CHA manifiesta su preocupación por nuevo proyecto de trasvase intercuencas

Carmen Martínez Romances, Secretaria General de CHA: "La plataforma en Defensa del Ebro ha realizado públicamente, este mismo mes de marzo, unas acusaciones que nos parecen lo suficientemente preocupantes como para estar alerta, ante lo que se presenta como un nuevo trasvase intercuencas, que hipotecaría también los recursos aguas arriba del Ebro"

Canal Segarra-Garrigues. Foto: Isidre Blanc.

Chunta Aragonesista (CHA) ha manifestado su postura contraria a proyectos que supongan trasvases intercuencas, como el acuerdo suscrito la semana pasada en Cervera (Lleida), por el que unos 45.000 habitantes de la Segarra, el Urgell, el Anoia y la Conca de Barberà -estas dos últimas localidades catalanas fuera ya del dominio de la cuenca hidrográfica del Ebro- van a poder beber dentro de tres años agua del Segre, transportada a través del canal Segarra-Garrigues.

De este modo, y ante la noticia que informaba sobre la existencia de un proyecto intercuencas de abastecimiento de una treintena de municipios de Lleida, CHA muestra su preocupación, acrecentada tras conocer la opinión de la propia Plataforma en Defensa de l'Ebre que advierte que la obra "podría suponer abrir las puertas al trasvase del Ebro".

Desde la Plataforma en Defensa de l'Ebre ven claro que la Generalitat avanza en un proyecto diseñado para la "interconexión de redes" disimulada. "Ahora entran suavemente a una decena de municipios que ya forman parte de las cuencas internas de Catalunya, y se deposita el agua en un embalse que solo hará falta 'pinchar' para trasvasar hacia Barcelona", señalaba Manolo Tomàs, como representante de la plataforma, en unas declaraciones al Periódico de Catalunya. "Ese agua va de paso", afirmaba.

Expertos en materia hídrica, como el ecólogo Narcis Prat advierten igualmente que "no es descabellado" pensar que se avanza hacia el trasvase a Barcelona. "Todo lo que sea extraer agua del Segre y del Ebro es nocivo y evidencia una actitud hipócrita respecto a la protección del río y su delta", apunta el propio Prat.

Esta obra, de modo indirecto, también afecta a Aragón y a toda la cuenca, dado que toda detracción de recursos de agua del río supone una reserva que afecta aguas arriba del Ebro, "de ahí el motivo de nuestra preocupación y denuncia, porque, por escasa que sea la cantidad trasvasada, se rompe el principio de unidad de cuenca y se abre, por tanto, la posibilidad de continuar en esa línea", afirma la Secretaria  General de CHA.

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