Duele cuando afecta

Despacito, despacito se van conociendo detalles del auto golpe militar turco que el demócratamente benévolo Erdogan ha abortado. Los datos son bastante esclarecedores para quien los quiera analizar. En primer lugar, cuando se produce la asonada militar, el objetivo principal (el presidente turco) se encuentra a salvo y fuera de su alcance ¡Uy qué casualidad! A través de las redes sociales -que tiene castradas- el presidente se dirige al país para que sea la sufrida población turca la que tome las calles en defensa de sus derechos ¿Qué derechos? ¿El derecho a estudiar  la manera de suspender los derechos humanos? …

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Recep Tayyip Erdoğan. Foto: Kremlin (CC BY 4.0)

Despacito, despacito se van conociendo detalles del auto golpe militar turco que el demócratamente benévolo Erdogan ha abortado. Los datos son bastante esclarecedores para quien los quiera analizar.

En primer lugar, cuando se produce la asonada militar, el objetivo principal (el presidente turco) se encuentra a salvo y fuera de su alcance ¡Uy qué casualidad!

A través de las redes sociales -que tiene castradas- el presidente se dirige al país para que sea la sufrida población turca la que tome las calles en defensa de sus derechos ¿Qué derechos? ¿El derecho a estudiar  la manera de suspender los derechos humanos?

Pasar de un Estado cabalmente laico a uno teocrático tiene muchas ventajas para los que mandan, de hecho, cuando una ley es manifiestamente injusta se le atribuye la culpa a dios, a cualquier tipo de dios. Y a ese evanescente delincuente no hay dios que lo juzgue.

Así se producen expolios, esclavitudes, torturas y demás bagatelas sin importancia en nombre del ser divino. “Los caminos del Señor son inescrutables”  dicen los que no tienen ninguna gana de dar explicaciones de los desatinos.

El sátrapa turco ha fabricado el motivo perfecto para limitar las libertades, había comenzado con una transición tranquila hacia el islamismo, pero ante la amenaza de resistencia por parte de la gente que se oponía al retorno a la Edad Media, necesitaba hacer una buena limpia en los órganos del Estado que pudieran ser contrarios a su visión religiosa de la sociedad.

Turquía pasa a ser un enclave islámico para ejercer de tapón de seguridad ante el avance del Estado Islámico ¿Qué? Si amigo: para que en la zona no se imponga un Estado Islámico, proporcionamos, a un amiguete  (carente de escrúpulos) las armas necesarias con las que confeccionar a su gusto y medida un Estado Islámico.

El padre de la patria turca Mustafá Kemal Atatürk debe de estar recociéndose en su tumba. Tanta constitución y vigilancia para sacar las zarpas de los clérigos de las vidas de la población y llega un iluminado para cargarse “democráticamente” años de historia de una República de Turquía honradamente laica.

Ya se han encontrado indicios de que tras la operación de reconversión y asentamiento en el poder del líder Erdogan, están las huesudas manos de los aparatos de inteligencia USA ¡No es ninguna sorpresa!

La equivocación la arreglarán igual que solucionaron el problema Sadam Husein cuando empezó a ser molesto; dando salida al stock de armas en desuso almacenadas en sus trasteros. Una buena guerra y ganancias para tres de los pilares básicos de la economía primer mundista: la armamentística, la de construcción y las agencias de seguridad privada. Los centenares de muertos que se van a ocasionar pasarán a ser daños colaterales de una nueva reestructuración del orden mundial.

Una vez finado el primer acto de la opereta golpista turca “el tenor” Erdogán ha dado los pasos necesarios para afianzar su posición de dominio: las depuraciones.

Militares, policías, funcionarios, algún civil disidente y ¡oh sorpresa! jueces y fiscales. El cese, la destitución y purga de estos últimos ha desencadenado acciones de protesta de sus colegas europeos. En contraposición ni una voz se ha levantado para investigar el paradero de Zhera Dogan, editora de la  Agencia de noticias Jinha. Se desconoce su paradero ni el delito del que se la acusa – salvo “el imperdonable” de ser mujer - y a ninguna organización judicial parece importarle.

En España, varias asociaciones de juristas están promoviendo actuaciones y recogidas de firmas populares para protestar por las purgar turcas.

Asociaciones que no han movido ni un dedito cuando las sentencias de sus congéneres estaban a años luz de ajustarse a derecho, cuando en España hemos tenido fiscales que se inhiben porque no ven causa investigable en las conversaciones entre un sucedáneo de ministro y un plagio de director de oficina anti fraude; esas que permanecen inermes ante la sentencia favorable que dicta  un juez sobre el uso que las FOP hacen del material antidisturbios en acciones para repeler “invasiones”, aunque la utilización desproporcionada ocasione la muerte de personas huidas de la miseria, la guerra, o el horror. Se quedan silentes cuando una colega le pregunta a una violada si cerró bien las piernas, o ven de lo más natural que compañeros de su profesión admitan a trámite querellas contra los sentimientos religiosos sin cuestionarse la  existencia y aplicación de semejante infamia de artículo en el Código Penal.

Eso sin nombrar disposiciones que condenan a penas de cárcel a madres por negarse a dejar a su hija en manos de su agresor e incumplen regímenes de visitas estúpidos dictados a favor de su maltratador.

Otro tema es la ausencia de responsabilidad cuando, aprovechando el régimen de custodia o visitas marcado en un mandato judicial, el asesino consigue matar a su víctima y no son ni siquiera cuestionadas las sucesivas negligencias de la magistrada por la falta de medidas protectoras que propician el fatal desenlace.

El juez Baltasar Garzón sabe muy bien de lo que hablo, de momento es el único condenado por el caso Gürtel mientras los escandalizados por el asunto turco no han movido ni un pelo. ¡Viva la independencia judicial vigilada!

¿Esos polichinelas togados son los que ahora claman por el recorte producido en Turquía a las funciones, derechos y libertades de sus compañeros de profesión? Lo siento, pero por mi parte ¡qué os den!  Por una vez probad una dosis de la medicina que lleváis aplicando durante décadas en esta parodia de país.

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