Aunar luchas en favor de las personas refugiadas

La asamblea impulsada por el Frente Cívico Zaragoza propone mayor cohesión entre los grupos de solidaridad y movimientos sociales a favor de las personas refugiadas, evitar duplicidades en el trabajo, mayor presión política y estudiar las vías legales contra la UE

Asamblea celebrada este jueves en el CSC Luis Buñuel. Foto: @arainfonoticias

La convocatoria 12 Meses 12 Causas, del Frente Cívico Zaragoza, reunía a varias decenas de personas este jueves en el Centro Social Comunitario Luis Buñuel, para organizarse en un frente común, que pueda ayudar a cambiar las políticas actuales en torno a la crisis de las y los refugiados y el reciente acuerdo UE-Turquía.

Activistas, voluntarios y periodistas que han viajado y comprobado cómo miles de personas sufren el maltrato de estas políticas, han podido narrar lo visto y plantear acciones que puedan revertir una situación, actualmente insostenible.

Los diputados de Podemos en Madrid, Pedro Arrojo y Jorge Luis Bail, participaron también de esta asamblea, continuando con su labor política de visibilizar este problema en un plano político, que en la actualidad continúa inactivo.

Ambos diputados instaron a las personas presentes, y en general a la sociedad civil, a aunar esfuerzos con el fin generar la suficiente presión para poder lograr un cambio, tanto en las políticas estatales como internacionales.

La mayoría de ponentes, así como las partícipes en la asamblea, recordaron que esta crisis migratoria es la peor que ha vivido Europa desde la II Guerra Mundial, y que la actuación política de la Unión Europea ha sido inhumana e irresponsable, vulnerando acuerdos internacionales rubricados por todos los países miembros.

También ha habido espacio para el recuerdo a los miles de personas refugiadas de países subsaharianos, que permanecen atrapadas y maltratadas en Marruecos, gracias a las políticas migratorias del Estado español.

Otro de los temas que la asamblea ha destacado es la continuidad del conflicto bélico en Siria, que sigue empujando a miles de personas a continuar huyendo de sus hogares.

Advirtiendo lo necesario de la ayuda humanitaria y solidaria, para paliar los estragos que el cierre de fronteras está generando en decenas de miles de desplazados, la asamblea servía también para estrechar lazos y probablemente crear vínculos que puedan unir esfuerzos, tanto en la forma de prestar ayuda a los y las refugiadas, como en establecer acciones más globales que puedan generar la presión política necesaria para cambiar las actuales políticas antimigratorias.

En ese sentido, se establecieron unas conclusiones como primera puesta en común y, quizá, como estrategia de trabajo conjunto que ponían énfasis en la necesidad de canalizar el trabajo, evitando duplicidades; tratar de utilizar las vías jurídicas contra UE, responsable de la firma del acuerdo con Turquía; constatar la necesidad de revertir la situación política y constatar las violaciones a los DDHH y otros acuerdos internacionales, apoyándose en los ayuntamientos que se han declarado como Ciudades Refugio para que presionen en los diferentes parlamentos; y por último denunciar la situación de las personas desplazadas y emplazar a la UE a colaborar en la solución de la crisis migratoria.

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