Investigan el fallecimiento de un detenido en la comisaría de policía del barrio del Actur de Zaragoza

El cuerpo fue hallado por la mañana, horas después de que se produjera el fallecimiento. Previamente, se le había suministrado medicación para dormir en el hospital. El suceso guarda similitudes con la muerte de Miguel Ángel Fernández en 2016 en las mismas dependencias.

Comisaría del Actur de la Policía de Zaragoza.

El Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza ha iniciado una investigación con el motivo de esclarecer las condiciones en las que ocurrió la muerte de R.A.S., el pasado 21 de agosto en un calabozo de la comisaría de la Policía del Actur. El fallecimiento no fue constatado hasta varias horas después.

R.A.S. fue detenido por un delito común, posteriormente se le trasladó a la comisaría del Actur, donde se encontraba a la espera de ser puesto a disposición judicial. Durante la tarde del domingo 20 de agosto, pidió ser llevado al hospital para que se le suministrara medicación para dormir, hecho que llevaron a cabo los agentes según fuentes oficiales. Tras esto, se durmió. A la hora del desayuno, los policías lo hallaron muerto. Los compañeros de celda tampoco se percataron del fallecimiento. A las 9.30 horas, se produjo el levantamiento del cuerpo.

Según fuentes oficiales, el cuerpo no presentaba signos de violencia.

En estos mismos calabozos, también murió Miguel Ángel Fernández, de 33 años, el 6 de abril de 2016. A pesar de que el fallecimiento se produjo entre las 5.00 y las 8.00 horas del mismo día, los agentes no lo advirtieron hasta las 14.30 horas, a la hora del reparto de la comida. Durante su detención a Miguel Ángel Fernández se le administró Alprazolam, Tranxilium y Adolonta en el hospital Provincial, donde minutos más tarde se le volvería a administrar Valium y Lorazepan. En la comisaría, se le volvió a administrar Alprazolam, y finalmente, y pese a que no sufría ningún tipo de drogodependencia, según declaró la familia, el 061 le administró Metadona, una sustancia que posteriormente, en su última visita a un centro médico, le volvería a ser administrada en el Hospital Clínico Universitario Miguel Servet.

La investigación quedó en 2016 supeditada al hematoma subcutáneo hallado en el cuerpo,  lo que la policía atribuyó a autolesiones contra una puerta. Por ello, la familia se personó en la causa abierta para investigar las circunstancias de la muerte. El equipo forense descartó que la causa de la muerte se debiera a una intervención violenta. Casi un año después, el Juez de Instrucción número 1 de Zaragoza acordó el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones abiertas por el fallecimiento . La madre de Fernández presentó una reclamación patrimonial ante la Dirección General de la Policía.

 

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