Artieda o cuando el pueblo se rebela

El pasado jueves en Artieda durante el intento de expropiaciones para Yesa tuve que retrotraerme a hace 40 años para poder asumir la realidad que veía. Los vecinos y amigos de mi pueblo defendiendo la tierra que nos vio nacer y dio sustento a nuestras familias, la tierra que alimentó el ansia de progresar de nuestros padres, la tierra que nos dio educación, la tierra que es paisaje inseparable de nuestras vidas; nos la querían quitar y para ello la prepotente Administración desplegaba cuantos medios hicieran falta. Si hace 40 años lo hacía para contener las ansias de libertad del …

Foto: Rober TicoEl pasado jueves en Artieda durante el intento de expropiaciones para Yesa tuve que retrotraerme a hace 40 años para poder asumir la realidad que veía. Los vecinos y amigos de mi pueblo defendiendo la tierra que nos vio nacer y dio sustento a nuestras familias, la tierra que alimentó el ansia de progresar de nuestros padres, la tierra que nos dio educación, la tierra que es paisaje inseparable de nuestras vidas; nos la querían quitar y para ello la prepotente Administración desplegaba cuantos medios hicieran falta. Si hace 40 años lo hacía para contener las ansias de libertad del pueblo ahora lo hacía para imponer la injusticia sobre un pueblo laborioso y trabajador que se resiste a sucumbir inundado por un proyecto disparatado, absurdo y cuya primera piedra fue puesta por un personaje tan corrupto como Jaume Matas.

Mi pueblo está convencido de que existen soluciones alternativas, respetuosas con nuestro río Aragón, que permitirían satisfacer demandas racionales de consumo de agua para regadío o abastecimientos. Mi pueblo está convencido de que hacer en el cauce del río un macroembalse, que no se llenaría casi nunca, sólo sirve de verdad a quienes tienen querencias trasvasistas. Mi pueblo cree que es inmoral dilapidar 300 millones de euros en una obra inútil quitándolos de nuestra sanidad y educación o haciéndoselo pagar a los pensionistas. Mi pueblo se niega a ser recortado por los “neocons” amantes de la tijera que nos desgobiernan.

Mi pueblo está convencido que las cosas no se pueden hacer como en el 59 cuando Franco inauguró el actual embalse ni como hace 40 años cuando se reprimían derechos básicos de los ciudadanos, como es el poder vivir donde uno ha nacido. Por eso mi pueblo volvió a gritar: ¡Basta de injusticia!.

Miguel Solana (vecino de Artieda) | Para AraInfo

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