He esperado a algunos días para hablar de la formidable confesión de Pedro Sánchez a Jordi Évole que vivimos casi en directo a través de la Sexta. He de confesar que no esperaba demasiado y, sin embargo, conforme avanzaba la entrevista capto mi interés…el mío y el de millones que lo vieron. Las razones personales y/o políticas por las que hiciera las confesiones poco importan aquí El control directo que ejerce la Oligarquía sobre le partido oficial de los pobres en el turnismo del Régimen Español, el PSOE es ya un hecho contrastado.
La luz que alumbraba esa confesión no era de la producción del programa: esa iluminación era como un claroscuro en un cuadro de Caravaggio y provenía de una grieta abierta en el muro que nos envuelve, el del espectáculo, el que oculta los trabajos secretos del capitalismo, es la grieta que se hizo cuando el 15M se asomo al “otro lado” en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria y la ocupación del espacio urbano por los plebeyos, especialmente los “sin nada”…los nuevos sans cullotte . Esa grieta sirvió para sorprender al capitalismo trabajando…lo que vimos entonces y ahora entendemos con mas claridad, no fue solo saqueo, explotación, pobreza, guerra y corrupción…lo que vimos fue a una parte importante de los de arriba socavando también el edifico constitucional del pacto del bienestar y la democracia, un pacto que les enjaulaba y les impedía poder recoger los beneficios de supervivencia para un capital enfermo, anémico que en plena crisis “berreaba como un ciervo en celo por hacerse valor” (Marx).
Esos días de luz cegadora y tiempo acelerado fuimos seres entre la vida y al muerte, asomados al “otro lado”, fuimos y somos como ese pescador del cuento ruso que se sumergió en las aguas para contemplar la muerte de cerca y volver a contarlo. “¡Mira cuanta sabiduría! El pez es un ser entre la vida y la muerte; por eso es mudo y mira sin expresión. Hasta los terneros piensan, pero los peces no lo hacen porque ya los saben todo” (Platonov) Esta simultaneidad espacio temporal que posee a veces la experiencia de la ciudad, que es donde la historia esta inscrita en el suelo (Lefbvre), y es, esta iluminación la que nos provee de visión estratégica, mirar lejos, esa es la intuición que experimenté los días del 15M, en esa entrevista, y renuevo ahora con la elección de Trump. Como un pez sin expresión entrevemos la grieta abierta y nos muestra nuevas fallas y de ese magma histórico surgen los ángeles, de la emancipación humana exigiendo su realización, pero también, nuevos monstruos, monstruos conocidos como el racismo, la exclusión y la esclavitud en nuevas y mas insidiosas reformulaciones.
No hay vuelta atrás y esa grieta es su testimonio. Esa luz que ilumina hacia atrás y hacia delante nos hace ver rasgos conocidos ya en la asociación del programa de Trump de keynesianismo nacional popular blanco y no garantiza mas avance que el apresurado de una fracción de los de arriba que quiere solventar la crisis de representación y de gobernanza asociando en el mismo programa: algunas medidas de rescate de la “maltratada clase media”, concepciones culturales arcaicas, grandes dosis de producción de indiferencia social hacia el sufrimiento de los mas castigados o del cambio climático y poniendo el énfasis en el Progreso de la ciencia para de nuevo volver a levantar el mito de la dominación de la naturaleza como destino divino, garantía de la soberanía nacional ( no la popular claro) y condición para la felicidad de los elegidos, siendo los llamados, los trabajadores blancos y varones que son, a su vez, el instrumento elegido, una vez movilizados y legitimados por este relato, para domeñar, contener y dividir a las: “clases peligrosas” a las que se racializa y se minoriza (islamofobia, xenofobia, machismo) en la medida de lo posible: se hace a las victimas los culpables, he aquí la modernidad posmoderna de este discurso prefascista.
Esta grieta que “capturo” a Cebrián y Alierta mercantilizando al PSOE y al mismo Rey en “sus cosas”, es una grieta que descubierta por el 15m como una pequeña fuga de legitimidad del régimen y profundizada por el mismo movimiento, fue después incorporada a las diferentes formulas de su mediación política, especial y primordialmente PODEMOS (que ha sido el centro en torno al que ha pivotado todo este movimiento en común).
El cráter conecta con el magma y las fuerzas telúricas de la historia, sigue abierto y deja pasar, la luz y las voces de las experiencia de pasadas luchadoras vistas con nuevos ojos, un socavón en la gobernabilidad de todo el sistema que nos ofrece nuevas oportunidades en donde antes había una campo cerrado o simplemente oportunidades políticas que habían pasado inadvertidas u una falla que es el testimonio dinámico de que no hay vuelta atrás. Las necesidades sociales no caben ya en este pacto constitucional pervertido y roto: desde arriba y desde abajo, pero existe la probabilidad en marcha de que se intente normalizar con el espejismo de una vuelta posible al estado del bienestar y al keynesianismo, es decir, que pretenda ocupar el espacio de la socialdemocracia en proceso de extinción, sin embargo ya sabemos que tanto la confianza ciega en la las luces de la ilustración, “que son las luces de los flexos que iluminan los turnos de noche en la fabrica” (Kurz), como una política solo tácticamente oportunista de “quemar las calles” subsidiaria de intereses burocráticos nos lleva a hacerle el caldo gordo a una extrema derecha que representa mejor ese discurso de “preferencia nacional de ciudadanos de bien.” No hay atajos en lo social.
La prueba de que estamos al final de una forma de capitalismo (o del mismo capitalismo como forma social) al que eran coherentes tanto la socialdemocracia: como sector que lo vertebraba socialmente; como el marxismo ortodoxo que fijaba sus objetivos sólo en la redistribución equitativa entre capital y trabajo, es precisamente este repliegue proteccionista de una fracción de las élites en su apuesta por la globalización capitalista, y de su necesidad de movilizar en torno a esta redistribución reducida, a masas de “asalariados nacionales” que se sienten abandonados y aterrados. En este contexto intentar reproducir ese discurso; o la moderación; o el “sentido de estado”; medidas para la gente que vota etc… es decir refundar el PSOE o la peor IU pre 15M… es un suicidio político y es no entender nada, ya que la verdadera naturaleza revolucionaria de los de abajo ( si los y las de abajo) o lo que es lo mismo la energía de cambio que encierran esta en que son un sujeto productor de derechos universales y por lo tanto de democracia radical y que empujan el cambio por que son capaces de portar la emancipación humana en su practica real de luchas contra el sistema de corrupción, saqueo y sufrimiento y no en satisfacer a los que votan para seguir allí cuatro años mas gestionando miseria: El debate no es por tanto táctico: “calles o instituciones”, el debate es estratégico: que papel cumplen y que tiempo ocupan cada uno de esos elementos en una hipótesis estratégica a medio plazo para cumplir nuestra agenda. Una hipótesis que ya no puede ser más que anticapitalista y democrática o de repliegue racista y excluyente. Hoy la batalla por la supervivencia humana, por la defensa de la vida se polariza. Ese es el desafío.