Aumentar la resiliencia de las Riberas Alta y Baixa del Ebro para evitar nuevas riadas

El consejero Olona se ha reunido con la plataforma de afectados y afectadas por las crecidas del río Ebro, formada por los municipios de la Ribera Alta y la Ribera Baja del Ebro. La prioridad absoluta del Gobierno de Aragón es la protección permanente de los núcleos urbanos.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, y el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, han recibido este miércoles en la sede de Nolasco a la plataforma de afectados y afectadas por las crecidas del río Ebro, formada por los municipios de la Ribera Alta y la Ribera Baixa del Ebro.

El consejero ha recordado a los medios de comunicación que esta reunión estaba convocada antes de la riada. El objetivo era presentar a los alcaldes ribereños una serie de iniciativas para actuar en el río y que son fruto del trabajo de las reuniones periódicas que se están manteniendo desde el principio de la legislatura entre la Administración General del Estado, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), la Diputación de Zaragoza y los ayuntamientos y el Gobierno de Aragón. “Pero entre tanto, nos hemos encontrado con la riada de por medio”, ha apostillado el consejero.

Olona ha explicado que la reunión se ha centrado no tanto en cómo hacer frente a los daños que ya se han producido o en las indemnizaciones -de lo que ya se ha hablado-, sino que se ha hecho un planteamiento de lo que hay que hacer de manera más urgente, con el objetivo prioritario de proteger a las poblaciones en próximas venidas, así como de reducir los cuantiosos daños que siempre se traducen en elevadas indemnizaciones y coste público.

El consejero ha insistido en que la prioridad absoluta del Gobierno de Aragón es la protección permanente de los núcleos urbanos y que, más allá de los detalles que hay que puntualizar, todas las instituciones están de acuerdo en la necesidad de realizar retranqueos, adecuar o eliminar motas, abrir cauces de alivio, crear zonas de inundación controlada, así como adaptar los usos e infraestructuras agrarias, aumentando su resiliencia, y complementando todo con desbroces y aclareos vegetales. “Son cosas que desde el Gobierno de Aragón estamos proponiendo, pero que también las están pensando y ejecutando ya desde la Confederación Hidrográfica del Ebro", ha explicado.

La gestión de la última avenida ha puesto de manifiesto un elevado nivel de coordinación institucional que ha sido determinante para la prevención y minoración de daños. Una coordinación que, según ha quedado patente en la reunión, es preciso impulsarla y mantenerla en la recuperación que ahora hay que gestionar y en las próximas actuaciones.

Asimismo, el encuentro de este miércoles también ha servido para hablar un poco del proyecto LIFE IP Ebro Resilence, que lidera el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) y en el que participan la CHE y el Gobierno de Aragón. Un proyecto cuyo objetivo es implantar medidas para reducir el riesgo de inundación y mejorar el estado del tramo medio del Ebro - entre Logroño y La Zaida - afectado por frecuentes episodios de crecidas.

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