80 años del golpe fascista

Foto: IU

Quienes somos herederos y herederas de esos cientos de miles de hombres y mujeres que defendieron la II República tenemos la obligación, y la convicción, de recuperar su memoria, de devolverles la dignidad, de sacarles de las cunetas y, sobre todo, de exigir Justicia, Reparación, Memoria y Dignidad.

Yo tengo 66 años, nací a los 14 años de la sublevación fascista y a los 11 de que, una vez ganada la guerra, Franco impusiera la dictadura. En ella fui “educado”, en ella pasé de ser un niño a mayor, en ella descubrí la importancia de lucha por la libertad y los derechos.

Hoy, sigo, junto a muchos y muchas, luchando por ser persona libre y con derechos.

Hoy creo necesario recordar, hay que luchar contra el olvido, que el golpe de estado fascista se dio tal día como hoy, hace 80 años, fue un golpe contra la legitimidad de la II República. Fue, desde el punto de vista político, antidemocrático y absolutista; desde el punto de vista moral, absoluta y profundamente inhumano y salvaje (las órdenes golpistas hablaban claramente de imponer la violencia y el terror) y tuvo otros  elementos que creo interesante reseñar.

No es cierto, en absoluto, que hubiera dos Españas, ni que el Gobierno de la II República hubiera sumergido a todo el país en un caos. La sublevación se preparó una vez que el Frente Popular ganó (febrero de 1936) las elecciones. Un golpe no sale de la noche a la mañana.

Hay muchos documentos que lo prueban. Había contratos negociados y firmados, sobre todo con Italia, sobre aviones de combate, armamento, municiones, suministros, combustible,….Reseño aquí una publicación muy documentada.

Es la obra “La financiación de la Guerra Civil Española”, publicada en 2013 (crítica) y que ganó el Premio Nacional de Historia de España de ese mismo año. La obra es de José Ángel Sánchez Asiaín (Barakaldo, 1929) y recoge con todo detalle los apoyos económicos y financieros que obtuvieron por un lado los golpistas del 18 de julio y por otro el apoyo que recibieron los franquistas una vez comenzada la guerra.

El golpe contó con financiación y apoyo de banqueros españoles pero, sobre todo, de la Italia fascista de Mussolini, de la dictadura portuguesa (Oliveira Salazar) y de la Alemania Nazi (Hitler).

Desde el punto de vista económico, el golpe, fue capitalista. Quienes se sublevaron, que contaron además con el apoyo de la iglesia católica y de la prensa reaccionaria, respondían a unos intereses muy concretos. El capitalismo había visto como el gobierno republicano, en los breves tiempos en los que gobernó la izquierda, ponía trabas a la explotación de los trabajadores y trabajadoras, se preocupa de hacer hombre y mujeres libres y con capacidad de crítica y análisis, los grandes terratenientes estaban francamente preocupados por las reformas agrarias y un sector industrial no veía con agrado la organización obrera y la implantación de los sindicatos. Había una confluencia de intereses entre aristócratas, burgueses, empresarios, banqueros, militares profesionales y jerarquía católica que se pusieron de acuerdo y decidieron derribar la república.

Por eso, cuando acabó la guerra, y dado que fueron quienes vencieron, impusieron un régimen totalitario que mantuvieron 40 años a base de represión y violación de los derechos de la ciudadanía.

El golpe fracasó y la resistencia de la República y de la ciudadanía que dio un ejemplo de lucha por la libertad, llevó a una guerra de tres años. Apenas habla nadie de que esta guerra que se libró en España de 1936 a 1939 fue la primera batalla europea contra el fascismo que se implantaba en Europa y que llevó a la segunda guerra mundial. Podemos considerarla la primera batalla, dura y sangrienta, de la democracia y la libertad contra el fascismo.

Hoy vuelve a aparecer por Europa el fascismo que viene de la mano del odio, del racismo, de la xenofobia, del populismo barato que tiene en esta crisis capitalista el caldo de cultivo que facilita su extensión. Preocupación, y miedo, da ver como suben los partidos ultras, la extrema derecha e, incluso, los partidos que sin ningún rubor se declaran abiertamente nazis.

Hoy vuelve a ser necesario recuperar la Memoria y tener presente que, un pueblo sin memoria tiene muy complicado avanzar hacia el futuro, al igual que un pueblo que no reconoce a quienes defendieron la libertad tiene una deuda histórica y un déficit democrático pendiente.

Por eso decimos que es la hora de la Memoria, Justicia, Reparación y Dignidad. Por eso, sigue la lucha contra el fascismo. Por eso decimos ¡¡Fascismo Nunca Más!!

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