Aragón, a crisis e l’Estato: tiempo de fer mudanza

O 20 e 21 d’abiento de 2012 a Fundazión Gaspar Torrente ta ra imbestigazión e desarrollo de l’aragonesismo remató os suyos treballos de l’añada con as Chornatas sobre o modelo d’Estato, que cumplioron alabez a suya XIV edizión. Ixos dos días estioron adedicatos á l’analís d’a crisis en Aragón, cualas alportazions más siñaleras yen estatas publicatas en o lumero 9 d’a rebista decana d’o pensamiento aragonesista, El Ebro, continadera d’a que entre 1919 e 1931 editoron os aragonesistas que nos prezedioron en aquels tiempos. O treballo d’os cualificatos espiertos que partiziporon en as Chornatas ha quedato en a suya mayor …

portalada-ebro-9O 20 e 21 d’abiento de 2012 a Fundazión Gaspar Torrente ta ra imbestigazión e desarrollo de l’aragonesismo remató os suyos treballos de l’añada con as Chornatas sobre o modelo d’Estato, que cumplioron alabez a suya XIV edizión. Ixos dos días estioron adedicatos á l’analís d’a crisis en Aragón, cualas alportazions más siñaleras yen estatas publicatas en o lumero 9 d’a rebista decana d’o pensamiento aragonesista, El Ebro, continadera d’a que entre 1919 e 1931 editoron os aragonesistas que nos prezedioron en aquels tiempos.

O treballo d’os cualificatos espiertos que partiziporon en as Chornatas ha quedato en a suya mayor parti replegato en as pachinas de El Ebro (á desposizión d’as leutoras e leutors que bi sigan intresatos en demandar-ne en iste mail), pero considero que, por a suya calidá e importanzia en o contesto autual, bien merexe a pena reyalizar una serie d’articlos que, basatos en ditos contenitos, aduyen á espardir as suyas intresans conclusions.

Y en foi prezisamén con a enchaquia que fa serbir o Editorial de El Ebro, que escuentradize con o suyo tetulo -“En tiempo de desolazión, fer mudanza”- a conoxita masima de San Inazio de Loyola. Manimenos, á tamas d’ello, ro presonache de referenzia ye unatro: Joaquín Costa. ¿A razón?: ta os editorialistas esiste un permenador e mesmo alticamador paralelismo entre as premisas d’o fracaso de l’Estato español de finals d’o sieglo XIX e prenzipios d’o XX e as autuals. O comportamiento d’os poders, publicos e pribatos, en a situazión de “salbe-se qui pueda” á ra que ellos mesmos nos han menato á toz ye estando tan destrutiba ta ras balors constituzionals de l’estato sozial, democratico, de dreito e d’as autonomías, tan duro con os debils e tan serbil con os poderosos, que nos leba á planteyar-nos o mesmo enterrogante que motibó a obra rechenerazionista de Costa: ¿á quí sirbe o Estato reyalmén?

Porque, d’alcuerdo con os terminos en os que el lo planteyó allá por 1901, da ra sensazión de que una oligarquía finanziera e un sistema de relazions de poder caziquil sigan, güei como alabez, a forma de gubierno en l’Estato español, á penar de toz os bernizes democraticos d’o nuestro Estato. A crisis ha probocato una trencadura sozial, economica, territorial e politica de tal calau que parixe de somardas siguir prigonando a plena oserbanza d’as premisas constituzionals de 1978 cuan, de feito, muitos d’os que en bozian las son combertindo, de feito, en a mesma letra rinchata de bamba pero amortata que acotrazia ras constituzions de cualque republica bananera clasica.

O momento, pues, desiche cambeo, en l’Estato español y, profes, en Aragón. O Zid ye muerto, e anque lo montemos una e atra begata en o suyo caballo, ya tot ro mundo en sape, e no ganará más barallas. Ye tiempo de fer mudanza, pero atenzión: no se bale cualsiquier cosa. As crisis imposan cambeos, pero no nezesariamén son ta millor. D’una crisis u sale más zereño u t’esboldregas, pendendo d’as dezisions e as rotas que se prengan. O melón ye ubierno. Ye un inte constituyén. Ye ora de pensar, dialogar e autuar.

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[cas] El 20 y 21 de diciembre de 2012 la Fundación Gaspar Torrente para la investigación y desarrollo del aragonesismo culminó sus trabajos del año con las Jornadas sobre el modelo de Estado, que cumplieron entonces su XIV edición. Esos dos días fueron dedicados al análisis de la crisis en Aragón, cuyas aportaciones más señaladas han sido publicadas en el número 9 de la revista decana del pensamiento aragonesista, El Ebro, continuadora de la que entre 1919 y 1931 editaron los aragonesistas que nos precedieron en aquellos tiempos.

El trabajo de los cualificados expertos que participaron en las Jornadas ha quedado en su mayor parte recogido en las páginas de El Ebro (a disposición de las lectoras y lectores que estén interesados solicitándolo en esta mail), pero considero que, por su calidad e importancia en el contexto actual, bien merece la pena realizar una serie de artículos que, basados en dichos contenidos, ayuden a difundir sus interesantes conclusiones.

Y lo hago precisamente con el motivo que inspira el Editorial de El Ebro, que contradice con su título -“En tiempo de desolación, hacer mudanza”- la conocida máxima de San Ignacio de Loyola. Sin embargo, a pesar de ello, el personaje de referencia es otro: Joaquín Costa. ¿La razón?: para los editorialistas existe un desconcertante y hasta alarmante paralelismo entre las premisas del fracaso del Estado español de finales del siglo XIX y principios del XX y las actuales. El comportamiento de los poderes, públicos y privados, en la situación de “sálvese quien pueda” a la que ellos mismos nos han conducido a todos está siendo tan destructiva para los valores constitucionales del estado social, democrático, de derecho y de las autonomías, tan duro con los débiles y tan servil con los poderosos, que nos lleva a plantearnos el mismo interrogante que motivó la obra regeneracionista de Costa: ¿a quién sirve el Estado realmente?

Porque, de acuerdo con los términos en los que él lo planteó allá por 1901, da la sensación de que una oligarquía financiera y un sistema de relaciones de poder caciquil sean, hoy como entonces, la forma de gobierno en el Estado español, a pesar de todos los barnices democráticos de nuestro Estado. La crisis ha provocado una fractura social, económica, territorial y política de tal calado que hoy por hoy parece todo un sarcasmo seguir pregonando la plena vigencia de las premisas constitucionales de 1978 cuando, de hecho, muchos de quienes las vocean las están convirtiendo, de hecho, en la misma letra pomposa y muerta que orna las constituciones de cualquier república bananera clásica.

El momento, pues exige cambio, en el Estado español y, desde luego, en Aragón. El Cid está muerto, y aunque lo montemos una y otra vez en su caballo, ya todo el mundo lo sabe, y no ganará más batallas. Es tiempo de hacer mudanza, pero atención: no vale cualquier cosa. Las crisis imponen cambios, pero no necesariamente son para mejor. De una crisis o sales más fuerte o te hundes, dependiendo de las decisiones y los derroteros que se tomen. El melón está abierto. Es un momento constituyente. Es hora de pensar, dialogar y actuar.

Miguel Martínez Tomey | Fundación Gaspar Torrente

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