Clamor popular en Bilbo contra las políticas neoliberales al grito de “¡Troika go home!”

Decenas de miles de personas manifestaron este lunes en las calles de Bilbo (Euskal Herria) su rechazo a las políticas neoliberales de austericidio impuestas por la Troika -Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Comisión Europea (CE)-, que “exigen enormes sacrificios a las personas mientras ‘rescatan’ bancos y grandes corporaciones”, señalaba una de las participantes. Una manifestación, convocada por la plataforma “Gune” que aglutina a la mayoría de los agentes sociales y sindicales vascos, recorrió las calles bilbainas para protestar por la celebración en esta ciudad vasca del “Global Forum Spain 2014”, en el que participaban los máximos …

pancarta troika go home bilbo chorche tricasDecenas de miles de personas manifestaron este lunes en las calles de Bilbo (Euskal Herria) su rechazo a las políticas neoliberales de austericidio impuestas por la Troika -Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Comisión Europea (CE)-, que “exigen enormes sacrificios a las personas mientras ‘rescatan’ bancos y grandes corporaciones”, señalaba una de las participantes.

Una manifestación, convocada por la plataforma “Gune” que aglutina a la mayoría de los agentes sociales y sindicales vascos, recorrió las calles bilbainas para protestar por la celebración en esta ciudad vasca del “Global Forum Spain 2014”, en el que participaban los máximos representantes de la economía europea y mundial. Entre otros han asistido a este encuentro, el jefe del Estado español Juan Carlos de Borbón, la directora del FMI Christine Lagarde, el ministro de Economía español Luis de Guindos, el presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem, el secretario general de la OCDE Ángel Gurría, la ministra de Finanzas portuguesa María Luís Albuquerque, el presidente del Banco Europeo de Inversiones Werner Hoyer, los presidentes del BBVA, Inditex e Iberdrola, o el aragonés y presidente de Telefónica César Alierta.

Dos columnas partieron de distintos puntos de Bilbo, desde las plazas Sagrado Corazón y Arriaga para juntarse en la plaza “Elíptica” y juntas caminar hacia las inmediaciones del Museo Guggenheim, donde se celebraba el foro neoliberal y que estaba cercado por la Ertzaintza. Una marea de banderas y pancartas llenaba los parques que rodean el singular edificio mientras continuaban escuchándose lemas como “contra el paro, lucha obrera”, “Troika, kanpora”, “FMI, lapurrak”, “txakurrak kanpora”, “no falta dinero, sobran ladrones”, “independentzia eta sozialismoa” o “banqueros asesinos no se os quiere”.

Para mostrar su apoyo a las reivindicaciones de “Gune”, una delegación de la izquierda independentista aragonesa participó en el “bloque internacional”, compuesto por representantes de partidos de la izquierda europea que habían estado presentes el domingo en el encuentro organizado por Euskal Herri Bildu “Ante la Troika, nuestra vía: transformación social y soberanía”.

Antes de llegar al Guggenheim, cuando la manifestación ya había recorrido la Gran Vía, algunos grupos de personas protagonizaron incidentes al enfrentarse a la Ertzaintza que acordonaba algunas entidades bancarias. Se cruzaron y quemaron algunos contenedores y se lanzaron objetos (los que se encontraban en el interior de los mismos contenedores) contra distintas delegaciones del gobierno español y tiendas de algunas marcas multinacionales. El Departamento de Seguridad vasco, como confirmó Naiz.info, informó de la detención de dos personas: una de ellas por los incidentes registrados en Gran Vía, una segunda por forcejeos con los agentes en la plaza Euskadi. Posteriormente, un tercer joven fue arrestado en las inmediaciones del Guggenheim. A lo largo de la tarde del lunes se produjeron cuatro arrestos más, dejando un total de siete detenidos. Los siete detenidos han sido puestos en libertad este martes tras comparecer ante el juez. Una octava persona, imputada por lo mismos hechos, pero que no fue arrestada, tendrá que prestar declaración en el juzgado cuando sea citado por el magistrado.

Cuando eran cerca de las dos de la tarde del lunes los manifestantes comenzaron a disolverse y la Ertzaintza dió por finalizado el dispositivo antidisturbios. Poco antes los colectivos convocantes habían optado por concluir con la protesta sin esperar al acto final (estaba prevista la lectura de un manifiesto en un escenario montado al efecto en una calle aledaña) porque la Ertzaintza había paralizado el tránsito de manifestantes advirtiendo “que disolverían la marcha si seguían produciéndose incidentes”.

Ya por la tarde del mismo lunes, tuvo lugar una concentración en la plaza Moyua. Tras una pancarta en la que se podía leer el lema "Troika go home. Responsables del empobrecimiento de Euskal Herria", los participantes profirieron gritos contra el lehendakari Iñigo Urkullu, la Ertzaintza, la banca y el Fondo Monetario Internacional. La protesta se desarrolló frente a la Delegación del Gobierno español en la capital vizcaina y contó con una numerosa vigilancia de la Policía española.

La plataforma Gune, convocante de la principal manifestación de la mañana del lunes en Bilbo, desconvocó la movilización prevista para la tarde a las 19.00, ante la imposición del Departamento de Seguridad de "cambiar el recorrido y establecer unas condiciones de imposible cumplimiento". Los organismos sindicales y sociales que conforman Gune remitieron una nota en la que denunciaban que Seguridad les había amenazado con hacerles "responsables de posibles incidentes". Gune se ha desvinculado de los altercados que han tenido lugar durante la manifestación de la mañana y señaló que esta movilización "ha sido aprovechada por personas ajenas para fines distintos a los que pretendíamos".

En cualquier caso, a esas alturas ya era evidente que “los jefes de la economía mundial se habían enterado bien de la rabia que generan en la sociedad, ni aquí ni en ningún sitio se les quiere. Lo que deberían hacer es devolver la soberanía en la toma de decisiones, también las económicas, al pueblo, y abstenerse de continuar agrediendo a las personas con sus genocidas políticas económicas diseñadas desde sus aislados despachos de cristal”, señalaba con vehemencia una de las participantes.

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