El Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, en el marco de unas jornadas denominadas como “Geología para la sociedad del (¿des-?) Conocimiento”, programó para la tarde de ayer una charla en la que se afrontó el problema de las minas de potasa proyectadas en la Val d’Onsella.
De la mano de Oscar Pueyo, Dr. en Geológicas por la Universidad de Zaragoza, y Javier San Román, geólogo y técnico en la Confederación Hidrográfica del Ebro, vecinos de la zona y ciudadanos inquietos ante una explotación de grandes dimensiones, se han acercado a los múltiples problemas que acarrea la extracción de estas sales, en cualquiera de las diferentes formas de explotación.
La charla de Oscar Pueyo se centraba en el progreso de los proyectos de explotación de la empresa Geoalcali. Oscar se ceñía a datos expuestos por la propia empresa para asegurar que se ha barajado la minería de disolución en el proyecto de Pintanos, que afecta a las localidades de Undués Pintano y Pintanos, algo que parece haberse desechado en el de Muga-Vipasca, que afectaría a los municipios de Undués de Lerda y Urriés en Aragón, así como a Zangotza y Xabier en Nafarroa.
Oscar Pueyo, acercaba a los oyentes a los peligros de dicho modelo extractivo, el de la disolución, y a las afecciones que este tipo de extracciones puede ocasionar en el terreno, en forma de dolinas, hundimientos, aparición de balsas, corrimientos de tierras… todo ello de dimensiones que quedaban gráficamente expuestas en fotografías y vídeos.
Por su parte, Javier San Román daba a conocer los efectos que las explotaciones de Potasas de Navarra dejaron en el medioambiente de los alrededores de Pamplona y en la Sierra del Perdón. Unos efectos, asociados estos a un modelo de extracción clásico, mediante galerías, que generan grandes montañas de escoria y balsas de gran tamaño.
Tras la exposición de ambos expertos el debate se ha abierto ante una sala expectante, en la que vecinos de diferentes pueblos afectados y cercanos como Los Pintanos, Undués de Lerda o Navardún, así como el resto del aforo, preocupados también por las afecciones ambientales que estas explotaciones puedan acarrear, han podido realizar consultas a los ponentes.
Un debate que ha crecido al encontrarse en la sala dos representantes de Geoalcali, que han colaborado en resolver algunas de las dudas, y que han debatido con vecinos, geólogos y ecologistas. La empresa ha escudado su defensa en que las afecciones ambientales que se habían visto en la charla eran cosa del pasado, algo que en la actualidad no ocurre.
Pedro Rodríguez, geólogo y Director de Desarrollo de Geoalcali, así como Gonzalo Mayoral, Ingeniero de Minas y Director del Proyecto de la empresa, han podido comprobar in situ, la expectación y el malestar que generan este tipo de proyectos para aquellos a quienes los beneficios de los mismos no llegan, y solo ven afecciones.
Aún así, ambos representantes de la empresa, han asegurado que en ningún momento se ha barajado la minería por disolución, algo que contrasta con una de las diapositivas, extraídas de su web, y que ha proyectado Oscar Pueyo.
También han afirmado que los proyectos estaban en proceso de evaluación ambiental, algo sobre lo que también se les ha solicitado mayor información, con el fin de no generar alarmas. Pedro Rodríguez, Director de Desarrollo, ha asegurado que hasta que no resuelva el Estado, esa información no puede hacerse pública, algo a lo que ha sido rectificado, pues esa información puede ser publicada sin ningún problema, lo que evitaría suspicacias, y facilitaría la vida a vecinos y ayuntamientos de cara a una posible alegación.
Un debate que se hace cada vez más evidente, conforme va apareciendo información en Aragón. Un debate sano, en el que los pueblos deben tener tanta voz como las empresas y las instituciones. Un debate que exige de responsabilidad por todos los actores, pero que debe escuchar al más débil, en este caso las pequeñas y poco habitadas localidades de la Val d'Onsella. Una voz casi siempre olvidada.
