¿Y dónde me meto con cinco hijos?

No lo tenía muy claro. Un amigo y, sobre todo, el empleado de la caja, le animaron a comprarlo. Era 2004 y la locura del ladrillo parecía dar para todo. El próximo miércoles 18, la Caja Inmaculada puede echarlo a la calle. Con su mujer, Aistu, y sus cinco hijos. El menor, Bela, de apenas un mes. Mamadou Aliou, de 54 años, nació en la República de Guinea y llegó a España hace 15 años en busca de un futuro. Tres años después se trasladó a Zaragoza para trabajar en la estación de Delicias y en las obras de la …

Foto: El Ventano
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No lo tenía muy claro. Un amigo y, sobre todo, el empleado de la caja, le animaron a comprarlo. Era 2004 y la locura del ladrillo parecía dar para todo. El próximo miércoles 18, la Caja Inmaculada puede echarlo a la calle. Con su mujer, Aistu, y sus cinco hijos. El menor, Bela, de apenas un mes.

Mamadou Aliou, de 54 años, nació en la República de Guinea y llegó a España hace 15 años en busca de un futuro. Tres años después se trasladó a Zaragoza para trabajar en la estación de Delicias y en las obras de la Expo.

El empleado de la CAI era muy amable. El préstamo fue de 154.000 euros, algo más que el valor del piso, para cubrir otros gastos extra que suelen aparecer en estas ocaciones, le dijeron. Con los mil euros largos que ganaba podía hacer frente a los 600 de la hipoteca, vivir y enviar algo a la familia que se había quedado en Guinea. 

En 2008, Aistu llegaba a Zaragoza con los hijos para vivir con su marido. Mamadou estaba contento. Trabajaba muchas horas, pero volvía a estar con los suyos, con su familia.

Pero algo empezó a cambiar. Las obras de la Expo habían finalizado y Mamadou fue pasando por diversos tajos. Ya no había tantas horas extra y los ingresos dejaron de ser fijos. Además, las cuotas de la hipoteca iban creciendo mes a mes. Las últimas que pagó eran de casi 900 euros.

Hace año y medio que se terminó la prestación y desde entonces subsisten con la ayuda de los 426 euros, más otros 400 que recibe cada seis meses como ayuda familiar. Hace un mes llegó Bela, el pequeñín de la familia.

Mamadou no entiende muy  bien lo que le está pasando y no sabe ni cuánto debe a la CAI, aunque la deuda podría rondar los 115.000 euros. La Caja valora ahora el piso en 77.067 euros, por lo que la deuda neta sería de algo menos de 40.000.

Mamadou asegura que si tuviera dinero se volvería a Guinea. Si estuviera solo, se las arreglaría de cualquier manera aquí. Pero, "¿dónde me meto con cinco hijos?", dice con un leve tono de enfado.

Fuente: El Ventano

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