CCOO, que junto con UGT convocaron paros parciales el pasado 8 de marzo y no secundaron la huelga feminista de 24 horas, afirma que la sociedad aragonesa "ha mostrado su más contundente rechazo a las desigualdades y brechas de género que sufren las mujeres". En su opinión, el 8 de marzo será un punto de inflexión para que "las cosas no continúen como hasta ahora y poder emprender los cambios necesarios para conseguir la igualdad real entre mujeres y hombres. Porque sin igualdad no hay democracia".
En una nota de prensa, CCOO asegura que "desde los sindicatos de clase se ha hecho un trabajo importante los días precedentes a la movilización del 8M de sensibilización: realizando tres asambleas generales, una por provincia, y en las empresas y centros de trabajo, que han supuesto un gran número de adhesiones a la movilización a lo largo y ancho del territorio aragonés". "Siempre con el interés puesto en la suma de fuerzas", afirma.
El sindicato exige poner fin a las brechas de género, a la precariedad laboral y a las violencias machistas y reclama a los poderes públicos, a las fuerzas políticas y a las empresas que se tomen medidas para "corregir el grave impacto que la actual precariedad tiene en la contratación". Los bajos salarios y la menor cotización "supondrán un empobrecimiento de las prestaciones por desempleo y las pensiones públicas de las mujeres en el futuro", advierten.
"La rúbrica final a la exitosa jornada de huelga del 8M, la pusieron las multitudinarias manifestaciones celebradas en las principales ciudades del país para exigir una sociedad más igualitaria, donde se respeten y garanticen los derechos de las mujeres. Un día histórico en el que se visualizó la lucha por la igualdad y por la conquista de los derechos económicos y laborales", concluyen.