CHA, IU-LV, la izquierda carbonera

Este artículo es un reproche, un reproche quizás algo duro pero también amistoso hacia unos partidos, Izquierda Unida, Chunta Aragonesista y Los Verdes (uno de ellos...), que han mostrado sensibilidad ambiental en muchos temas y han ayudado en más de una ocasión, como partidos en la oposición, en algunas de las batallas que el movimiento ecologista ha librado contra los desmanes ambientales de los sucesivos gobiernos aragoneses. Del Partido Popular (PP-PAR) y del Partido Socialista Obrero Español poco voy a decir porque la postura de estos la tomo como cosa archisabida y por imposibles de reformar. El primero ni siquiera …

Foto de Ecologistas en Acción
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Este artículo es un reproche, un reproche quizás algo duro pero también amistoso hacia unos partidos, Izquierda Unida, Chunta Aragonesista y Los Verdes (uno de ellos...), que han mostrado sensibilidad ambiental en muchos temas y han ayudado en más de una ocasión, como partidos en la oposición, en algunas de las batallas que el movimiento ecologista ha librado contra los desmanes ambientales de los sucesivos gobiernos aragoneses. Del Partido Popular (PP-PAR) y del Partido Socialista Obrero Español poco voy a decir porque la postura de estos la tomo como cosa archisabida y por imposibles de reformar. El primero ni siquiera disimula su aversión hacia lo ambiental y el segundo solo ha demostrado amplias dotes de cinismo e hipocresía. En cuanto a CHA-IU-LV están estos en fase de contradicción, y lo están en una de las más importantes luchas que las personas con conciencia ecológica llevan a cabo, que es la lucha contra el cambio climático y uno de sus principales agentes, que es el carbón. Veamos...

Empecemos resaltando que el calentamiento global del clima es cada vez más evidente, que lo causa el hombre y que se acumulan a ritmo creciente los estudios científicos que confirman estas tesis. Y que la lucha contra este cambio climático va muy pero que muy mal. Las emisiones mundiales de CO2, principal gas con efecto invernadero, pese a crisis económicas y tratados internacionales, no hacen más que crecer y en el 2010 se superó el récord de los 10.000 millones de toneladas de CO2. Consecuentemente los niveles de CO2 en la atmósfera, el verdadero y objetivo indicador de cómo van las cosas, no hace más que subir y subir. Con incrementos anuales cercanos a las 2 p.p.m. (partes por millón) superamos ya las 391 p.p.m. de CO2  en la atmósfera cuando importantes científicos, como Hansen, estiman que un nivel aceptable de seguridad climática lo tendríamos en las proximidades de las 350 p.p.m. Es posible que hayamos sobrepasado ya la raya roja a partir de la cual el cambio climático puede volverse incontrolable y de consecuencias desastrosas. Nos movemos en los peores escenarios supuestos por los estudios del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) e incluso la Agencia Internacional de la Energía, nada "sospechosa" de ecologista, en su último informe anual estima que prácticamente ya no queda tiempo para intentar cumplir el objetivo mínimo de no superar los 2 grados centígrados en la subida de la temperatura global del planeta. Los informes científicos, la creciente demanda mundial de petróleo y de carbón y la notoria falta de voluntad política mostrada en las fracasadas cumbres mundiales del clima, solo invitan al pesimismo.

¿Y qué podemos hacer los aragoneses? El uso del carbón, defendido por CHA e IU, supone al año y en Aragón, en torno a los 7 millones de toneladas de CO2 , es decir, un 0'07% de las emisiones mundiales. Poca cosa en principio, pero no desdeñable si tenemos en cuenta que la población aragonesa es un 0'02 % de la población mundial y que está en nuestra mano suprimir ya, ahora, esos 7 millones de toneladas. El sistema eléctrico español está sobredimensionado, lo reconoce hasta el Ministerio de Industria, y España puede prescindir perfectamente de la energía nuclear y del carbón. Prueba de ello es que durante el año 2010 el carbón sufrió una grave crisis que lo dejó bajo mínimos y el sistema eléctrico funcionó perfectamente. Solo el balón de oxígeno del popularmente llamado "decreto del carbón", una más de las muchas inyecciones de dinero público que ha recibido la industria del carbón, ha permitido revivir al carbón a costa de incrementar las emisiones españolas de CO2, pese a la crisis económica, en un 3% durante el 2011, incremento que, dicho sea de paso, supondrá un nuevo gasto público por sobrepasar el límite de emisiones que España firmó en el tratado de Kioto. La única traba que impide la reducción de emisiones en el conjunto del estado o en Aragón es política, no técnica.

El carbón es la fuente energética fósil más contaminante y emite, por unidad de energía eléctrica producida, el triple de CO2 que una central térmica de ciclo combinado, a gas. De ahí, por su poder contaminante y porque podemos prescindir ya de ella, el interés que tenemos en que se elimine el carbón del sistema eléctrico español. Evidentemente el carbón no es el único punto en el objetivo de la reducción de emisiones, pero sí el primer paso. La lucha contra el cambio climático es de ámbito mundial pero cada uno tiene que empezar por cumplir los deberes en su propia casa. Por eso es pura contradicción pregonar por un lado el compromiso contra el cambio climático y por otro lado, como hacen los partidos aludidos, defender una industria, la del carbón, que solo genera quebraderos de cabeza y malos humos...

Comprendemos la problemática social de unas comarcas deprimidas que sobreviven con el carbón y somos partidarios de que, una vez más, se ayude a la reconversión industrial, pero no podemos permitir que los intereses laborales de un colectivo interfieran en la solución de un problema tan grave como es el del cambio climático. Al igual que hubo que suprimir la industria ballenera española para defender de la extinción a las ballenas hace falta prescindir del carbón y del petróleo, pese a generar muchísimo empleo a nivel mundial, para intentar atajar un cambio climático que se nos escapa de las manos. Desde el punto de vista laboral la lucha contra el cambio climático cerrará puertas, sin duda, pero también abrirá otras como las que corresponden a las energías renovables. Empeñarse en defender una fuente energética fósil que cada vez tendrá más problemas es distraer fuerzas y desviarnos del camino que nos llevaría hacia unos recursos energéticos futuros, las renovables, que tienen grandes posibilidades de desarrollo. La pretensión de solucionar el problema de las emisiones con el secuestro geológico del carbono es seguir un espejismo porque presenta dudas técnicas sobre su viabilidad y porque supone un largo periodo de espera, muchos años de emisiones, que no podemos permitirnos. Y en el mejor de los casos el secuestro de carbono supondrá un encarecimiento del uso energético del carbón, uso cada vez menos competitivo a nivel económico. El empecinamiento en hacer lo que siempre hemos hecho, usar el carbón, y el pensamiento basado en el "Tenemos carbón... ¿Cómo lo usamos?" nos impide meditar sobre el "Tenemos carbón, pero también tenemos viento y sol... ¿Cuál será la fuente energética con más futuro y menos problemas ambientales?

Sobre la pretendida reserva energética estratégica del carbón comentaré que las reservas "deben reservarse y no usarse", que la cantidad de carbón que tenemos es finita y quizás podamos darle otros usos en el futuro. Lo realmente estratégico es desarrollar las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética, y no hacer lo de siempre, quemar carbón.

Sabemos lo que implica la lógica de los partidos y los sindicatos, con intereses locales que a veces pesan más que los generales por el peso que tiene cada sector entre sus afiliados, pero esta situación debe terminar en partidos que pretenden ser progresistas. Deben aclarar públicamente cómo pretenden luchar contra el cambio climático  y al mismo tiempo defender al carbón, asunto especialmente sangrante cuando vemos una alianza llamada IU-Los Verdes. ¿Defienden el carbón Los Verdes? ¿Tienen IU-Los Verdes como objetivo básico la lucha contra el cambio climático? ¿IU va contra la térmica de Mequinenza pero a favor de la de Ariño o la de Andorra? Por favor, expliquen su postura. Si pueden... Ya no vale la táctica usada hasta ahora del disimulo y el cambio de discurso según el foro en donde hablan, o el cambio de su programa electoral, en la parte energética, en los últimos días de la campaña electoral.

Invito a los aludidos a que se reúnan con el movimiento ecologista y aclaren su postura. Personalmente solo les veo tres salidas. Una es que dejen de pintarse de verde, otra es que asuman con todas sus consecuencias el ser "verdes" de verdad y otra que sigan jugando con las dos barajas, en cuyo caso demostrarían una actitud política muy similar a la de los partidos que todos, en estos foros, conocemos.

Saturnino Barbé Furió, miembro de Ecologistas en Acción de Aragón | Para AraInfo

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