Aragón vuelve a movilizarse contra los paraísos fiscales

Secundando el Día de Acción Global contra los paraísos fiscales, Zaragoza y Alcanyiz se concentrarán este martes para denunciar y reclamar la erradicación de los paraísos fiscales, una lacra que debilita el sistema tributario de muchos países generando consecuencias irreparables para el bienestar colectivo

Un año más, el 3 de abril se celebra a nivel internacional el Día de Acción Global contra los paraísos fiscales, y diversas asociaciones, sindicatos, colectivos y movimientos sociales unirán fuerzas para denunciar y reclamar la erradicación de los paraísos fiscales, una lacra que debilita el sistema tributario de muchos países generando consecuencias irreparables para el bienestar colectivo.

En Zaragoza, diversas organizaciones –Amigos de la Tierra, Anticapitalistas, ATTAC en Aragón, CGT, FABZ, Farmamundi Aragón, Izquierda Unida, OXFAM Intermon, PCE, Podemos Aragón y Podemos Zaragoza– han convocado una concentración en la Plaza de España a las 19.45 horas, justo a continuación de la concentración que la FABZ celebra mensualmente los primeros martes de mes contra las violencias machistas, en la que se contará con una exposición de OXFAM Intermon sobre la materia.

También Alcanyiz se suma a las movilizaciones. Lo hará este martes a las 19.45 horas en la plaza de España de la localidad.

Los países y territorios considerados paraísos fiscales son ante todo un mecanismo de los mercados financieros globalizados, que ofrecen ventajas competitivas como la baja o nula tributación y la ocultación de la titularidad real en las transacciones internacionales.

Estas plataformas de los mercados financieros no poseen ninguna base económica de interés para el bien común, sólo sirven a los intereses espurios de las élites económicas, grandes corporaciones, multinacionales, delincuentes financieros y criminalidad organizada. Por ello contribuyen a profundizar la desigualdad, a crear desequilibrios, crisis económicas y corroen la democracia.

Desde la OCDE y la UE afirman estar poniendo coto al dañino papel de los paraísos fiscales, pero sus acciones son siempre laxas e inofensivas con los poderosos. A pesar de las entradas y salidas de países a las listas de paraísos fiscales, la realidad es que Delaware o Nevada en EEUU son paraísos fiscales, que Luxemburgo o Irlanda ejercen como paraísos fiscales dentro de la propia Unión Europea, que la City de Londres o las Islas del Canal de Reino Unido son paraísos fiscales.

Todos estos espacios, y algunos más, no están incluidos en las listas confeccionadas por la UE, resultando escandaloso el caso de Panamá, incluido por la UE en su lista negra de diciembre de 2017 y excluido de esa misma lista en enero de 2018 junto con otros 7 países. No existe la suficiente voluntad política para evitar que la banca, las empresas transnacionales y las grandes fortunas que operan en estos territorios puedan seguir defraudando impuestos.

Los datos que arrojan estos paraísos fiscales son elocuentes, y la cantidad de dinero que opera en estos no para de crecer. En total, más de 6’8 billones de euros se ocultan en ellos, o lo que es lo mismo, más que el PIB del Reino Unido y el de Alemania juntos. La UE estima la evasión y la elusión fiscal en Europa en un billón de euros al año, y la OCDE calcula que a nivel mundial se pierden entre 75.000 y 180.000 millones de dólares anuales de ingresos por Impuesto de Sociedades.

Todas las empresas del IBEX 35 tienen filiales en paraísos fiscales, y más de la mitad del comercio mundial pasa por paraísos fiscales. Los 20 principales bancos europeos, entre los que se encuentran Santander y BBVA, registran el 26% de sus beneficios en paraísos fiscales, un porcentaje nada acorde con la actividad económica real que desarrollan en dichas jurisdicciones.

Mientras, la pesada carga de los impuestos sigue cayendo sobre las espaldas de la población menos adinerada. En el Estado español, el 83% del esfuerzo fiscal recae sobre las familias. Si pensamos globalmente, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante, un dato al que se llegó en 2015.

Dichas prácticas están conduciendo este sistema al colapso. Las fortunas escondidas en guaridas fiscales son la “cara b” de los recortes, la austeridad y la pobreza, al mismo tiempo que nos aproximan a un horizonte cada vez menos democrático.

Para las organizaciones convocantes de estas movilizaciones resulta prioritario controlar esas astronómicas sumas de dinero opaco que atacan deudas soberanas, fabrican balances ficticios, destruyen empresas, especulan con alimentos y ponen en riesgo el sistema bancario. "Es preciso desmontar de una vez por todas esos enclaves desde los que se decide qué países se arruinan o qué proporción de la ciudadanía perderá sus pensiones. No podemos consentir este atentando contra la democracia y contra los derechos humanos en todo el mundo".

Por todo entienden fundamental la organización contra los paraísos fiscales, visibilizando la amenaza que suponen, y para denunciando a quienes promuevan o lleven a cabo prácticas de evasión y elusión fiscal.

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