo eran hasta ese momento. Viviremos esta travesía a través de sus protagonistas y de las imágenes que se proyectan desde la cámara de esta fotoperiodista, a quien iremos conociendo y descubriendo como una cómplice más de este viaje.
Con teatro gestual, música, objetos e ilustraciones proyectadas, Factoría Norte quiere adentrarse en el drama de las personas refugiadas de manera poética para llegue sin traumas al público infantil.
Interpretado por Ana Morán, el espectáculo es una dramaturgia de Idoia Ruiz de Lara, que también dirige y ha diseñado la escenografía. Un carro con aspecto de cámara nos acerca la vida de la fotoperiodista que ejerce de narradora empleando objetos vinculados al mundo de la fotografía analógica, tan desconocida para los niños y niñas de hoy.
Los objetos cobran vida y se convierten en protagonistas de la historia, son fundas de objetivos, de cámaras, botes de revelado... Y con ellos se cuenta la aventura del padre y el hijo, acompañado también de las proyecciones de ilustraciones de Juan Hernaz.
“Que nadie tema, las y los niños entienden la historia sin problemas. En todas las obras y cuentos tradicionales pasan conflictos similares, es la historia de toda la vida, la de los migrantes que tienen que abandonar su país en busca de una situación mejor", apunta la directora.